Max es mi fixer en Ucrania. Es la persona que contrató mi equipo para que me guíe por el país y me ayude a gestionar todo lo necesario para una cobertura periodística. Hace unos días contamos su historia en Telecinco: tanto él como su familia no querían dejar el país, pero decidieron poner a salvo a Danna, su hija de 17 años y yo hice todo lo que estuvo a mi alcance para que llegara a Barcelona. Hoy, ella ya está en España, mientras Max y sus padres resisten en Kiev, en un refugio subterráneo.
Ayer fue un día maravilloso porque nos hemos visto por primera vez desde que consiguiéramos sacar a Danna del país. Max vino a Lviv, donde estoy cubriendo cómo se organiza la ayuda humanitaria para los damnificados, para buscar provisiones para sus padres. Estallé en lágrimas cuando lo vi porque no sabíamos si íbamos a poder reencontrarnos. Comimos juntos y luego fuimos adonde se organiza la distribución de toda la ayuda solidaria para colaborar en el traslado de envíos a Kiev. No sé cuándo volveré a verlo pero me dejó un abrazo, un "te quiero mucho" y un hermoso ramo de flores que os enseño en el vídeo. Otra vez lágrimas, otra vez adiós, con la esperanza de que vuelva en pocos días. Mientras tanto, a seguir informando.