¿Quién merece ganar Supervivientes 2020?
Cuando quedan pocas semanas para el final de Supervivientes 2020 surge la pregunta clave de toda edición: ¿quién merece ganar? Este es un concurso de supervivencia en el que también se valora la convivencia. La audiencia aprecia que los concursantes den contenido o resulten entretenidos, pero a la hora de la verdad se terminan decantando por aquellos que han demostrado cualidades de superviviente. Digamos que se prioriza que sean capaces de sobrevivir a un naufragio, que es el leitmotiv original del programa. Si repasamos las últimas ediciones podemos observar que la mayoría de los ganadores responden al perfil del buen superviviente, si bien en las dos últimas ha pesado la aportación a la convivencia de Sofía Suescun y Omar Montes, pero no se puede decir que no fueran también buenos supervivientes. Habría que remontarse hasta Rosa Benito (2011) para encontrar una ganadora que no destacó por sus dotes de superviviente.
Si volvemos a la presente edición y repasamos los concursantes en liza podemos observar algunos buenos supervivientes y otros algo más dudosos, pero tampoco caben muchos reproches en ese aspecto. Hasta una concursante bastante floja como Rocío, que se ha pasado en posición horizontal buena parte del concurso, ha terminado cogiéndole gusto a la pesca después de más de dos meses. José Antonio es el típico concursante que vale más por ser garantía constante de salseo, pero también ha demostrado ser bueno en las pruebas y su fuerza física no ha dejado de sorprender desde un principio. En Yiya también valoro sobre todo el contenido que genera, aunque la he visto siempre fuerte y no ha decaído jamás.
La principal dificultad para descartar candidatos que merezcan llegar a la final e incluso ganar está en que ninguno haya amagado en serio con abandonar. Y en eso meto a los que todavía tienen opciones y los ya expulsados. La gran suerte de esta edición es que todos han tenido siempre ganas de seguir y, aunque alguno haya celebrado de manera excesiva su expulsión (como fue el caso de Bea), estoy seguro de su permanencia en el concurso si esta no se hubiera producido. Es difícil encontrar una edición más o menos reciente en la que haya habido tantos concursantes dispuestos a llegar hasta el final, a pesar de haber tenido que soportar condiciones más duras que de costumbre. La prueba está en el deterioro físico de la mayoría.
Pero vayamos de lo general a lo concreto. Pondré en un lado a José Antonio, Rocío y Yiya como los que más contenido han generado teniendo un perfil menos marcado como buenos supervivientes, aunque no se les puedan hacer demasiados reproches en ese aspecto. Me quedan en el otro lado, por tanto, los siguientes: Ivana, Hugo, Jorge, Ana María, Barranco y Elena. Tres chicos y tres chicas. A partir de aquí iré descartando candidatos. Sintiéndolo mucho, los primeros tienen que ser Jorge y Elena, a los que ayer veía preparando un lecho de amor que igual no ha sentado demasiado bien a las parejas respectivas. Ni siquiera creo que evite esto el detalle de invitar a Yiya a compartirlo con ellos. A ver si va a tener sentido lo que dijo José Antonio de que ha surgido el amor entre estos dos concursantes.
El caso es que Elena y Jorge han defraudado en las pruebas, ella por ser atleta y él por una supuesta buena condición física dado su trabajo. No es que hayan fallado una vez sino que durante las primeras semanas fue algo común en todas las pruebas, lo cual provocó en ellos gran frustración, sobre todo en Jorge. En cuanto a la aportación al grupo creo que ha destacado más Elena que Jorge, a quien no se ha visto apenas. Sin desmerecer su concurso, creo que tienen menos méritos que otros para ganar. En cuanto a Ivana y Ana María, la primera ha sido buena en las pruebas, lo cual la convirtió en líder varias veces, y la segunda destacó en la pesca. También Ivana ha dado contenido por su relación con Hugo, sobre todo ahora que la pareja está en crisis. Y Ana María ha demostrado ser una trabajadora incansable, terca e independiente como pocos. Creo que las dos merecen por méritos propios un puesto en la final.
He dejado para el final a Barranco y Hugo. No voy a negar que veo en ellos el perfil de ganador más que en otros. Hugo es extremadamente competitivo, de esos concursantes que gusta ver por su compromiso y ganas de ser el mejor. ¿Qué ha fallado en él? Pues que se ha quedado muchas veces en las ganas. Ni ha sido el mejor ni tampoco ha demostrado tener buen perder. Por su parte, Barranco ha sido buen pescador desde el principio. Cuando nadie pescaba todavía ya estaba llevando comida para el grupo. Además, ha sido el gran experto en el fuego, logrando que su equipo comiera caliente en todo momento. Y en las pruebas no ha destacado siempre, pero fue de los más resistentes en la apnea, lo cual es importante de cara a la final. No me ha gustado su hipocresía y algunos otros detalles suyos en la convivencia, pero teniendo todo en cuenta, creo que tal vez sería Barranco quien más merece el triunfo.
Entre mis cuatro finalistas (Ivana, Ana María, Hugo y Barranco) ninguno está afectado por la maldición de Supervivientes. Esta dice que ninguno de los concursantes que han resultado nominados en la primera gala han terminado ganando, y se ha cumplido en cada edición, sin excepción ninguna. Estar entre los primeros nominados, por tanto, significa que se puede llegar a la final, pero no ganar el concurso. Así que ya sabemos que, salvo que no se cumpla por primera vez la maldición, ni Yiya ni José Antonio van a ganar Supervivientes 2020, aunque esto ya lo tenía claro de antes.
El gato responde
Voy a completar mi escrito de hoy con algo que vendría ser un FAQ, preguntas y respuestas sobre el programa que nos ocupa. Será una edición especial de esta sección, más o menos habitual, que intentará responder las preguntas de los lectores como siempre y la empiezo hoy para finalizar un próximo día.
1. ¿LES DAN COMIDA A LOS CONCURSANTES?
Aparte de tener agua (a temperatura ambiente) también les dan bebidas isotónicas y batidos deportivos, porque el agua que beben es depurada y está falta de nutrientes y sales minerales. Además tienen la conocida asignación de 50 gramos de arroz diario, que desde hace un tiempo combinan con legumbres, algunas latas de conserva y algunos otros alimentos (frutas principalmente), siempre dependiendo de la localización en la que estén. Es sí, hay un problema con las latas: no tienen abridor.
2. ¿CUÁNTO PUEDEN TARDAR EN ABRIR UN COCO?
Al verlo editado parece que abren los cocos en un minuto, pero pueden llegar a emplear hasta una hora
3. ¿TIENEN LOS CONCURSANTES RELACIÓN CON EL EQUIPO?
Los concursantes no pueden hablar con el equipo que les graba. De igual manera que el equipo no puede hablar con ellos. Los concursantes tampoco pueden mirar a cámara. Hay una sola excepción y es en la entrevista diaria que hace el equipo a cada concursante en un lugar suficientemente apartado del resto para que los demás no escuchen lo que dicen. Con esas entrevistas se sacan unos totales para resúmenes y galas. Es como el ‘confesionario’ de la isla. Eso sí, los concursantes entre ellos hablan mucho del equipo. Incluso se inventan nombres o utilizan motes para referirse a ellos
4. ¿EL EQUIPO COME CON LOS CONCURSANTES?
Los concursantes no ven al equipo comer porque estos tienen una caseta propia que los concursantes no pueden visitar, donde se reúnen, comen y preparan el material
5. ¿POR QUÉ LOS EXPULSADOS APARECEN EN PLATÓ VESTIDOS COMO EN LA ISLA?
Vale también para los finalistas. Se lo pide el programa para mantener una cierta continuidad al mantener la misma estética con la que les hemos estado viendo en la isla. Lógicamente no han llegado descalzos y aunque no tienen oportunidad para ir de compras antes de la visita al plató sí podrían afeitarse (los chicos) o vestir de forma más formal
6. ¿HUELEN MAL LOS CONCURSANTES?
Huelen principalmente a repelente de mosquitos. Las dificultades para la higiene personal no son tan importantes como la lucha contra estos insectos.
Otro día sigo con más preguntas y respuestas.
Moleskine del gato
Pues esta noche se salva José Antonio, Jorge, Hugo o Barranco. Yo ya no apuesto nada, que llevo una temporada memorable de fallos.