La salvación de Carlos sorprende a concursantes y alerta a espectadores
La sorpresa fue general, empezando por la que se llevó el propio Carlos. Unos días antes decía que para mostrar la barra con su porcentaje habrían de juntar dos monitores. El domingo hasta le parecía discreto ese 74,6 % del más votado. Ayer tuvo dos informaciones valiosas: su porcentaje dos días antes era el segundo mayor, aunque a gran distancia del más votado (16,7 %), mientras que anoche era el menos votado (12,2 %). Imposible hacer una lectura inequívoca, algo especialmente complicado estando encerrado ahí dentro. Pero es que en esta ocasión es igual de difícil para los de aquí fuera. ¿Qué ha pasado? Se pueden aventurar conjeturas y es posible que no nos equivoquemos al hacerlas. Ahora bien, la pregunta importante puede que sea otra: ¿Cuáles son las consecuencias de la información que recibimos anoche?
Consecuencias distintas dentro y fuera, no necesariamente indeseables. De momento, los traidorzuelos Rubén y Maico se alegraron sobremanera de que fuera Carlos el menos votado. Cosa curiosa porque el jueves pasado los dos le dieron 3 puntos al ayer salvado. Su lectura es que la audiencia ha podido castigar a Hugo, que de tener un porcentaje de votos muy discreto (5,5 % y 3,2 % fueron los dos porcentajes menores el domingo) ha pasado a ser el segundo (27,1 %) o tercero (19,3 %) más votado. Hugo comparte esta misma lectura, aunque no teme que esto pueda ser así.
Si la audiencia aprueba la deslealtad de Maico y Rubén es que estamos todos locos y los valores de la sociedad están en triste decadencia. Además, Hugo confía en explicarse en el ‘confe’ de la forma que ha evitado hacer hasta ahora. Pagaría por ver completo ese ‘confe’ y poder contar con detalle lo que dice Hugo. ¿Es correcta esta lectura que hicieron anoche del inesperado movimiento de los porcentajes? Creo que no. Puede que una parte de las hinchadas esté aprovechando para votar a Hugo sin hacer mucho ruido y lograr así lo que pasó en la última edición con Adara, que salió frente a un concursante bastante anodino como Alain. Pero esto podría haberse reflejado ya en los porcentajes del domingo. A esa lectura le falta algo para ser correcta.
No voy a aventurarme a dar por buena ninguna tesis, pero creo que la lucha por ser el menos votado anoche ha podido inflar los porcentajes menores, olvidándose así de votar a Lorena y a Carlos. Doy por supuesto que Hugo y Yangyang eran los menos votados el domingo en indiferente orden. A este humilde cronista le tentaba darle unos votos a Yangyang para intentar que fuera Hugo el menos votado y se salvase el martes para ver las reacciones en la casa, particularmente la de Miriam. Así lo expresé aquí mismo sin poder prever en ningún momento que esto podía provocar el terremoto visto anoche. Igual era un error. Estoy convencido de que esto es lo que ha provocado el baile que vimos anoche. Con la misma facilidad con la que se movieron las barras de porcentajes en dos días pueden volver a oscilar de aquí hasta el jueves. Confío en que así suceda, aunque para ello es fundamental ponerse a votar.
¿Por qué digo que no es necesariamente inconveniente que haya pasado lo de anoche? Hago una lectura en positivo de esto frente a la lectura negativa que interpreta incluso el hecho de haberse salvado el menos votado ayer como un plan malvado urdido con las peores intenciones en contra de las fuerzas del bien con el fin de fastidiar a la audiencia fiel y esforzada. La conspiranoia de algunos seguidores del programa es cada vez más paranoide, aparte de absurda y disparatada. Es todo tan infantil como ese alumno de primaria convencido de que la profesora le tiene manía. El programa nos tendría manía a todos, especialmente a los que vamos con los buenos.
Pero ¿los buenos lo son para todos? Pensar que todo está manipulado para forzar un determinado resultado es algo que está indisolublemente unido a que las cosas no estén saliendo como deseábamos que salieran. Siendo coherentes, igual que se acusa al programa absurdamente de manipularlo todo, empezando por el resultado de las votaciones, se debería de mantener esa misma tesis cuando gana nuestro favorito. ¿No será que si las cosas salen como queremos nos parece curiosamente todo muy legal? ¿Si anoche se hubiera salvado Hugo habríamos hecho esas acusaciones tan indignas? ¿Pensaríamos igual que el programa decidió salvar al menos votado el martes con aviesas intenciones?
No sé ni por qué estoy perdiendo el tiempo con esto porque me produce sonrojo y hasta me avergüenza comentar un programa tan baqueteado y maltratado por todos, empezando por su audiencia más fiel. Lidiar con estas conspiranoias infantiloides cansa y produce un enorme hastío. En todo caso, ya que he empezado me voy a dar el gusto de terminar mi argumento. En contra de lo que opinan muchos, creo que lo de anoche ha sido providencial y muy útil porque ha puesto en alerta a la audiencia, como ya aviso en el título del presente escrito. La sorpresa es general, dentro y fuera de la casa, porque estaba fuera de todo pronóstico que se salvara Carlos, de lo cual me alegro mucho, por otra parte. Pero la alerta es solo para nosotros.
Consideraba un disparate que entre Carlos y Lorena (presumiblemente los más votados el domingo) se fuera a ir Carlos y quedarse Lorena. Por suerte, esto no ha sucedido. En realidad, me parece un disparate que se vaya cualquiera estando nominada esta concursante, aunque anoche emergió otra Lorena muy distinta que prometió machacar a Rubén y Maico si se salva este jueves. Me temo que son vanas intenciones, pero significan que se ha dado cuenta de que estaba equivocada con Hugo. De hecho, anunció a Pilar que hablaría con él para mostrarle su apoyo porque en estos días ha quedado gratamente sorprendida con este concursante. Con todo, Lorena debe ser la primera en salir este jueves y a partir de ese momento empezará el zafarrancho de combate.
Como supuse el pasado lunes y expresé aquí, tras la primera salida se abrirán los teléfonos para votar en positivo a los que podríamos llamar prefinalistas. El menos votado saldrá también durante la gala. Con gran acierto pronosticaba anoche Carlos que este jueves habría dos salidas, el expulsado y el menos votado después. Lo que no imaginan es que ya no nominarán más. Por todo esto que adelanto considero importante el aviso de anoche. Una herramienta muy útil en manos de los que defienden a unos concursantes u otros porque nos da la pista de cómo han ido las votaciones. Lo tenemos más fácil que nunca para ponerle nombre a cada porcentaje.
Podemos no acertar en la razón por la que se han movido tanto los porcentajes, pero sabemos lo que ha pasado con gran detalle. Diría que le hemos visto las orejas al lobo, y no hay nada mejor que esto cuando se trata de evitar que sufra alguna de nuestras ovejas. Sabiendo que el peligro acecha es mucho más fácil proteger a nuestros favoritos. Así de fácil es transformar la visión negativa y catastrofista de la realidad por una mucho más práctica y positiva. Sobre todo práctica. Sabiendo que posiblemente algún concursante tiene más seguidores de lo que cabía esperar es más fácil blindar con nuestros votos a aquellos que queremos ver en la final. Si anoche no recibimos esta importantísima información podría haber pasado lo del año pasado con Alain y Adara. Ahora estamos avisados con tiempo suficiente para evitarlo.
Si compartiera el gusto o la afición por la conspiranoia diría que el programa ha considerado salvar a uno de los cuatro nominados el martes para que nos diéramos cuenta de que con el volumen de votos que está resolviendo las expulsiones este año un poco de esfuerzo durante la propia gala es suficiente para decidir que salga hasta el menos esperado. Sin ponerse a votar en serio puede terminar ganando Lorena, que recibiría un cheque tan capitidisminuido que tras la parte que se lleva Montoro igual le terminaba saliendo a devolver. El maletín en su caso llevaría un diminutivo añadido. ¿Qué tal “maletinín”? Si se vota poco nada es descartable.
La otra parte positiva es que desde anoche Rubén, Maico y Miriam están hipermegaextra hinchados pensando que la audiencia está con ellos y contra Hugo, lo cual hará que su caída sea mucho más estrepitosa todavía. La estampa de anoche, recogida por la fotografía que encabeza este escrito, es reveladora. Hugo en primer plano mirando sus fotos y al fondo Maico con Rubén soltando por su boca sapos y culebras, como están haciendo durante todo el santo día. Anoche Rubén dio todavía más vergüenza ajena haciendo que sacaba el rifle y prometiendo montarla de aquí al jueves. Luego no tendrá tiempo de hacerlo porque antes debe cambiarse el pañal y seguir inflándose a astringentes.
Es bochornosa la actitud de Rubén y no me vale la justificación de que está intoxicado por Maico. Hago acto de contrición y me flagelo si hace falta por haber defendido a este concursante. Mi presbicia no es suficiente explicación para haber fallado de forma tan espectacular con Maico, hasta casi desear dedicarle un nada merecido “de repente” de los míos. Pero no puedo estar en absoluto de acuerdo con que sea responsable de la deriva lamentable que está tomando desde hace algo más de una semana Rubén. Podía haber dado tan solo una imagen ridícula y equivocada, pero tras observarle todo el día ahora ya me parece que deja traslucir algo demasiado malicioso como para ser tan solo un espejismo. Y, desde luego, de eso no tiene culpa Maico, solo el propio Rubén.
Hubo posicionamientos antes de salvarse Carlos. Incluso este tuvo que posicionarse una vez fue salvado. Solo Miriam se atrevió a ponerse delante de la imagen de Hugo. Sus otros examigos se separaban para posicionarse Maico contra Carlos y Rubén contra Lorena. Contra esta concursante también se pusieron Gabaldón y Pilar, que no pudieron hablar por un ataque de risa y la premura del tiempo en el directo. Luego, Carlos ocupaba su lugar frente a la imagen de Yangyang, que hasta ese momento no tenía nadie delante. Maico cometió el error de llamar “chismoso” a Carlos, lo cual no perdonará el chef y es previsible que reaccione antes o después, aunque anoche ya le respondió con gran tranquilidad y buenas formas.
Carlos pudo anoche responder a aquello de “hemos ganado la guerra de Cola Cao” presumiendo de haber sido salvado, pero no lo hizo. Todo transcurrió con formas casi cortesanas hasta que tomó la palabra Miriam y le dio la vuelta a la tortilla. No solo por el veneno que salió de su boca, sino porque literalmente le dio la vuelta a la realidad haciendo ver que es Hugo el que se ha separado de los que eran sus amigos, poco menos que abrazando al peligroso enemigo. Nada de eso es cierto y solo puede salir de una mente manipuladora cegada por un odio injustificado. Creo que estoy describiendo lo que le pasa a Miriam y por lo que intenta tomarnos por tontos presentando una realidad paralela muy loca. Si no fuera por la rabia que da ver a esta concursante pretendiendo tomarnos el pelo sería para partirse de la risa. Más aún cuando Maico y Rubén siguen el mismo discurso y acusan a Hugo de haberse separado de ellos y no al contrario. Hay que tener el rostro más duro que el hormigón armado.
Moleskine del gato
Lo mejor de anoche fue asistir a una de esas conversaciones interesantes sobre el juego entre Hugo y Carlos, dos enormes concursantes. También escuchar a Gabaldón diciendo a Hugo cosas como esta: “Es que, claro, cuando yo veo una cosa tú ya la has visto hace dos días”. Esta gente marca la diferencia. Frente a Carlos, Gabaldón o Pilar (e incluso Lorena), parecen mucho más ignominiosos Rubén, Maico y Miriam. Esto es así.