Es sin duda uno de los personajes más mediáticos de los años 90 en España. José María Ruiz-Mateos y sus surrealistas performances marcaron una época, ya no por sus numerosos escándalos económicos, si no especialmente por sus esperpénticas actuaciones disfrazado, unas performances con las que buscaba situarse en el primer plano del foco mediático.
¿Pero qué se escondía tras estas sorprendentes apariciones estelares? Los colaboradores de ‘Dinastías’ manejan informaciones que aseguran que cada una de estas “actuaciones” estaba calculada al milímetro.
Juan Luis Galiacho ha explicado que el ideólogo de estas apariciones en las que Ruiz-Mateos buscaba atención disfrazado de Superman o de presidiario era Javier Saimonero, un catedrático de derecho administrativo que se convirtió en su mano derecha y que también era un experto enamorado del circo, algo que le valió para crear los más disparatados disfraces y personajes: “Javier ideaba los personajes y Ruiz-Mateos los ensayaba durante días, no era algo improvisado, había mucho trabajo detrás”.
Rosa Villacastín, que vivió aquella época con absoluta pasión como periodista, explica en ‘Dinastías’ que Ruiz-Mateos se convirtió en un personaje muy querido y seguido por el pueblo llano: “Estábamos deseando que apareciera, ver con qué nos sorprendía al día siguiente, era el reality del momento, dejó de existir su imagen de empresario exitoso para convertirse en un monigote”.
Para Ángela Portero está claro que Ruiz-Mateos fue el precursor de los influencers que conocemos hoy en día, todo un visionario que se dio cuenta del filón que existía en los medios de comunicación, unos medios que utilizó para convertirse en el personaje de la época.
Pero José María Ruiz-Mateos no solo se hizo tremendamente conocido por estas performances tan polémicas, también saltó al foco mediático por sus numerosos escarceos amorosos. Y es que era frecuente que durante sus entrevistas en televisión las presentadoras y reporteras tuvieran que soportar comentarios que hoy día harían saltar todas las alarmas.
La mismísima María Teresa Campos, Raffaella Carrá o la reportera Inma del Moral fueron solo algunas de las comunicadoras que se convirtieron en destino de los “piropos” del empresario: “Eres una abuelita preciosa”, llegó a decirle durante una entrevista a María Teresa Campos.
El empresario gaditano, en los muchos años que estuvo presente en los medios de comunicación, fue relacionado con mujeres tan dispares como Carmen Posadas, Cuca García Vinuesa o su secretaria de entonces.
Ángela Portero recuerda que durante los primeros años de su matrimonio fue completamente fiel a su mujer y madre de sus hijos: “Con la expropiación de Rumasa todo se vino abajo y ahí empezaron los escándalos”.