Encima mentimos
Sabemos que no es fácil solucionar la llegada de personas que buscan futuro en nuestro país.
Sabemos que trabajar en las zonas donde los inmigrantes hacen lo que sea por cruzar una frontera, es duro y difícil.
Sabemos que la mayoría de nosotros, los que no vemos sus caras cuando los descubren, no somos capaces de imaginar lo duro que resulta devolverles a sus países. Todo eso y mucho más, lo sabemos, lo conocemos.
Vaya por delante mi agradecimiento a cualquiera que trabaje para que estas personas sean tratadas con dignidad. Agradecimiento y reconocimiento a ONGs y autoridades que intentan aliviar el horror. Lo que no estoy dispuesta a admitir es que el Director General de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, que vaya nombrecito tiene el hombre, nos diga a todos que "lo que deberíamos hacer es preguntar en qué condiciones realizan su trabajo los guardias civiles". Hasta ahí podíamos llegar, Don Arsenio.
Cuando las ONGs ayudan a los inmigrantes y denuncian trato vejatorio, millones de personas las creemos.
Cuando usted, Don Arsenio, habla, afirma y denuncia, ya no le creemos; usted ya no tiene credibilidad; usted mintió cuando era Delegado del Gobierno en Galicia en la crisis del Prestige y sigue mintiendo ahora con la muerte de 15 inmigrantes en Ceuta.
Hoy se concentrarán en varios puntos de España miles de personas para pedir la verdad, la verdad de unos hechos que ustedes han manipulado.
No queremos personas como usted de responsables de la Guardia Civil. No queremos mentirosos e irresponsables. El asunto es muy grave y estamos cansados de escuchar versiones de los hechos que la realidad les va haciendo variar por horas. Los negros que llegaron a nuestra costa y trataron de sobrevivir al mar, no mienten, cuentan un horror del que usted, es casi máximo responsable. El primero es su jefe: Jorge Fernández Díaz, Ministro del Interior, que a éstas alturas está tardando en dar la cara. En pocos minutos escucharán como se pide en la calle su dimisión, la de ustedes, Don Arsenio..
Hoy mi post tiene dos fotos: una es de Sofia Wittert que captó a la perfección la mirada de ese niño que asistía a una escuela donde le enseñan a sobrevivir. Su carita muestra la potencia de toda una vida por delante, toda la fuerza de una criatura que ha nacido para luchar y vivir con dignidad.
La otra es la muerte, la sangre, el final. Ese chico terminó su viaje de miles de kilómetros atravesando fronteras y países a pié, en nuestra costa, murió dentro de nuestro país. Era una vida cargada de promesas, de deseos, de trabajo y ansia por llegar a poseer un puesto de trabajo donde ganarse la vida mejor de lo que jamás lograría en la aldea africana de la que provenía.
El niño y el muerto, el principio y el final de una historia que cuelga de nuestros cuellos.
El niño lleno de vida y el chico que será enterrado junto a catorce más entre nosotros, sin que la Guardia Civil haya explicado la verdad y nada más que la verdad de lo que ocurrió en Ceuta el día 6 de este mes de Febrero, hace exactamente 6 días.
Hoy termino con un agradecimiento a todos los que trabajáis cada día para ayudar a los que más lo necesitan, a todos. Hoy mi recuerdo es para ti Helena Maleno, a quien que no conozco pero leo en tu blog "periodismohumano". Para todos los hombres y mujeres que por vuestro trabajo y compromiso aliviáis el peso moral que todos cargamos sin saber qué hacer, todos los días del año.