Jorge Javier llega al encuentro con la prensa puntual y riendo fuerte. La noche anterior presentó Supervivientes hasta las 2 AM y después se quedó leyendo un libro que le encanta, 'Tiempo de cerezas', de Montserrat Roig. "Soy un intelectual, no puedo evitarlo", dice en broma y jura que ha dormido mucho y bien aunque las cuentas no dan: todavía no es el mediodía y hace un buen rato que está despierto, maquillado y listo para contar de qué va su nuevo trabajo en Telecinco.
"El talk show es el formato televisivo por antonomasia. Es como el teatro para un actor", dice en diálogo con esta web el presentador que vuelve a las tardes de Telecinco tras varios meses enfocado en las noches, a cargo de algunas galas de 'Supervivientes' e inmediatamente después, de 'Supervivientes All Stars', que todavía está en antena. "Los días que estaba sin trabajar en casa, después de comer me entraba un sueño y decía 'madre mía, a mí ya no me pillan en otro programa después de comer'. ¡Pum! Llegó 'El diario de Jorge'", se queja, pero las risas lo delatan: está encantado de tener un programa con su nombre. "Hubo debate sobre llamarlo 'El diario de Jorge' o el de Jorge Javier. Se eligió Jorge porque era más cercano. Cuando empecé en esto pensé que la gente no se iba a aprender mi nombre. En los 70, cuando nací, no había tanta gente que se llamase Jorge Javier, y tuve que soportar que me digan que tenía nombre de culebrón. Ahora me parece potente".
El formato, que se estrena el próximo lunes 29 de julio a las 15.45, tendrá como protagonistas a personas con historias sorprendentes, curiosas, tiernas o emotivas. Un talk show auténtico, montado en un plató más innovador, integrado por un set principal y diferentes espacios alternativos para una narrativa más dinámica, en la que puedan concurrir historias paralelas. Todo eso con la marca personal de un presentador de larga trayectoria y enorme popularidad como lo es Jorge Javier. "Creo que este programa me llega en el mejor momento de mi vida, a la edad adecuada, para poder ponerme en el lugar del otro, no juzgar. Tengo mucha curiosidad y muchas ganas de escuchar", dice.
Tiene mucha expectativa por las historias que llegarán a su programa y descarta que la gente lo utilice como trampolín a la fama: "Confío muchísimo en el equipo de casting. Creo que lo más importante es que la gente venga a contar historias. Espero que no vengan a hacerse famosos sino a contar historias".
En un gran año profesional, Jorge Javier va a concatenar 'Supervivientes All Stars', que termina pronto, con el estreno de este programa. En septiembre llegará 'Gran Hermano', que también lo tendrá como anfitrión, y más tarde este año llegará 'Hay una cosa que te quiero decir", donde será el presentador estrella. "Me encanta", dice. No le agobia enlazar todos estos formatos porque está entrenado: "Con 'Sálvame' hacíamos un programa diario de cuatro horas, que se dice pronto. Tengo un training brutal".
Hace poco bromeó en el plató de '¡De viernes!' sobre sus intenciones de recuperar el horario de late night show que tenía cuando hacía 'Sálvame Deluxe'. "Mira, unos okupas", dijo a Santi Acosta y Bea Archidona en la promo del programa al que fue como invitado hace más de un mes. Pero ante la consulta de esta web dijo que de ninguna manera tiene interés en volver a esa franja horaria: "Cuando llegan los viernes lo que me gusta quedarme en mi casa tranquilamente, en el sofá, pistachos, kicos... Yo, con los viernes, he cumplido. Con los sábados también. Prefiero trabajar un domingo". Inmediatamente después de esta negativa, aclara: "Siempre que pueda elegir". El trabajo es lo primero para este animal televisivo.
Una de las máximas que guían al Jorge Javier del 2024 es la vida en presente. Ya hace un año comentaba que prefería no pensar en el futuro de su carrera. Y lo ha vuelto a hacer. Cuando en ¡De viernes! lo invitaron a recorrer su trayectoria con emotivos vídeos de sus comienzos en 'Aquí hay tomate', dijo que no le gustaba verse. No tanto por la imagen sino por los recuerdos.
"No me gusta recordar porque la vida nunca es un punto estable", explica. "Puede tener momentos buenos o placenteros pero siempre hay hostias. Entonces, cuando veo imágenes del pasado digo ahí estaba bien pero luego vino aquello... No me gusta mirar al pasado, no lleva a ningún sitio. El hoy, y como mucho, el pasado mañana. Además yo me he pasado la vida pensando en los años venideros y nunca ha ido como yo lo he imaginado. Ha ido mejor, pero no como yo lo había pensado".