Ya sabéis que en este blog suelo comentar cosas de cultura pero hoy voy a hacer una excepción... ¿O quizá no? Pensándolo bien ¿hay algún símbolo de la cultura gallega mejor que las mujeres de Angrois?.
Ellas son esas madres y abuelas que te cojen desde pequeño en el colo, que te enseñan a convivir con la morriña... Capaces de tender la colada en la lareira a pesar del viento huracanado y de no quemarse los dedos rescatando filloas de la sartén. Las reconocerán por su grito de guerra, el famoso malo será, por esas batas tuyas tan de andar por casa y por ese don innato para relatar las cosas (que ya nos gustaría a más de un periodista).
La víspera del Apóstol, ese terrible día, el destino hizo añicos la rutina y el corazón de las señoras del pueblo de Angrois. La mayoría lleva más de 60 años viviendo cerca de las vías y nos cuentan que jamás habían sentido rugir a un tren así. Sin pensárselo dos veces todas salieron a bocajarro a prestar ayuda. Mientras los hombres trataban de romper las ventanas, de rescatar a las víctimas del amasijo de hierros... Ellas regalaban abrazos, consuelo, conversación a los heridos, limpiaban a los ensangrentados, carretaban agua de la fuente hasta la zona cero y acercaban mantas para abrigar tanto frío. Aquí os dejo el pequeño homenaje que le hemos rendido en el informativo a esta heroínas made in Galicia que no necesitan capa para tener superpoderes.