Recordamos la agónica búsqueda de Rocío Wanninkhof: equipos de rastreo y vigilias nocturnas con sacerdotes
Durante 24 largos días familiares, amigos, vecinos y ciudadanos anónimos buscaron sin descanso a Rocío, con o sin vida
Rosa Blanca, la hermana mayor de Rocío, fue la encargada de reconocer el cuerpo sin vida de la joven
Toñi Moreno recuerda la noche del hallazgo del cuerpo: “Se escuchaban los gritos de Alicia desde la calle”
Un nueve de octubre del año 1999 una joven malagueña de 19 años llamada Rocío Wanninkhof desaparecía cuando se dirigía a su casa de Mijas para cambiarse de ropa y acudir después a la feria de Fuengirola. Rocío nunca llegó a casa, nunca llegó a la feria, en el camino se cruzaría con alguien que acabaría con su vida y que ocultaría su cuerpo durante semanas.
Desde aquella misma noche Alicia Hornos, madre de Rocío, hacía saltar las alarmas porque sabía que no era normal que su hija no diese señales en toda una noche: “Alicia llamó al novio, llamó a las amigas y nadie sabía nada de ella”. Comenzaba así una agónica búsqueda que implicaría a miembros de los cuerpos de seguridad del estado, a ciudadanos anónimos y a familiares y amigos de la joven.
Fue la propia Alicia la que encontró en un descampado las zapatillas abandonadas de su hija junto con un pañuelo manchado de sangre y una colilla de ‘Royal Crown’, una marca de tabaco británica. En aquel momento se dio por sentado que esa colilla estaba allí antes de la desaparición de la joven, un error que los investigadores lamentarían con el tiempo.
Decenas de personas se centraron durante 24 interminables días en buscar a Rocío, 24 días en los que participaron familiares, vecinos, amigos y ciudadanos de toda Andalucía que no dudaron en acudir hasta la localidad malagueña para ayudar en las labores de búsqueda: “Allí no dormía nadie, se organizaban grupos para que siempre hubiese alguien buscando a Rocío, se hacían vigilias nocturnas y misas”, explica Toñi Moreno, una de las reporteras que en aquel momento cubría la noticia.
Fue la hermana mayor de Rocío, Rosa Blanca, la encargada, 24 días después, de reconocer el cuerpo sin vida de su hermana: “Ha identificado la camiseta y el anillo que la joven llevabas puestos aquel día”. A Rocío la abandonaron, la dejaron tirada al lado de una vaya oxidada en una cuneta cerca de Marbella, con el cuerpo muy deteriorado.