La última parada del Santos Express
Algunas de las más divertidas anécdotas de un viajero siempre tienen que ver con un tren. Si el destino es lejano, mayor posibilidades de conocer gente diferente con la que pasar un buen rato y tener nuevas ‘aventuras’. Una discusión con un diputado en la India porque quería dormir en mi litera, la llegada al alba a la mágica Marrakech desde la discreta Tanger, la bajada en Poiters a las tres de la mañana sin nada que hacer ni saber a dónde ir… son algunas de esas pequeñas historias personales.
Pero los trenes envejecen. Y llega el momento de buscarles una nueva función si no quiere acabar en hecho chatarra. Y ahí confluímos con nuestro protagonista de hoy: el Santos Express.
Este maravillo hotel tren de los años 20 del pasado siglo ha encontrado acomodo como hotel en la bahía de Mossel, entre las localidades sudafricanas de Cape Town y Port Elizabeth. Un hotel muy conocido por los mochileros que se aventuran por el sur de África con unas vistas maravillosas tanto hacia el mar, como por detrás con las espectaculares montañas de Outeniqua.
La habitación más cara cuesta 75 euros la noche, pero puedes dormir allí desde 7,5 euros… no está mal para tener esas vistas.
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