Carlos se apea del concurso a una semana de la final. Como pasara el domingo con Cora, se trata de un finalista sin carpeta. Los tres que llegarán hasta el último día sí la tienen, a pesar de las dudas que puedan surgir respecto a la pareja que forman Adrián y Marta, o lo incipiente de la relación amorosa entre Rafa y Carmen. Anoche había una expectación morbosa por ver si daban un beso al reencontrarse. Como niños de primaria el público coreaba “beso, beso, beso” cuando al final llegó ese momento precedido de cierta presión por parte del presentador. Tampoco está mal dejarse mover por ciertas pulsiones básicas, más propias de un púber. ¡Seamos todos preadolescentes por un día! Más adelante llegaron besos más de verdad (sigan leyendo, si lo desean).
Igual es circunstancial que ni Cora ni Carlos hayan encontrado el amor en la casa, pero la coincidencia de que han sido los dos finalistas eliminados da que pensar. Carlos aguantaba anoche con entereza al enterarse de que estaba fuera, pero un rato más tarde se rompía en los brazos de Brenda justo antes de abandonar la casa. Lo hace el día 78 de los 84 que durará esta edición de desconocidos, 21 días menos que la anterior de famosos. Se trata de la edición más corta de un reality de encierro desde GH VIP3, la edición de Belén Esteban con la que el formato recuperaba los concursantes famosos tras una pausa de diez años. No obstante, la suma de la edición de desconocidos y la de famosos fue esa vez inferior (165 días) que esta (189). Y si comparamos con el último año que hubo dupla de Gran Hermano (GH VIP 7 y GH Dúo sumaron 191 días) estamos hablando de duraciones parecidas.
La salida de Carlos hizo que lo de Brenda fuera un metisaca, habiendo permanecido en la casa menos de dos horas y media. “He dejado la lavadura puesta, así que me da tiempo a llegar para sacar la ropa y tenderla”, dijo con humor la exconcursante. De los cinco defensores Laila nunca llegó a hacer la maleta y Brenda la pudo hacer y deshacer el mismo día. Lo contrario le ha pasado a Cora, que al poco de despedirse de sus compañeros supo que volvería. Por eso no llegó a deshacer nunca su maleta. La veremos estos días con los mismos modelos imposibles a los que ya estamos acostumbrados.
Mientras que Colchero y Cora se fueron a dormir dejando solos a sus defendidos, Carmen no se despegó de Rafa y cuando escribo estas líneas (sobre las seis de la mañana) seguían en danza por la casa. Eso sí, ya se han dado unos buenos morreos y Carmen lleva el pijama puesto. Ellos tuvieron el encuentro más alegre (aparte de fogoso), también eran los que más tiempo llevaban sin verse. Rafa no paraba de abrazarla con fuerza dejando al descubierto el elegante sujetador de medio cuerpo en encaje negro. Negro por dentro y blanco por fuera, Carmen había cuidado mucho la imagen en su vuelta a la casa. Y no es para menos. Se les tiene que hacer raro retomar contacto en una condición diferente a la que tenían cuando estuvieron obligados a separarse. Entonces eran tan solo amigos, habiendo conocido ambos los sentimientos del otro a través de la tele (sobre todo Carmen de Rafa).
Debe hacerse más extraño, además, cuando se tiene la primera de las carpeteras delante. Cora aplaudía al principio cada abrazo y cada cariño que se hacía la pareja. Y saltaba entusiasmada cuando Carmen se sentaba encima de Rafa. El beso tardó en llegar, pero posiblemente se hubiera hecho más de rogar sin tanta presión. Personalmente prefiero que todo fluya. Me parece que resta interés a las cosas el forzarlas. En cualquier caso, fue cuando Rafa supo que estarían juntos hasta la final. En ese momento se dieron un par de piquitos que se aplaudieron como un gol del Real Madrid en Champions. Claro que la gente está mal acostumbrada y pedían otros tres o cuatro, como contra el PSG.
Tranquilidad, que todo llega y la segunda tanda de besos no se hizo esperar mucho. A eso de las cinco de la madrugada se estaban morreando en el cuarto de baño. Todavía iba Carmen sin pijama. Perdonen la falta de cronología en mi relato, pero es que estaba guardando un poco esto. En primer lugar, me pregunto qué tendrá ese baño para ser el sitio de los primeros besos. Lo fue para Cristina Porta y compañía, también para Tom y Sara. ¡Y casi siempre a esas horas indecentes! Carmen se acababa de despedir de Cora (Colchero ya dormía) y se reunió con Rafa camino del baño. Fueron despacito y antes de cruzar su umbral vino el primer morreo y el más corto. Hablaban de regalos y, en realidad, se estaban dando el suyo. Luego vinieron otros, y mejores que el primero, creo yo.
Lo primero que hizo Carmen fue disculparse por su comportamiento en muchas ocasiones. “¿Eso es lo primero que me dices?”, contestaba Rafa. Ni eso, ni la fecha del cumpleaños de su hermana eran cosas que le importaran. Él mejor que nadie sabe que se portó mal en ocasiones, pero agua pasada no mueve molino. Ahora están en otra cosa y estoy seguro de que confía en que aquello no volverá. Entre otras cosas porque no están presentes los mismos enemigos que la estudiante de matemáticas identificaba en la casa en personas como Laila. Aunque le debió costar una advertencia por parte del programa, Carmen contó que se llevaba fenomenal con Nissy, Álvaro e incluso con Brenda. “¿Y con Laila?”, pregunta Rafa igual que Rajoy preguntó: “¿Y la europea?”. La respuesta fue negativa en este caso y a partir de ese momento Rafa empezó a referirse a Laila como “la hermana de Nissy”.
Irónicamente también dijo Carmen que se lleva bien con Alatzne. Algo tan poco real como esto que le dijo Colchero a Adrián: “Alberto te apoya que flipas”. De ser cierto igual fue en la pausa junto a la máquina de café, porque públicamente esa misma noche había dicho que su ganador es Rafa. Carmen maneja la ironía y Colchero se entera más bien poco de la movida. No sé si ayudará a Adrián que Cora sea carpetera de Ramen, pero al menos no parece que haya ido para ponerle pegas, como hizo anoche Colchero.
No sé lo que pensaría Adrián de que su mejor amigo censurase alguna de las cosas dichas por él en la gala del domingo. “Lo de que te gusta su culo no me pareció bien”, afirmaba Colchero con cara de desaprobación. ¡Caramba! Sabíamos que era ultraconservador, pero no esperaba que le pudiera parecer mal tal cosa. ¿Será porque dijo “culo” o porque no se lo cree ni harto de grifa? Igual también es “testiga” y no puede mentir. En medio de todo también salieron de la casa Miriam y Tom, no sin antes encontrarse este con su Sarita en la white room. Debo decir que Tom ha agitado un poco la casa, aunque a estas alturas ya no se le puede llamar avispero. Merece reconocimiento, si acaso, por haber animado un poco el cotarro.
Con cuatro o cinco habitantes tan solo la cosa está siempre medio lánguida. Por eso no tiene sentido que Adrián y Marta saquen pecho pretendiendo deshacerse de un plumazo de la etiqueta de muebles que se ganaron honradamente. Es casi imposible no dar contenido siendo tan pocos. El mérito está en hacerlo cuando son una docena larga. Volviendo a los invitados VIP, Miriam es otra historia. Ni ella misma es consciente de hasta qué punto es una joya para el reality. Cada una de sus locuras son hipnóticas. Anoche pedía el triunfo para Rafa Nadal (en lugar de Rafa Martínez). No digo más.
Los tradicionales debates entre finalistas adolecen siempre de lo mismo. Ni en esto se salva Rafa, el que mejor conoce y más estudiado tiene este concurso. Llegado este momento es muy difícil ganar nada con los discursos, entrevistas y debates de los últimos días. Si acaso se pueden cometer errores, como recordaba ayer con el Koala, en la edición de Miriam. Por tanto, lo recomendable es no darle mucha importancia, quitarle hierro al asunto y mostrarse generoso con los rivales. En lugar de hacer esto entran al trapo de recuperar viejas rencillas y sacar del cajón cosas sucedidas semanas atrás que debieran seguir enterradas en la memoria del espectador.
En ese ejercicio de la memoria es inevitable cometer errores. Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo y Marta se equivoca evitando la oportunidad de hacer autocrítica. Este es el momento, mucho mejor que una vez finalizado todo. No le va a servir de ayuda negar que ella y Adrián sometieron a una presión absurda a algunos compañeros simplemente por llevarse bien con Rafa. No solo lo hizo con Carlos, que tampoco recordaba anoche comentarios como este de la teniente de alcaldesa: “Bueno, si lo haces por entretenimiento vale”. De ese modo daba su plácet a que se llevase bien con un compañero, no así en caso de que hubieran empezado a apreciarse mutuamente, por ejemplo. Pero si hasta les molestó que Colchero pasase unas horas de madrugada con Rafa. Este ganaría mucho si en lugar de tomarse estas cosas tan a pecho pusiera a funcionar su sentido del humor en estas ocasiones.
Aunque ellos lo habían confirmado ya en la casa, tuvimos la confirmación oficial de los secretos que faltaban. Adrián engañó a sus padres para vivir un amor, Colchero tiene una hermana que no conoce, Cora recurrió a las colas de hambre para sobrevivir y Marta se duerme cuando le aburre el sexo. No se refiere a ver porno sino a practicarlo. Dice que cuando vuelve de fiesta quiere una cosa “fogosa, rápida y bien”. Mientras tanto, Adrián tomaba nota, aunque en realidad es cosa de los dos, así que ella misma puede pisar el acelerador. Igual es cuestión de querer más que de poder. Este fue el único secreto que mereció comentario. De todas formas, ya digo que ellos ya los conocían (y nosotros también).
Faltaba conocer quién tenía en su poder la esfera premiada con 50.00 euros. Fueron sacando de tres en tres los números de las esferas no premiadas y cuando quedaban las tres últimas (ya estaba descartado Adrián) directamente abrió Carlos Sobera la urna donde había introducido el sobre con el número de la esfera premiada tras entregárselo el señor notario. En el sobre estaba el número 1, por lo que la premiada es Marta. No sé si se repitió al comienzo del juego de los secretos en esta edición, pero en la primera se dijo con claridad que ambos premios no podían recaer en la misma persona. Es decir, quien ganase los 150.000 euros por decisión de la audiencia no podía llevarse también los 50.000 de las esferas. Ignoro cómo se puede hacer cumplir esta condición. Y ya digo que tampoco tengo seguridad de que fuera así en esta segunda edición.
La esfera 1 fue la original de Kenny. El destino quiso que las tres esferas finales entre las que estaba el premio fueran originalmente del cubano, Héctor y Brenda. Rafa ganó en un juego la esfera de Kenny, quien no la pudo dejar en herencia al haber abandonado. Y la conservó hasta que Marta le arrebató sus seis esferas poco antes de cerrarse el juego de los secretos. Marta tenía esas seis esferas, la suya inicial y la que le dejó en herencia Colchero, por lo que era fácil que si el premio estaba en sus esferas fuera entre las que habían sido de Rafa. Dice que se gastará parte del premio en un viaje, al que está invitado Adrián. ¿Hacemos apuestas sobre si viajan juntos finalmente? ¡Hagamos!
Hasta la final del próximo jueves día 7 de abril solo tenemos la cita del martes en un especial con Carlos Sobera. No habrá programa el domingo, día que Telecinco ha programado una gran película. Será una final a las puertas de la Semana Santa, víspera del primer día no lectivo en las escuelas, colegios e institutos. Hasta entonces nos quedará el 24 horas. Y este gato perseverante que no abandona nunca hasta el final. Luego habrá un debate final que se va a grabar el viernes y no tengo ni idea de cuándo se emitirá, pero ahí también nos leeremos si quieres.
Y ya no estoy.