Siria
En la foto de Reuters está todo lo que quisiera decir, pero tomo prestadas las palabras de Stephen Hawking de hoy en el diario El Mundo, que comparto en su totalidad:
"Aristóteles, uno de los más famosos filósofos griegos, creía que el universo había existido siempre. La razón por la que, en su opinión, no estamos más desarrollados era que las inundaciones u otros desastres naturales volvían una y otra vez a retrotraer la civilización de nuevo al principio.
Hoy nos desarrollamos cada vez más rápidamente. Nuestro conocimiento está creciendo de manera exponencial y con él, nuestra tecnología. Sin embargo, en nuestra condición de seres humanos, aún tenemos instintos y en particular, los impulsos agresivos que teníamos en los tiempos del hombre de las cavernas. La agresividad ha aportado indudables ventajas de cara a la supervivencia pero, cuando la tecnología moderna coincide con la agresividad ancestral, toda la raza humana y la mayor parte del resto de la vida en la Tierra están en peligro.
Hoy en Siria vemos que se está utilizando tecnología moderna en forma de bombas, productos químicos y otras armas
No obstante, no hace que uno se sienta inteligente el contemplar que se asesina a 100.000 personas o que los niños están en el punto de mira. Y hace que uno se sienta manifiestamente estúpido el hecho de que se impida que llegue ayuda humanitaria a clínicas en las que, según informa [la organización no gubernamental] Save the Children, están teniendo que amputar miembros a niños por falta de servicios básicos y en las que están muriendo recién nacidos en incubadoras por falta de energía eléctrica.
Lo que está ocurriendo en Siria en la actualidad es algo abominable, una abominación que el mundo está observando con frialdad y a distancia. ¿Dónde están nuestra inteligencia emocional, nuestro sentido colectivo de la justicia?
Cuando hablo de vida inteligente en el universo, aprovecho para incluir la raza humana, a pesar de que en gran medida su comportamiento a lo largo de la Historia parece que no se ha planeado para contribuir a la supervivencia de la especie.
Y, si bien no está claro que, a diferencia de la agresividad, la inteligencia aporte algún valor para la supervivencia a largo plazo, nuestra muy humana forma de inteligencia denota una capacidad para razonar y planificar, no sólo para nosotros mismos sino también para nuestro futuro colectivo.
Tenemos que trabajar entre todos para poner fin a esta guerra y para proteger a los niños de Siria. Durante tres años hemos contemplado desde la barrera cómo se encona este conflicto, llevándose por delante toda esperanza. Como padre y abuelo, veo el sufrimiento de los niños de Siria y ahora digo: nunca más.
Con frecuencia me pregunto qué es lo que les debemos parecer a otros seres que nos observen desde el espacio insondable. Al contemplar el universo, estamos viendo unos tiempos pasados, porque la luz que procede de objetos distantes nos llega mucho, muchísimo más tarde. ¿Qué es lo que revela la luz que se emite hoy día desde nuestro planeta? Cuando otros vean nuestro pasado, ¿estaremos orgullosos de lo que les estamos mostrando? ¿Cuál es el trato que, en cuanto que hermanos, nos dispensamos entre nosotros? ¿Cómo permitimos que nuestros hermanos traten a nuestros hijos?
Ahora sabemos que Aristóteles estaba equivocado: el universo no ha existido siempre. Todo comenzó hace unos 14.000 millones de años. Sin embargo, estaba en lo cierto sobre que los grandes desastres representan importantes pasos hacia atrás para la civilización.
El principio universal de la justicia no puede tener sus raíces en la física, pero no es menos fundamental para nuestra existencia. Porque, sin ella, en poco tiempo los seres humanos dejarán seguramente de existi