Ana María Aldón no pudo más y decidió, hace unas semanas, alejarse del foco mediático, acusando un bajo estado de ánimo. El médico le recomendó reposo y descanso y por eso se ha ausentado de su puesto de trabajo como colaboradora en ‘Viva la vida’. Ahora, la mujer de Ortega Cano regresa a la televisión de la mano de Toñi Moreno, a quien le confiesa qué ha ocurrido y cuál su relación actual con el torero.
Ana María reconoce estar en manos de un psicólogo con el que está trabajando para sentirse mejor. Pero, ¿qué ha propiciado esta situación? Aldón desvela que la llamada de José Ortega Cano a ‘Ya son las 8’ pidiendo a su mujer y a su hija, Gloria Camila, que no hablen de él no le sentó bien: “Me tenía delante, no tenía que llamar para decir eso, no tenías que llamar porque me tenías a tu lado”.
Nuestra invitada cree que quizás llamó al programa para decirle eso a Gloria, que no se atrevía a decírselo a la cara. Días después, Ana María se marchó, pero dice que ese viaje a estaba programado porque era cuando a su hijo le daban vacaciones en el colegio: “No pregunté quién se viene. Me dijo que él tenía que hacer cosas”. Se fue ella con su hijo a Costa Ballena, Cádiz, a la casa de vacaciones del torero, y muy cerca de su familia.
“Yo no estoy enfadada ese día. Estoy triste por una acumulación de cosas que pasan. Algunas salen, otras no, afortunadamente. Hay situaciones que se podían evitar, pero no se evitan. Cuando se pasan ciertos límites hay que retirarse, que es lo que he hecho yo, para reflexionar. Aunque he reflexionado poco porque la tristeza me bloquea de una manera…”. Cuenta Ana María que esta ha sido la primera crisis gorda en la que ha necesitado alejarse.
“A la ansiedad le sumas la tristeza, la desilusión y la falta de ganas de vivir y eso es un cóctel molotov, es para reventar”, añade Ana María. Dice que Ortega le pidió que no se fuera, pero ella puso rumbo igualmente: “No podía esperar”. Durante ese tiempo, Ortega ha sido un gran apoyo. ¿Y cómo se plantea su futuro? “No sé qué voy a hacer. Primero, recuperarme. Y luego lo que venga”.
Ana María reconoce haber aguantado muchas cosas hasta llegar a la situación en la que se encuentra y cuando Toñi le pregunta que, si se arrepiente de no haber puesto límites, ella responde, contundente: “Es mi marido quien debería haber puesto límites. Pienso que podría haber habido soluciones. Para mí, algo importante, hubiese sido que dijera 'esta es mi mujer y la respetáis, os guste o no'. Es lo mismo que pido yo a mi familia sobre él”.
“El matrimonio son dos personas y los demás, ninguno vive con nosotros”, añade. Toñi le pregunta por las cosas que le han dolido: “Cosas que pasan en el ámbito familiar y que, bajo ningún concepto, no voy a volver a permitir a nadie”, y de las que no da más detalles. La presentadora insiste y le pregunta “¿Qué te humillen y que lo permitan?”, a lo que ella responde que sí: “Faltas de respeto”. Por ejemplo, hacerle sentir inferior, anularte, no respetar sus opiniones… no habla aquí de Ortega, sino de otras personas: “Mi marido ha consentido muchas cosas que no debería”.
Toñi Moreno es clara. ¿Ha pensado en separarse de Ortega Cano a raíz de esta situación? “En estos días no he pensado en separarme, he pensado en recuperarme y que tena lo que tenga que venir”. ¿Y qué le gustaría que hiciera su marido a partir de ahora? “Mi marido no va a cambiar”. Y cuando la presentadora va más allá y le pregunta si, en esa casa, le han tratado mal, Ana María dice que su marido nunca, pero reconoce que ha sentido poco calor por parte de su entorno. En consciente que hay cosas que no van a cambiar.
Ana María y Gloria Camila no se hablan, aunque Aldón deja caer que por su parte no hay problema (dando a entender que es la hija del torero quien no le habla a ella). De hecho, Gloria no ha llamado a Ana María para preguntar por su estado. “Arreglar la situación con Gloria es difícil porque no todo se sabe. Perdonar no es difícil” y no responde cuando Toñi le pregunta si ella le ha dado su lugar como mujer de su padre. “Yo he respetado a todo el mundo y si conmigo no lo van a hacer, pues yo ya me encargaré de que se me respete”.