Bertín Osborne ha sido uno de los primeros invitados de Paz Padilla en esta nueva temporada de ‘Déjate querer’. Al cantante siempre le han colgado el cartel de ‘Seductor’, pero él se considera “más bruto que un arao”, dice no ser de lágrima fácil, pero reconoce que sí se suele emocionar cuando recuerda a su madre o habla de su hijo Kike (que padece una lesión cerebral).
Y es que el presentador reconoce tener una vena sensible en la que “salta” para defender a los demás. Recuerda Paz la cámara oculta que le hicieron en un programa de Toñi Moreno y en la que Bertín defendió a una joven de una injusticia y le pregunta si se ha visto en esas situaciones en más de una ocasión: “Me he buscado problemas, yo he estado en chirona dos veces”.
“Estuve en el Puerto de Santa María por una bronca de estas, por un lío en el que me metieron. Estaba en una celda con otras cuatro personas y les preguntaba qué habían hecho. Uno me decía ‘pues yo me he peleado’, y otro me decía ‘pues yo he atracado en varios chalets’, y yo le preguntaba que dónde y me decía ‘allí en Vista Hermosa’ y yo le decía ‘me cago en la leche, allí vivo yo”, cuenta Bertín.
Bertín estuvo tres días allí encerrado y, cuando conoce a su primera mujer, a Sandra, estaba tomándose algo con ella y "aparecieron cuatro quinquis". Sandra se mostró preocupada por si les iban a robar y entonces Bertín se levantó a abrazarlos y saludarlos, pues eran sus compañeros de celda: “Eran compañeros míos de la cárcel”. La segunda fue también por otra bronca.
Feli es una fan incondicional de Bertín Osborne y sus hijas han organizado esta gran sorpresa para que la mujer conozca, al fin, a su ídolo. Ellas dicen que el cantante es la única persona que hace feliz a su madre tras haber perdido a uno de sus hijos y lo cierto es nunca va a olvidar esta gran noche. El encuentro ha sido de lo más divertido: ha habido bromas y algún que otro consejo.