Paula, de 23 años, viene de Alanís, un pueblecito de Sevilla donde desde siempre ha sentido las críticas por su gran altura y delgadez. Desde pequeña, se dio cuenta de que iba creciendo a un ritmo distinto del resto de sus amigas provocándole muchos complejos y, tras escuchar todo tipo de comentarios referentes a su físico, decidió incluso de dejar de vestir faldas, tacones y vestidos.
El punto de inflexión fue estas pasadas navidades cuando, debido a su inseguridad, decidió no acudir a la cena de navidad con su propia familia. A través de una sesión de coaching con Cristina Rodríguez, Paula tendrá que superar sus miedos y recobrar la autoestima necesaria para poder cumplir su sueño.