Ana es de origen venezolano y se ha convertido en el principal apoyo de Ángel Cristo. La joven, madre de una niña pequeña, ha sido en estos últimos meses el hombro en el que Ángel se ha apoyado para tomar una de las decisiones más difíciles de su vida:
“Esto no es cuestión de dinero, es cuestión de que si Ángel no cuenta su verdad no sé si lo tuviera aquí conmigo”, explicaba Ana. “Ángel dice que yo soy su salvadora pero él es el mío, nunca he conocido a un hombre tan puro y tan buena persona como es él, a Ángel le digo que siempre le voy a cuidar y a proteger, que Dios me mandó a su lado para cuidarle, y te digo aquí que tú y yo vamos a tener la familia que siempre has soñado”.
Y es que para Ángel, Ana es lo que siempre ha deseado y la razón por la que ha empezado a salir del pozo de la depresión:
“Ana no tiene nada qué ver en el hecho de que yo haya hablado, ella lo que ha hecho es apoyarme en mis decisiones, ayudarme a salir de una depresión muy grande y darme la fuerza necesaria para hacer lo que he tenido que hacer (…) Yo he pasado unos años muy malos, yo no tengo problemas mentales, lo que he tenido desde que me divorcié es una racha muy mala porque firmé un convenio de divorcio que no tenía que haber firmado nunca”.