Cuando parecía que las cosas iban arreglándose al menos un poco en 'Café con aroma de mujer', la policía acude a casa de los Vallejos cara contarles que un delincuente ha confesado haber participado junto a Gaviota en un falso intento de secuestro a don Octavio.
Tras enterarse de la noticia por la propia policía, doña Julia decide echar de su finca a madre e hija sin contarles los verdaderos motivos. Carmenza no puede creerse lo que está escuchando y está convencida de que los motivos de la matriarca de los Vallejos son diferentes a los que le está dando.
Al enterarse de la noticia, Gaviota enloquece. La guapa recolectora de café ha vivido en la finca desde que era una niña y se ha entregado al negocio cafetero como si fuese suyo, por eso no puede entender la decisión que ha tomado la madre de su chico.
Antes de abandonar la hacienda y muy molesta por todo lo que está pasando, Gaviota regresa a las tierras para recuperar el móvil que le regaló Sebastián para poder comunicarse y descubre que no está allí. La recolectora de café está convencida de que se lo ha robado su compañero Raúl, pero él ya no lleva encima y tiene que marcharse sin él.