El once de Argentina, con varios cambios incluyendo la portería, ya hacía presagiar otra actitud. La Albiceleste ha salido mucho más incisiva y vertical. Pero si alguien podía esperar a una Nigeria echada atrás, nada más lejos de la realidad. Los africanos han salido con la idea clara de buscar el área argentina y no dejar que los sudamericanos controlaran la posesión con comodidad.
La primera ocasión, apenas a los cinco minutos, ha sido para Tagliafico, que en una internada al área por el flanco izquierdo ha enviado la pelota al lateral del área. Messi, mucho más activo y demandante de la pelota, solo ha necesitado 14 minutos para abrir el cielo de Argentina y dejar pasar el primer rayo de sol en este Mundial. Pase de ensueño de Banega a la espalda nigeriana y la magia del astro argentino. Control con el muslo y autopase con la pierna izquierda para rematar cruzado y alto con la derecha.
La imagen de Maradona en la grada dando las gracias a Dios ya es historia de los Mundiales. Como si lo único que necesitaba Argentina para encontrar la calma era que su líder hiciera acto de presencia, el equipo de Sampaoli ha encontrado sus mejores minutos tras el gol.
Tranquilidad atrás y criterio en el centro del campo con Banega llevando la batuta de la posesión y Messi siempre incisivo. Un pase del ‘diez’ sobre Higuaín al borde de la media hora ha dejado una de las mejores ocasiones de la primera parte.
Apenas dos minutos después, una arrancada de Di María, que se quedaba solo para entrar al área, ha provocado una falta muy peligrosa al borde del área. Tan peligrosa, que Messi ha estado a pocos centímetros de hacer su segundo gol y hacer levitar a toda su afición. Los dedos del portero nigeriano y el palo impidieron a Argentina tomar más ventaja en el marcador. En los últimos minutos antes del descanso, Nigeria ha tenido dos acercamientos al área sin consecuencias. Justo antes de saltar al césped en el segundo tiempo, Messi ha ejercido de líder dando a los suyos una charla en el túnel de vestuarios.
El segundo tiempo ha empezado de la peor manera para los argentinos. Penalti a los tres minutos de la reanudación de Mascherano que el árbitro no quiso ni consultar. Polémico, el argentino tien marcado muy de cerca a su rival pero no parece que le agarre con suficiente insistencia como para pitar pena máxima. Con todo, los africanos no han desaprovechado la oportunidad y han logrado el empate en las botas de Moses. Un gol que les metía en octavos en ese minuto.
Aunque Nigeria ha aprovechado la euforia para gozar de diez minutos buenos, enseguida Argentina se ha recuperado del golpe retomando la posesión. Pero solo la posesión. Ni ocasiones claras ni peligro real sobre el área nigeriana. De hecho, la mejor la han tenido los africanos con un tiro de fuera del área de Ndidi que se ha ido por encima de la portería de Armani por poco. Y enseguida, otro susto para Argentina. Mano de Mercado en el área que el árbitro tuvo que consultar con el VAR. Primero le había dado en la cabeza así que no pitó nada.
A falta de diez minutos, saltó Agüero al césped. Echaba el resto la Albiceleste yéndose arriba porque no le quedaba otra. Y en el éxtadis encontró el milagro. Rojo, a pase de Mercado, ha vuelto a poner la victoria en el marcador y el éxtasis en la grada y en todo un país.
Solo quedaba esperar que Islandia no marcara ante Croacia. Y las noticias de ese partido todavía soplaban más a favor de los de Messi. Prácticamente cumplido el 90, los balcánicos han hecho el segundo que daba la tranquilidad a los argentinos. Ya solo dependían de defender el 1-2 ante Nigeria. Y lo lograron. Una victoria agónica que obra el milagro de estar en octavos para una Argentina que hace cuatro días parecía muerta.
El análisis del partido