Adara triunfa causando algunos daños colaterales y deteriorando su imagen
Adara completó su exitoso paso por GH VIP 7 levantando el maletín que le entregó Miriam Saavedra tras una entrevista bastante amable a pesar de tener que ver al padre de su hijo hablando de su “promiscuidad barata” y unas imágenes de Gianmarco tonteando con casi todas las chicas de la casa. Se hizo justicia tres años y 20 días después de su injusta expulsión en GH 17. En aquella ocasión se quedó sin opción a ganar una edición de anónimos en la que todo había girado en torno a ella, más o menos lo mismo que ha sucedido en la segunda mitad de esta edición de famosos. La menos famosa, la que tenía un caché posiblemente muy modesto al lado de algunos de sus compañeros de encierro, se hizo finalmente con el triunfo.
Adara podía haber sido olvidada a estas alturas, pero su entrada en esta edición fue una de las más solicitadas por los espectadores. El romance con Hugo Sierra, quien sí había ganado su edición de anónimos, y su reciente maternidad, habían sido factores que mantuvieron en el candelero a esta concursante. Antes de eso fue la mujer que tanto sufrió cuando pensó que otro hombre podía estar intentando entrometerse entre ella y Pol, el luchador de lucha libre que decía ser genéticamente perfecto y con quien había comenzado una relación en la casa. La historia se repetía cuando, hace poco más de un mes, confesaba haberse enamorado de Gianmarco.
Antes de su completo protagonismo Adara había pasado algunas semanas en un discreto segundo plano, desaparecida en la casa durante la semana y solo resucitando en las galas, lo cual no pararon de señalar sus compañeros como algo llamativo. En realidad, es una opción inteligente porque requiere un mínimo esfuerzo y se justifica pues es en las galas cuando se suscitan los conflictos, recordando situaciones o mostrando imágenes de lo sucedido en la semana. Digamos que están pensadas precisamente para eso. Además, Adara podía estar tranquila y esperar a que llegase su momento porque había tenido un muy buen comienzo.
Acertó completamente la ganadora de esta edición juntándose con Hugo y Dinio. Siempre he pensado que aquella noche de la fiesta de la vendimia fue fundamental para el desarrollo posterior de la edición. Prueba de ello es que finalmente se erigió en ganadora una de sus protagonistas. Todos quedaron retratados entonces de acuerdo con su actitud ante tres personas que decidieron pasarlo bien y no pusieron límite a su diversión. Cuando hasta ahora pensaba en uvas, vino y excesos venían a mi mente imágenes de una bacanal romana. A partir de ahora pensaré en la fiesta de la uva de estos tres concursantes que fueron la alegría en el comienzo de esta aventura que es siempre Gran Hermano.
Tuvo suerte desde el principio Adara, a pesar del drama de perder tan pronto a sus dos cómplices en la fiesta de la uva. O precisamente por esto mismo. Ella quedó como la única representante de ese espíritu libre e indomable que tan mal había encajado con el resto del grupo. Un grupo al que no logró integrarse hasta poco antes del final. Por eso la nominaron ocho veces, convirtiéndola en mártir. A pesar de que Adara no explotó el victimismo del “todos contra uno”, de nuevo se ha repetido el viejo esquema según el cual gana aquel que se enfrenta casi en solitario a una mayoría. Por si fuera poco, encontró una trama que la hizo convertirse en la mayor generadora de contenido en estas últimas semanas. Ya lo dije ayer y queda meridianamente claro ante todo lo que acabo de señalar: ¿quién podía ganar si no era Adara?
A pesar de todo, Adara se ha convertido en la ganadora con menor porcentaje de votos en la final de un GH VIP. Así ha sido con importante diferencia respecto a las que hasta ahora habían sido la primera y última ganadora. La lista sería esta: Marlène (GHVIP 1) 72,1 %, Ivonne (GHVIP 2) 62,0 %, Belén (GHVIP 3) 67,9 %, Laura (GHVIP 4) 57,9 %, Alyson (GHVIP 5) 58,08 %, Miriam (GHVIP 6) 71,1 %, y Adara (GHVIP 7) 56,3 %. Hasta Laura Matamoros tuvo un mejor resultado, aunque también es cierto que ante un rival importante como fue Carlos Lozano. No es excusa que haya tenido que superar antes de anoche ocho nominaciones porque el año pasado Miriam estuvo nominada 10 veces (once en realidad, pero en una fue salvada) y su porcentaje dista en casi 15 puntos al de Adara.
No es que Adara se midiera anoche a débiles rivales. El apoyo mediático que tenía Mila no era pequeño, a pesar de lo cual quedó tercera con poco más del 11 % de los votos. Bien es cierto que su rival definitiva fue Alba, a quien el triunfo se le negaba por haber tenido una primera mitad de concurso horrenda y haber seguido a medio gas durante la segunda. A pesar de las muchas virtudes que la adornan y haberse revelado como una de las concursantes más interesantes de esta edición, esto solo se hacía notar unas pocas horas del día, insuficiente para justificar un triunfo ante la estajanovista Adara. Mientras Alba dormía medio día, Adara tenía tiempo de enfadar a su pareja, acabar con una amistad en la casa e intrigar con ese brujo de quien ya sabemos que es mejor consejero que adivino.
No sé si Joao se merece lo de maestro, pero ha sido un buen alcahuete. En realidad, se trata de un encantador de serpientes con aspiraciones de mamporrero. Con todo, dudo de que su papel haya sido importante en la toma de decisiones de Adara. ¡A falta de una madre ponga un vidente en su vida! La inseguridad de la concursante es más una coraza que otra cosa, porque no la he visto dudar cuando se trataba de algo importante para ella. Ya fuera a la hora de defender a un amigo como decidida a lograr su felicidad, Adara fue siempre a machete. A Joao creo que lo ha utilizado más como correa de transmisión de su pensamiento, cómplice necesario a la hora de contar la historia de su vida, que como consejero áulico. Para eso se basta y se sobra consigo misma.
Analizando su paso por el programa no puedo discutir su premio, aparte de que la audiencia es soberana y sus decisiones inapelables. A pesar de lo cual, tal vez haya dejado demasiadas víctimas por el camino, efectos colaterales de su ambición y su búsqueda de la felicidad. Esto ha hecho que su imagen haya quedado seriamente dañada. Buena parte de quienes votaron a una de sus rivales finalistas es posible que lo hicieran más que porque les convenciera su concurso por no hacer ganadora a la infiel, aquella que había humillado a su pareja y en algunos momentos parecía haberse olvidado del importante proyecto que tiene en común con él. Quise defender hace poco que esto no era así, pero al día siguiente se difundió el vídeo en la que sus compañeras le preguntaron si había preguntado a su madre por el pequeño y Adara contestó que se la había olvidado. ¡Olvidado! Prometo que dijo esto.
Yo también tengo la moral ancha, como dijo ayer Jorge Javier Vázquez. Lo cual no quita para que me haya parecido mal la forma de obrar de Adara. Por encima de todo me ha parecido incoherente y fingida. No se hubiera dado el lote con Gianmarco si fuera verdad aquello de que no quería hablar de sus sentimientos hacia este concursante hasta salir y hablar con su pareja. Era un pretexto cuya falsedad se ha demostrado con el tiempo. Anoche mismo repetía que sus confesiones con Joao en el suelo del ‘confe’ eran charlas con un amigo y jamás pensó que se fueran a ver. Pero no dudó en volver a repetir algunas de las partes más ofensivas semanas más tarde hablando con las otras finalistas. Y ahora ya no tenía la excusa de no saber que estaba siendo grabada.
La misma poca coherencia a la hora de hacer que su relación con Gianmarco estuviera pendiente o no de resolver la relación con el padre de su hijo la tuvo también cuando decidió poner tierra de por medio con Hugo Castejón. Anoche ni se dirigieron la palabra, aunque más llamativo me resultó ver que Pol, con quien logró arreglar la relación tras entrar este en la casa como recambio de Nuria, ni siquiera se levantó para celebrar el triunfo con Adara. No solo está comprometida la imagen de Adara ante buena parte de la audiencia, también las relaciones con sus más afines en estos meses.
De entre sus escasos apoyos en la casa durante la mayor parte del concurso (exceptuando los días finales en los que tuvo una extraordinaria relación con las otras finalistas) solo conserva a Joao y a Gianmarco, con quien podría tener ahora una relación de verdad. Dinio terminó siendo muy crítico con ella, imposibilitó tener opción con Hugo al decir que le daba asco y miedo y Pol evitó felicitarla por el triunfo. Veremos como sigue la cosa con el italiano porque anoche torcía Adara el gesto al verle tontear con otras concursantes en imágenes de las primeras semanas. Yo también me creo que Gianmarco esté realmente atraído por Adara, igual que lo creí con Nuria, y con Alba, y con Estela...
Ahora ya tiene Gianmarco lo que quería, y no me refiero a la fama. Veremos si sabe lo que hacer con su regalo. Y si después de abierto sigue interesado o pesa más lo de estar en los platós y seguir en la pomada. Anoche intentó arremeter contra Hugo Sierra por haber hecho platós, precisamente lo que no ha parado de hacer también él. A su lado tenía a Helena, madre de Adara, que no dudó en hacerlo callar. No sé si las reacciones de esta señora están controladas también por su abogado, el mismo que le escribe las cartas de disculpa a Hugo por haber hecho sugerencias que posiblemente no vayan a gustar mucho a Adara. Mucho menos después de que hable con su padre, quien ayer prefirió guardar silencio.
Precisamente silencio es lo que reclamó a Adara su madre en varias ocasiones. Con escaso disimulo, puso su dedo en la boca como en aquellos carteles que pueblan los centros de salud donde se puede ver a una enfermera pidiendo silencio al personal. Solo faltaba que la madre de Adara le pidiera silencio, lo cual recuerda que ese fue el mayor de sus errores en el concurso. Que fuera poco leal con algún compañero o infiel a su pareja es su decisión y, guste más o menos, la debemos respetar. Otra cosa es transigir con su escasa transparencia durante mucho tiempo.
La prueba de la poca transparencia de Adara es que anoche mismo reconocía Mila haber ignorado que hubiera algo entre Adara y Gianmarco. Esto no sé si menoscaba su imagen pública, pero me hizo verla durante algún tiempo como la anticoncursante, promotora de un género inédito basado en ocultar la realidad en lugar de mostrarla, que es de lo que se trata este programa. Admirable me pareció que Mila y Alba asumieran tan de buen grado anoche que todo el protagonismo fuera, una vez más, para Adara. Con gran discreción dejaron que la final descansara en los hombros de su compañera, con quien tuvieron una actitud merecedora de mis felicitaciones. No se puede tener mayor generosidad.
No creo que Adara se haya apoyado en nadie para sacar adelante su concurso. Sin Hugo, Joao o Gianmarco ya hubiera sacado las castañas del fuego de otra manera. Eso se lo reconozco sin ambages. Adara tiene una sorprendente capacidad para concentrar en ella la atención, ya sea entre sus compañeros de encierro como por parte de la audiencia. Para bien o para mal, siendo la más querida o la más odiada, ella es el principal centro de atención la mayor parte de las veces. Y eso, en Gran Hermano, bien vale un maletín.
Corea central
Jorge Javier estuvo tan en forma como siempre e hizo un particular pronóstico relativo a su salud. “Estoy mejorcito”, dijo, ciscándose alegremente en la terminología médica. Mucho mejor irían las cosas si hablaran así médicos, abogados y otros.
Cuando vi a las finalistas bajo la lluvia temí por el trabajo de maquillaje y peluquería que les habían hecho por la tarde. Luego, cuando sonaron de nuevo las alarmas, desee que saltaran los rociadores de agua en la casa y terminasen empapadas, llegando al plató deconstruidas, como un plato de Ferran Adrià.
Ya abierto el apartado de confesiones, también desee que Juan Magán hubiera actuado fuera del estudio, como han hecho otras veces, y acabase sepultado en la nieve artificial que derrochó el programa. Vivo cerca de Mediaset y como la nieve era tan creíble terminé levantándome a mirar por la ventana a ver si estaba nevando de verdad.
¿Alguien me confirma que Gianmarco llevaba días preparando su encuentro con Adara de nuevo en Guadalix? Más naturales me parecieron Kiko Hernández y Miguel Ángel Nicolás. Aunque, claro, ellos son profesionales.
Moleskine del gato
“Aquí os espero, pasaré lista”, dijo anoche el ‘súper’. Me pongo a la cola en estado de revista ya mismo. No quiero que me pille desprevenido. Aquí estaré tan pronto se vuelva a abrir esa casa, puede incluso que antes. Hasta entonces, ‘súper’. Y hasta entonces, queridos.
Ah, el lunes comentamos el debate final. Por si no nos vemos entonces deseo a todos una feliz Navidad.