Rodrigo decide por su cuenta investigar un nuevo caso de desaparición. Se trata de una menor, una chica que lleva días sin aparecer por su casa y sus padres temen lo peor. Pero el policía tiene una pista... y decide actuar por su cuenta sin decírselo a nadie.
Su jefe ve que no está en su puesto de trabajo y decide llamarlo. Pero en ese momento Rodrigo se ha trasladado hasta Ciudad Real para encontrar a esta menor. Vestido de camarero se cuela en una hotel para hacer una entrega en una de las habitaciones. Con esta excusa, consigue entrar y localiza al sospechoso y a la chica.
El hombre no entiende qué hace ahí el camarero hasta que Rodrigo le enseña la placa. Tras un forcejeo, consigue detenerlo. Y salva a la chica.
Aunque la operación ha sido todo un éxito, el comisario no está tan contento con su agente. Rodrigo pensaba que le iba a felicitar pero más bien es todo lo contrario, le quiere abrir un expediente, "no has informado al grupo, has montado dos operativos en dos ciudades distintas y has puesto la vida de la menor en peligro", le recuerda.