Kylian Mbappé no pudo elegir mejor día para decirle al mundo que ya es una estrella del fútbol y va a ser uno de los mejores en los próximos años. Tenía delante a Leo Messi, a Argentina en unos octavos de final de un Mundial, y con una carrera brutal y dos goles metió a Francia en cuartos. Las estrellas nacen en los mundiales, y con 19 años ya se ha consagrado con su actuación ante Argentina.
La grada del estadio de Kazán se rindió desde el inicio a Mbappé. No anotó el primer gol, pero lo dejó en bandeja a Griezmann. El delantero del PSG agarró el balón casi en la frontal de su área y en ocho segundos, escapando de cinco rivales, le sacó un penalti a Mercado para que Francia marcara el primero. La velocidad y la potencia con la que cruzó el campo, de lado a lado, recordó a la mejor versión de Ronaldo Nazario. Imparable, los defensas argentinos le vieron pasar sin poder frenarlo.
Con esa carrera ya dejó claro que quería ser el jugador del partido. Se echó a la espalda a su selección y eclipsó a Griezmann y Messi. Cuando peor estaban las cosas para Francia, tras el golazo de Pavard, apareció de nuevo Mbappé con dos goles. En el primero, con un control orientado dentro del área y un disparo fortísimo ante el que no pudo hacer nada Armani. En el segundo, otra galopada a la contra. Giroud le dejó solo ante el portero y el delantero del PSG hizo el cuarto para liquidar a la Argentina de Leo Messi.
Cada vez que agarraba el balón Mbappé, se intuía que podía pasar algo, y sobre todo lo notaron los defensas de Argentina, que quedaron en evidencia ante su exhibición. No jugó como '9' puro porque con Giroud y Mbappé, se encargó de sorprender con sus llegadas al área. Cayó a la banda derecha y desde ahí cerró su cuenta goleadora. Mbappé ya ha presentado su candidatura para estar entre los grandes del fútbol.