Ana Peleteiro llega a ‘Déjate querer’ dispuesta a dejarse sorprender, pero antes de darle una sorpresa a dos niñas que la admiran como deportista y como persona, la atleta ha abierto su corazón en una charla muy especial con Toñi Moreno, a quien le ha confesado los momentos más duros de su vida, relacionados con la presión a la que son sometidos los deportistas, ha hablado de su adopción y también ha habido momentos para el amor.
En el año 2016, Ana sufrió un duro momento personal por la presión de acudir a los Juegos Olímpicos siendo favorita: “Me planteé dejar el equipo”, reconoce. Y es que la presión que sufren algunos deportistas de élite como ella afecta a su salud mental. Más tarde, el fallecimiento de su abuela también fue un duro golpe del que le costó recuperarse: “Pensaba que estaba preparada”.
Y es que ser una deportista olímpica implica muchos sacrificios personales: “Te pierdes comuniones, bodas, te pierdes cosas, pero al fin y al cabo ganas otras. Conoces mundo, aprendes idiomas…”. Y claro, el amor también tiene cabida aquí. Ana Peleteiro está enamorada de un deportista francés, Benjamín Compaoré: “Estoy con mariposas en el estómago”.
Para Ana, el tema de su adopción nunca ha sido un tema tabú lo ha abordado siempre con mucha naturalidad. Se siente una afortunada por tener una familia y reconoce que nunca ha tenido curiosidad por saber quiénes son sus padres biológicos: “Lo único que me gustaría saber es cuáles son mis raíces africanas, por saber de qué país es. Pero tampoco ellos nunca me han buscado. No es algo que me pique la curiosidad. Si algún día me pica, lo buscaré”.