Es sin duda una de las entrevistas más esperadas. El que fuera alcalde de Marbella ha roto su silencio tras años alejado del foco mediático y ha elegido '¡De viernes!' para hacerlo. Julián Muñoz, que atraviesa por un complicadísimo estado de salud, ha explicado en primera persona en el programa de Bea Archidona y Santi Acosta cómo está siendo su larga y dura lucha contra el cáncer que padece.
El político, de 76 años, ha hablado como nunca antes sobre la enfermedad contra la que sigue peleando y ha explicado cómo están siendo estos años de tratamientos y recaídas, unos años en los que su familia está siendo su principal apoyo.
Y es que han sido muy pocas las apariciones del político en los últimos tiempos, pero en todas ellas hemos podido ver a un Julián visiblemente desmejorado, delgado y muy envejecido, que se ayudaba en todo momento de algún familiar o amigo hasta para caminar.
El ex alcalde de Marbella ha reconocido entre lágrimas que tiene miedo a morir y que siente verdadera rabia por "tener que irse en uno de los momentos más felices de su vida". Julián ha confesado que estas han sido sus últimas declaraciones y que no se siente aún preparado para dejar a su familia:
"No sé cuánto tiempo me queda, pero sí que os aseguro que esta es mi última entrevista y os la he dado para agradeceros el cariño que siempre me habéis mostrado. Yo no soy médico, pero sabía antes de ir al doctor que lo que tenía era cáncer de pulmón porque he sido fumador durante 60 años. Lo pasé muy mal con la quimio porque yo tolero muy mal el dolor, tengo dos vértebras rotas, estoy mal de la próstata, tomo 20 pastillas diarias… pero soy feliz. En estos momentos, y desde que salí de la cárcel, puedo decir que soy completamente feliz".
El cáncer en estado terminal que Julián padece desde hace ya algunos años ha hecho al ex edil plantearse sus grandes miedos. Julián, con la voz entrecortada, ha reconocida en esta su última entrevista que siente miedo a dejar este mundo, ya no por su familia, que sabe "estará bien bajo el abrigo de Mayte", si no por lo que pueda haber al otro lado:
"En una situación tan límite como esta mía cuando te sientes querido te importa el mundo un carajo, el día que me caí estaba toda mi familia en bloque en el hospital, como una piña, podían haberme dejado allí solo después de la vida que les he dado, como si fuera un perro, pero no, se quedaron día tras día a los pies de mi cama. Os aseguro que ese es el mejor fin de la vida que me podía imaginar. ¿Qué tengo miedo a morirme? Claro que sí, me da miedo lo que hay después de esto, porque lo mismo es un camino de rosas pero lo mismo no hay nada".