Jairo tiene una espina clava por un error que cometió hace años y por el que hizo sufrir a su madre. Quiere pedirle perdón a Isabel porque, a los dieciocho años, se fue de casa tras haber intentado que su madre se separara de su padre. Cuando esto sucedió, Isabel respiraba aliviada, pero Jairo comenzó a tener ‘mala vida’.
Consumo de sustancias, trapicheos, noches en el calabozo y estancia de un año en la cárcel… Jairo cree que ha decepcionado a su madre, aunque lo cierto es que ella nunca se ha separado de él. Han pasado tres años desde que Jairo salió de la cárcel, ya no consume, pero necesita pedir perdón a su madre y demostrarle que ha cambiado: “Necesito que vuelva a confiar en mí”.
“He sido un mal hijo. Cometí un error hace unos años, estoy muy arrepentido. Quiero que vuelvas a confiar en mí, para mí y mis hermanos eres la mejor, una guerrera…”, es parte de mensaje de Jairo a su madre, entre lágrimas. Isabel no se tiene que pensar mucho su respuesta. Juntos, han recordado su duro pasado.