Es bonita a rabiar, con arte y un ángel especial, como la nuestra, aunque está a miles de kilómetros de la andaluza…La Granada Nicaragüense y entrar en sus museos e iglesias rebosantes de un patrimonio rico y diverso. Hoy nos vamos de paseo a ‘La Gran Sultana’, al ‘París de Centroamérica’, a un lugar del que no querréis marcharos y al que estaréis buscando fechas para volver.

Fue fundada por el mismo Conquistador que puso en pie su gran hermana y rival, León, la otra gran urbe ‘nica’ más allá de la capital….Francisco Hernández de Córdoba, el hombre al que se debe el nombre de la moneda nacional, pasó por estas tierras en el año 1524, lo que convierte a la Granada Nicaragüense en la ciudad más antigua del país. El corazón de la urbe late en el Parque Colón, el espacio verde lleno de árboles y bancos donde se desarrolla gran parte de la vida local. Aquí se sientan los paisanos, aquí vienen los niños a jugar con otros niños, aquí se persiguen los adolescentes enamorados y se susurran palabras al oído los de más edad. Todo ocurre en torno a esta plaza cuadrada creada en 1892 y adornada con una monumental fuente central traída desde Inglaterra. La Catedral es el edificio más sobresaliente por su dimensión.

Pintada de blanco y amarillo, acabada en 1910, el actual edificio sustituye al templo colonial del siglo XVI, devorado en un fastuoso incendio en 1856. Pero la razón del constante peregrinar de fieles que entran y salen de la basílica tiene que ver con que dentro se encuentra la Patrona de la Ciudad, la Purísima Concepción, la imagen más venerada de esta Granada en la que el Sol aprieta de lo lindo…Y de la elegante casa de Dios a una elegantísima casa de los hombres…Está pegada a la Catedral por la parte de atrás y pertenece a una de las familias más acaudaladas del país, los Pellas, propietarios de la destilería que fabrica el conocidísimo Ron Flor de Caña. Hoy es la sede de un banco, pero os permitirán dar una vuelta para comprobar el enorme lujo en el que vivían los afortunados que portaban el apellido símbolo de riqueza y prestigio. Ninguno de ellos tenía que ir muy lejos para reunirse con los burgueses con los que alternaban…Hoy se llama Palacio de la Cultura, pero hace unas cuántas décadas era el exclusivo Club Social en el que se reunía la aristocracia pudiente.

Está visto que los ricos han hecho siempre lo mismo independientemente del continente en el que se movieran. También los adinerados frecuentaban una Iglesia que sigue siendo una pequeña joya que custodia tesoros. El Convento de San Francisco se comenzó a levantar en 1529 y en él predicó el insigne Bartolomé de las Casas. Hoy se encuentra reconvertido en un interesante museo de la historia colonial del Municipio y de sus orígenes precolombinos. Antes de llegar aquí, y desde el momento en el que se fundó, San Francisco conoció el abandono, la posterior ocupación del temido William Walker, un pirata norteamericano que saqueó la ciudad e intentó instaurar un Estado de esclavitud en todo Centroamérica. Afortunadamente no lo consiguió, aunque sí incendió esta hermosa ciudad en 1856.

El nombre del filibustero aparece de forma recurrente. Se lee claramente en uno de los hoteles más hermosos de Granada, ‘La Gran Francia’. Construido en lo que fue una casa colonial, una placa exterior recuerda que el pirata vivió entre esos muros durante la ocupación. El lugar merece la pena por su belleza, su ambiente tranquilo y su decoración colonial…Es uno de esos cafés en los que se puede uno instalar media tarde a disfrutar del día y de esta ciudad atenta y acogedora que recibe al visitante con verdadero cariño…

Pero no nos sobra el tiempo, así que hay que continuar por la espléndida Iglesia de la Merced. El primitivo tenía los techos de paja, el que se contempla ahora, del siglo XVII, es de estilo barroco más recargado, pero difícil de ver por estas tierras y por lo tanto muy apreciado. La vista desde la torre os proporcionará la fotografía más elevada del recorrido y os permitirá divisar los barrios más periféricos.

Antes de montarnos en una barca, recordad que ‘La Gran Sultana’ se asentó a orillas del Gran Lago Cocibolca, nos acercamos al Fortín de la Pólvora, la única pieza de arquitectura colonial militar que se ha conservado de todas las que existían. Su planta octogonal y sobre todo sus cuatro torres recuerdan la importancia de estos lugares cruciales en los que se custodiaba armamento de todo tipo y que se protegían con los métodos más sofisticados que se conocían.

Ahora sí ya nos lanzamos al mar, a recorrer las 360 Isletas que salpican el Lago de Nicaragua, lago que por cierto, es el único del Mundo de agua dulce en el que nadan tiburones. Tiene oleaje y mareas, igual que el mar, y merece una visita con tiempo. No recorreremos las 360, pero nos haremos una idea perfecta de lo que podemos encontrar en estas ínsulas de distintos tamaños. Nuestro anfitrión hoy es Ever, un indígena nacido entre islotes que vive viviendo aquí con su familia. Considera que es un auténtico privilegio levantarse cada mañana en este pequeño ecosistema alejado del loco mundo en el que nos movemos el resto de los mortales. Ever nos señala la escuela de primaria que tiene hasta 120 niños. La puerta está llena de pequeñas barcas: “Aquí todo el mundo se desplaza así y hasta se hacen carreras de velocidad”…Y nos señala también algunos hoteles elegantes que se han ido levantando en los últimos años. Ninguno barato. “Dormir en este paraíso tiene un precio, aunque un capricho puede permitirse todo el mundo, no?”. El ‘Hotel jícaro’, por ejemplo, es un ‘eco-lodge’ de 750 dólares la noche. El ‘Hotel el Recedo’ también merece la pena y es más económico, pertenece a un Canadiense que se enamoró del lugar. También hay mansiones de ricos como la Casa Amarilla, una casa de 500.000 dólares propiedad de un ‘nica’ que vive en Estados Unidos…

La riqueza ornitológica también es enorme…Podéis avistar con facilidad fabulosos pájaros que no habréis visto nunca: cormoranes, garzas tigre, zopilotes negros,…La variedad es enorme..

Como veis Granada da para los días que queráis…Para explorarla, conocerla y disfrutarla…Voy a acabar con una frase que leí en mi guía Anaya (Guía Viva) de Nicaragua, sin la que no podría moverme por cierto, y que resume a la perfección el sentimiento que se percibe. Es un dicho popular de los habitantes de esta ciudad bella y orgullosa, la primera del país en tener tendido eléctrico, ferrocarril, teatro y educación laica para las mujeres. “Nicaragua es Granada. Lo demás es monte”. Pues eso.