El reto de la pesca se salda con cero peces capturados
Entró emocionada en plató llevando un favorecedor traje azul pavo real (según los cronistas oficiales). Era su gran noche… Perdón, que esto va de Supervivientes, no de Rocío en directo.
Como si estuvieran en TikTok plantearon a los supervivientes el ‘pesca challenge’. Lo que ocurriría después no lo puedes ni imaginar. Ese reto de la pesca tenía como objetivo que no dejen de intentarlo. Para ello les dieron 3 horas para emplearse a fondo en el arte de la pesca. Al final de ese tiempo tenían que haber pescado un pez cada uno de los nueve concursantes. Por cada concursante sin pez debían entregar a la organización un instrumento o utensilio de la convivencia. ¿Quieres conocer cómo quedó el reto de la pesca? El balance es claro y contundente: cero peces capturados. No pescó ni el Tato.
Es de suponer que en la tarea unos tienen más habilidad o costumbre. No creo que el caso de Omar sea equiparable al de un Antonio que, según propia confesión, no ha pescado nunca. Lo inimaginable era que no fuese a pescar nadie. Entregaron esterillas, hilos de pescar, anzuelos e incluso cuchillos. Por suerte tuvo Marta el buen juicio de pararles cuando iban a quedarse sin sartén. Precisamente por Marta me quedo con una sensación diferente tras el fracaso de este reto. En un principio valoré que es realmente complicado pescar. Una cosa es que no se estén empleando a fondo en el día a día y otra bien distinta que hagan lo mismo cuando les plantean un reto que tiene premio, pero también penalización. Pues bien, según Marta tampoco en este caso se esforzaron demasiado.
No sé si la audiencia habrá decidido que pongan a los encallados una tarea que les tenga activos de día y de noche, pero visto lo visto igual se la tienen que encomendar también a los supervivientes. De acuerdo que hemos visto hacer fuego a Alejandro al mismo tiempo que Carlos lo dejaba para otro día dada la humedad del barco. Si no supiera que ha llovido alguna noche estaría tentado de decirle a Carlos que humedad siempre va a tener el barco. Es lo que tiene un cuerpo sumergido en el agua del mar. El mar Caribe, en este caso.
Como dije antes, gracias a este reto de la pesca vimos a Antonio con el sedal en la mano. “Le estoy perdiendo el miedo al mar”, decía a cámara el bailarín. No sé si es un poco tarde. Me refiero a las dos cosas, tarde para probar a pescar por primera vez y tarde para perder el miedo al mar. Escuchándole decir estas cosas se podría pensar que le avisaron para participar en esta aventura la tarde anterior a emprender el viaje. También es verdad que Antonio es más de dar órdenes que de ponerse a trabajar. En lo primero se parece algo a Carlos, aunque este al menos es currante. Antonio dice a los demás cómo hay que ir colocando los palos en el fuego. Lo hace con detalle y minuciosidad, pero son otros los que trabajan. Lo mismo cuando se trata de cortar unas cañas de bambú a hachazos o casi cualquier otra tarea. Si el pirata Morgan no les pone otros retos semejantes igual no le vemos más metido en faena.
A pesar de todo lo que se pueda decir de Antonio, sus compañeros no le van a nominar por el momento. Juega a su favor que si lo hacen la audiencia puede pensar que están discriminando al más mayor. Eso si no vuelve a lesionarse y cae bajo la responsabilidad de sus compañeros ser capaces de nominar a un inválido, como él mismo se denominaba hace una semana. La audiencia puede no ser tan delicada y es muy probable que Antonio sea el expulsado de esta noche. Pediría que se le votase para salvarle porque creo que es muy pronto para perder a este concursante en el juego, pero me temo que ya llego tarde, además de tener nula confianza en que la audiencia votante me haga ni una pizca de caso.
Que nadie va a nominar a Antonio, en caso de tener oportunidad de nuevo, lo demuestra que nadie pronunciase su nombre a la hora de elegir al peor superviviente. Los tres más votados tendrían que intentar llevar a la orilla otro mensaje en una botella. Fueron elegidos Tom (al que nombraron Palito y Antonio), Alejandro (elección de Olga y Gianmarco), así como Melyssa (por los votos de Marta, Omar y Alejandro). Por su parte, Tom dijo el nombre de Palito, que quedó con un solo voto. Al final lograron el mensaje, que anunciaba la entrega para los tres supuestos peores supervivientes de un pollo asado con patatas. Estos tres tenían que sentar a un cuarto a la mesa, y decidieron que fuera Omar quien disfrutase también del pollo.
Lo interesante de esta misión es que fueran elegidos como peores concursantes precisamente los tres nominados por el grupo el pasado jueves. Alejandro se salvó el martes, pero siguen en la palestra Melyssa y Tom junto Antonio, nominado por el líder. Es decir, está claro que el grupo tiene fijos en su mente a los mismos para todo lo malo, ya sea exponerlos a la expulsión como en una misión de la que ignoraban las positivas consecuencias para los elegidos. No sé si Tom está empezando a sufrir los efectos de una cierta indefinición o de un posible doble juego. El caso es que se pone de un lado que termina siendo su verdugo. Tom no deja de ganarse enemigos, parece que la última es Marta, aunque eso no lo veremos hasta esta noche. Por eso creo que su expulsión desequilibraría menos los dos grupos que si se marchan Melyssa o Antonio.
El panorama en las tres ubicaciones del concurso se completa con isla Destierro. Si en el barco dejan lo de hacer fuego para el día siguiente prefiriendo abrir una lata de guisantes que Carlos pretende repartan contándolos uno a uno, y en la isla del pirata Morgan no logran pescar ni de casualidad, la pobre Lola recibe hasta clases de pesca. Un amable garífuna se desplazó hasta el lugar de destierro de esta concursante y estuvo enseñándola las cosas más importantes para poder procurarse la principal comida que proporciona el mar. No niego la importancia de lo enseñado por este maestro, pero se me vislumbra que mejor le hubiera venido un coach impartiendo una clase bien motivacional.
Motivación es lo que necesita Lola, además de llenar el buche, claro está. Ya preveía ella que llevaría mal la soledad, pero me da la impresión de que aún se quedaba corta. La tristeza ha invadido a una concursante satisfecha con su papel en la primera semana, que en la segunda sufrió el mazazo del destierro. Me preocupa que esta noche lleven al menos votado de la semana y se abra nuevo televoto entre los dos. ¿Por qué la preocupación? Pues porque Lola siempre pierde. Si es expulsada pierde porque ha de dejar el concurso y si no lo es pierde también porque habrá de pasar una semana más de solitario destierro.
Veo esta mecánica excesivamente dura. Estando nominados tres concursantes al menos deberían ir junto a Lola los dos menos votados y abrir el televoto entre los tres. Al menos, así quedarían en isla Destierro dos concursantes. Y en compañía las penas se hacen un poco más pequeñas. Pero, claro, si la audiencia me hace entre poco caso y ninguno, excuso decir el que me puede llegar a hacer la productora del programa. ¡Cero patatero!
Moleskine del gato
Dice Lara sobre el pirata Morgan, de quien tienen una sola imagen, más bien demacrado e inmóvil: “Ya le estoy cogiendo hasta cariño. Con el segundo pergamino me he dado cuenta de que tenemos mucho en común, sobre todo el carácter. Creo que el pirata Morgan, aquí en esta estancia, es mi marido”. Prefiero encontrarle explicación en la exposición al sol, el mareo del barco o la escasa ingesta de comida. Puede que las tres cosas a la vez. Otra opción es que se le esté empezando a ir la cabeza.
Omar termina su liderato esta noche y creo que ha tenido una idea un poco equivocada al respecto. No solo él, también algunos de sus compañeros, que nada más llegar de la palapa el jueves pasado ya le estaban reclamando que repartiese tareas. A ver, chicos, el líder nunca ha tenido semejante responsabilidad. Lo de ser líder vale para llevar un collar al cuello (o una vara en la mano), ser inmune en las nominaciones y poder decidir un nominado de manera directa. ¿Acaso les parece poco?
Esta noche tenemos una fiesta. En principio, habrá una expulsión definitiva (me cuesta asumirlo), nuevos juegos de recompensa en el mar, una prueba de líder no física (basada en la memoria) y nueva ronda de nominaciones. Los jueves la gala se me pasa en un suspiro.