'The Batman' y cómo recuperar a un superhéroe machacado
No se cuantas películas habré visto desde que empecé a trabajar de periodista de entretenimiento, pero alguna que otra más que un ciudadano medio. Lo cierto es que llega un punto que uno se satura de tanta película mediocre donde la única pretensión es hacer caja. En los últimos años hemos sido testigos de un auge de películas de superhéroes por parte de Marvel y DC Comics que hacen que sólo pensar en todas ellas me empiece a dar vueltas la cabeza de la confusión de personajes saltando de una a otra franquicia y de uno a otro universo. Una saturación que en ocasiones hace difícil seguir teniendo ganas de verlas.
Pero en esta ocasión tengo que decir que me ha sorprendido favorablemente la última película de Batman. Nadie daba un duro cuando Robert Pattinson fue elegido para el dar vida al atormentado súper héroe. El actor que se dio a conocer internacionalmente por la saga Crepúsculo (otra obra maestra, si se me permite la ironía), se ha ido haciendo un hueco en la industria tras robar el corazón de las féminas de medio mundo con ese culebrón vampiril de tres al cuarto.
'The Batman', parte de la familia de DC Comics, es una visión fresca del superhéroe dirigida por Matt Reeves y coprotagonizada por Zoë Kravitz, la cual da vida a Catwoman. Desde el comienzo del filme nos dicen que el miedo es una herramienta y sus mensajes pueden perfectamente aplicarse al momento histórico en el que vivimos. El filme es crudo, violento en ocasiones, rozando el thriller psicológico, Reeves ha sabido combinar el realismo, que en su momento supo destilar Christopher Nolan con su trilogía, con una frescura cinemática poco común en este tipo de género. Matt Reeves tenía claro que si se comprometía a dirigir 'The Batman', su idea no era hacer un filme tipo James Bond con Ben Aflleck. Tenía claro la historia que quería contar, donde poner la cámara y que decirle a los actores. Lo cierto es que lo ha conseguido, y el resultado es una película que va mucho más allá de una simple historia de otro superhéroe. Este Batman es vulnerable, es una versión más humana del huérfano millonario al que estábamos acostumbrados. Pattinson recrea un ser atormentado por su pasado y con ganas de solventar ciertos secretos.
La química entre los actores es admirable, no sólo con Zoë, sino también con Paul Dano que da vida a The Riddler, un asesino brillante y aterrador. Gotham es retratada fabulosamente por el director de fotografía Greig Fraser, el contraste y la saturación están presentes a lo largo de todo el filme.
El único pero es que tienes que ir concienciado por que es más larga que un día sin pan. Con 20 minutos menos lo habría bordado, pero aún así totalmente recomendable.