Mi primer huerto ecológico

telecinco.es 15/09/2020 07:00

Este año ha supuesto cambios importantes en la vida de todos, un paréntesis que me ha hecho reflexionar mucho sobre el ritmo y el estilo de vida frenético que llevamos.

En consecuencia, este verano he decidido poner en marcha mi primer huerto ecológico con el fin de vivir de forma más sostenible, de disfrutar de la naturaleza y de comer de la manera más sana posible.

La verdad es que han sido unos meses de trabajo duro, especialmente al principio, pero ahora en septiembre estamos empezando a recoger los frutos... ¡Una verdadera satisfacción!

Después de nuestra ausencia durante el confinamiento y tras esta primavera húmeda y cálida, encontramos el terreno más salvaje que nunca. Tuvimos que desbrozar y arar la tierra para preparar el suelo para la siembra e incorporamos a la tierra abono natural (estiércol de nuestras ovejas vecinas). Y poco a poco, creamos los surcos y empezamos a distribuir los espacios de cultivo.

Con muchísima ilusión empecé a plantar lechugas, judías verdes, pimientos, calabazas, pepinos, calabacines, berenjenas... y por supuesto tomates. Muchas de las tomateras que tenemos ahora en el huerto han crecido en casa durante la cuarentena, directamente de las semillas de un tomate.

Os aseguro que ver ese proceso durante estos meses ha sido precioso y la naturaleza nos ha dado una verdadera lección de generosidad.

El trabajo en el huerto es verdaderamente entretenido. Tener la oportunidad de ver cómo crecen las pequeñas plantas y empiezan a florecer, y observar ese mágico proceso en el que se convierten en pequeños frutos es fascinante.

Con el fin de ahorrar agua instalamos con mucha paciencia el riego por goteo, fundamental para conseguir los mejores rendimientos con el mínimo uso de agua.

Al vivir en una sociedad urbana, apenas somos conscientes de las variaciones climáticas que suceden en las estaciones y cómo influyen en el campo. El huerto ecológico me está enseñando los cambios que se producen a diario en los cultivos, la importancia de la biodiversidad para su correcta actividad y el funcionamiento de la naturaleza, donde todo está conectado.

Esta es mi apuesta más personal para vivir de una forma más respetuosa con la naturaleza y reducir mi huella de carbono gracias a los frutos del huerto.

Un estilo de vida más saludable gracias al cual nuestro menú está lleno de alimentos de temporada y evitamos ingerir productos tóxicos ya que las hortalizas y verduras no están tratadas con pesticidas. Frutas y verduras con las que haremos conservas y mermeladas que nos servirán durante el inverno.

Además, nuestro huerto nos ha ayudado a llevar esa conciencia al mercado y realizar una compra de proximidad, mucho más favorable para el medio ambiente.

Nuestro planeta necesita que dejemos de consumir a esta velocidad, y sobre todo, que hagamos un consumo más meditado y responsable día a día. Es fundamental que seamos conscientes del impacto medioambiental que tiene nuestra forma de vida en un planeta finito y precioso como el que habitamos.

Podéis seguir la evolución de mi primer huerto ecológico en mis perfiles de Instagram y Facebook.