La historia de Silvia es una de esas que no vamos a poder olvidar. Silvia nunca ha sabido lo que es realmente la figura de un padre porque antes de que ella naciera su padre ya había desaparecido: "Mi madre se quedó embarazada y mi padre biológico se fue, él tenía otra mujer que también estaba embarazada".
Silvia le ha contado a Toñi que creció en una casa sin amor, en la que su madre no se despertaba para darle el desayuno y en la que un hombre, el que ella pensaba que era su padre, la maltrataba: "Yo pensaba que ese hombre era mi padre, pero mi madre con los años me dijo que no, que él no era".
El hombre que vivía con ellas en casa era una mala compañía, una persona que no las trataba bien ni a ella ni a su madre: "Me pegaba si no comía o si lloraba". Con el tiempo ese ser al que Silvia tanto temía desapareció de sus vidas pero las cosas no mejoraron: "Mi madre estuvo con varios hombres y yo les llamaba a todos papá, pero ninguno de ellos fue bueno conmigo".
Con el paso de los años la madre de Silvia terminó en prisión y ella en un centro de acogida. Ahora, con poco más de 20 años, Silvia no pierde la esperanza de encontrar a su padre biológico: "No vengo aquí con reproches, imagino que sus motivos tendría para no estar conmigo pero yo necesito sentir que tengo a alguien".
La historia de Silvia ha tocado profundamente la sensibilidad de Toñi Moreno, que no ha podido reprimir las lágrimas: "Con los datos que tu madre te dio sobre tu padre no hemos podido encontrarle pero estoy segura de que alguien de tu familia, ya sea él, o tus abuelos, o tíos o primos estará viendo el programa y querrán buscarte, disfrutar de alguien tan maravillosa como tú, si yo pudiera sería tu familia".