Tras el anuncio en televisión de la falsa muerte de Berta por decisión de la Unidad de Estupefacientes en vistas a retomar con éxito su misión con la reunión de narcotraficantes, el padre de Lidia enloquecerá como nunca antes y no dudará en acudir a comisaria.
Allí tendrá un tenso encontronazo con Santiago, a quién le dedicará unas palabras desde la desesperación: “No entiendo cómo puede seguir ahí sentado en vez de ir a casa de ese cabr**, ponerlo todo patas arriba y encontrar a mi hija”. Una vez más, y a pesar de los intentos del inspector y su equipo, no quedará más remedio que tener paciencia y esperar.
Y llegará un avance crucial en la investigación. Reyes, el sospechoso que tienen entre ceja y ceja, se ha prometido con Lidia. Será en la prueba de su vestido de novia cuando la inspectora Ledesma dé finalmente con ella: “Sólo quiero hablar contigo, tu padre lo está pasando fatal”.
Además, afrontarán una nueva desaparición, la de Teresa Caballero, una mujer que ejercía temporalmente la prostitución en la calle.