¿Quién es Marta?
![Marta Marta](https://album.mediaset.es/eimg/2016/12/22/WSRqLrUQZw4KLjaO1wc3I.jpg)
Me preguntan a veces cuándo voy a contar lo mala, lo falsa y lo lianta que es Marta. Tal vez no sepan que esa es la mejor forma de provocarme para que diga justo lo contrario, pero en este caso no hacía ninguna falta. Lo que sí agradezco es tener una excusa para hablar de Marta. Igual no cuela, porque la excusa es endeble. Digamos que lo he forzado un poco, porque me apetece decir algunas cosas sobre esta concursante.
Marta es un elemento catalizador de la vida en la casa de Guadalix. Soy consciente de mi tendencia a la exageración, pero no creo que sea por eso que considero absolutamente imprescindible a esta concursante. Pocas veces es suficientemente protagonista como para ocupar algunos de mis párrafos. Sin embargo, Marta está sirviendo de nexo de unión entre unos y otros. Para todos tiene una sonrisa, una palabra amable y un gesto noble. Puede interpretarse como una hipocresía cuyo fin sería no quedar nominada. Y tampoco digo que no sea así en algunas ocasiones, pero no cuadra con otros aspectos de su personalidad.
Cuando ella lo considera es la primera en levantar la voz. Así lo hizo frente a Raquel, con quien tenía una seria incompatibilidad. Lo mejor de Marta es que es una concursante kamikaze. Tal vez la más suicida que he conocido en la historia de este programa. Le va el cotilleo y no se oculta. Es la reina del ‘piqui-piqui’, y diría que a mucha honra. Ella sabe que no la beneficia, pero no parece preocupada por eso. En realidad, es consciente de que no tiene posibilidad de llevarse el maletín. Y sobre ese punto de partida ha construido su concurso.
Marta ha renunciado a ganar, y eso la sitúa en una posición absolutamente singular, diría que privilegiada. Sabe que es demasiado espontánea, demasiado poco reflexiva, demasiado chismosa. Es excesiva en todo, para bien y para mal. También es demasiado cariñosa, demasiado afectuosa, demasiado apasionada. Los extremos se tocan (y los extremeños, que decía Muñoz Seca). La combinación en este caso resulta explosiva. Por eso Marta es de esas concursantes que amas o detestas. Yo estoy mucho más cerca del primer grupo que del segundo.
Soy consciente de que voy a contracorriente, pero lo quiero confesar: Marta me da la vida. Su entusiasmo, esa vitalidad tan contagiosa, me transmite una alegría impagable. Reconozco sus errores y sus defectos. Es chismosa y poco leal en muchas ocasiones. No hay secretos con Marta porque es incapaz de callar. Esto puede generar mucha inseguridad entre sus amigos y la gente que la rodea. Tal vez sea Sofía quien mejor ha sabido comprenderla. Por eso tienen una amistad inquebrantable, y tengo la absoluta seguridad de que será así hasta que una de ellas deje esa casa. Por lo menos.
Sofía ha entendido a Marta y la acepta como es. Su postura no puede ser más inteligente. Claro que estoy hablando de otra concursante que también va a braga quitada casi todo el tiempo, sin preocuparse mucho por lo que le pueda pasar y diría que nada por el qué dirán. En eso son tal para cual, y también ayuda a la buena sintonía que hay entre ellas. La gran diferencia es que Sofía sí piensa que puede ganar. Marta no. Y tampoco le hace ninguna falta. Marta no necesita el dinero del premio. Con cierta prepotencia (no lo niego) desprecia esa recompensa. Entiendo que esto puede dar rabia, sobre todo entre los pobrecitos a los que nos cambiaría la vida esa importante inyección económica. No es su caso.
![Carolina sonríe](https://album.mediaset.es/eimg/2016/12/23/8XM6bAsPh4W5KnnDbs0hm1.jpg)
Tampoco quisiera reducir la cosa a un tema de dinero. Pero esa poco habitual circunstancia es vital para entender el concurso que está haciendo Marta. También para profundizar en sus motivaciones, en por qué hace las cosas como las hace. Y, principalmente, vale para analizarla como concursante. Ni siquiera puedo decir que sea una concursante en peligro de extinción, porque su especie nunca ha existido. En realidad, es una especie casi única, una rareza de la naturaleza en el universo Gran Hermano. Hace singular a Marta que concurse sin la ambición del dinero. ¿Cuál es su ambición entonces? Confieso que no sabría responder esa pregunta, pero me gustaría hacerlo. Por eso deseo que aguante más tiempo, no quisiera despedirla sin haber pergeñado una teoría sobre esto que digo. En todo caso, Marta se ha situado en una posición interesante dentro de la casa, y la fortuna está de su parte hasta el momento.
Ha bastado con que dos concursantes se enemistaran con Marta para que la audiencia se encargase de hacerlas salir de la casa. Me estoy adelantando a los acontecimientos, pero no tengo mucha duda de que hoy saldrá Carolina, de igual modo que hace siete días lo hizo Ivy. Esa secuencia de las dos sentadas delante de una cama, mirando fijamente a Marta, esperando su reacción e Ivy tomando finalmente la iniciativa preguntando si le pasaba algo es definitoria vista hoy. Aquellas dos fuera, salvo sorpresa de última hora, y Marta dentro. La audiencia no ha expulsado a Ivy para defender o proteger a Marta, pero esta tiene motivos para sentirse triunfadora en ese asalto de un corto combate.
Marta es nerviosa y excesivamente llorona. 'Dramarta', la llamamos desde un principio. Ahora he dejado de ver una Marta dada a los dramas para descubrir la que está ahí cuando sus compañeros la necesitan, la que tiene siempre una sonrisa, la que anima a Sofía con un cachete en el culo y deja que Han masajee su pecho con el cacharro ese que pone los pelos de punta cuando se pasan sus varillas por el cuero cabelludo. Esta Marta sin freno y sin medida, la que se está bebiendo el programa a interminables tragos, capaz de estar siempre en misa y repicando, es la que a mí me gusta. Buena amiga, pero chismosa. Sensata, pero alocada. Alegre y llorica a un tiempo. Es el yin y el yang. Un auténtico lujo como concursante.
Cuando el martes pasado Marta se acercaba a Carolina tras conocerse los porcentajes oficiales ciegos pensé que lo hacía porque había visto lo mismo que yo: el rostro pálido y desencajado de Carolina, más bella que nunca y convencida de que ese guarismo por encima del 70 le correspondía a ella. Se había llevado las manos a la cabeza. No es una expresión, lo hizo literalmente. En tal situación, que Marta se acerque y le propine un abrazo puede ser interpretado bien o mal. Yo creo que intentaba tranquilizar a Carolina. Otros vieron aviesas y malvadas intenciones. No hace falta decir a quién me estoy refiriendo. Por gestos como ese, que yo me creo e interpreto como generoso, también me gusta Marta. La chismosa, sí. La incapaz de guardar un secreto, también. Ya lo he dicho: el yin y el yang. Fuerzas opuestas que mueven el universo. La tierra y el cielo, la oscuridad y la luz, la absorción y la penetración. Pues eso.
![Maite y Raquel](https://album.mediaset.es/eimg/2016/12/22/hpGA5l8krIINUKWSk9FLZ2.jpg)
Me acabo de desquitar diciendo cosas buenas. Tengo la sensación de que antes lo hacía más. Igual tengo un día tonto, a juego con el vivido ayer en el búnker de la casa de Guadalix. Tanto es así que, puestos a destacar, solo hablaría de lo que está pasando en el apartamento, donde Raquel habla todo el rato mientras Maite asiente. No para de asentir, como quien le da la razón a un tonto. Me he reído con esto. En cuanto a lo sucedido en el mencionado búnker, solamente algo llamativo ocurrido muy entrada la madrugada.
Luces apagadas, casi todos dormidos o en ese proceso y... de repente Aritz. No, no es un de repente de los míos. Aritz ya tuvo el suyo y sigo en un tris de desposeerle del título. Hasta ahora había mantenido mis “de repente” hasta el final. Dos concursantes que lo merecieron terminaron llevándose el maletín. Indhira (GH 11) fue la primera. Ella no ganó por imposibilidad material (un vaso de agua se puso de por medio), aunque para algunos sigue siendo ganadora moral de aquel Gran Hermano de horrible desenlace.
Quería contar que de repente Aritz se puso a hablar en sueños, en medio de la madrugada. Adivinen quién estaba casi al lado y enseguida se incorporó para prestar atención a las palabras de Aritz. Sí, estoy hablando de Marta. Enseguida se acercaban Suso y Amanda (son como Pili y Mili), gateando por el suelo. Con un tono de voz cada vez más elevado, casi tan claro como si hablase despierto, Aritz contaba no sé qué de un castañazo, unos premios, un juego de coches y algo que había hecho mal. Preguntaba: “¿Tú estás bien? ¿Qué juego has hecho? ¿Qué dices?”. Y una chica, chica o japonesa, que les dijo algo del dinero. “Esta de qué va, pues que se pague ella el plato ese”. E insistía, muy atento: “Pero, ¿tú estás bien?”.
Suso le despertó entonces preguntando si estaba consciente. Aritz pensaba que estaba hablando con alguien de la casa. Adivinen con quién. Sí, pensaba que hablaba con Marta. “Estaba Marta aquí conmigo. Estabas hablando conmigo, ¿no?”. ¿Con quién iba a estar hablando en sueños Aritz? No podía ser de otra manera. Ya despierto explicaba su sueño. De un restaurante chino con muchos platos para elegir y una camarera muy estirada. A Marta le había salido bien lo de los coches, pero también estaba disgustada. Normal en ella. Y un tío que le había dado un collejón a Han en el suelo, y él le había metido un castañazo. Ese instinto protector de Aritz.
Según Marta, Aritz abría los ojos cuando le preguntaba si estaba bien. Hablar en sueños le había dado hambre a Artiz. Es gracioso. Cualquier excusa es buena. Un día entero encerrados en un búnker, sesteando sin ganas ni entusiasmo, se resumen en la secuencia graciosa de un concursante que habla en sueños. Fue todo un momentazo, en todo caso. Es normal, porque verles jugando con el dron o aprendiendo técnicas de salvamento tiene un nivel de interés que podría valorar entre nada y poco.
Aritz entre sueños es más creíble, y hasta más coherente que despierto. Ya parece haber olvidado su bronca con Han este lunes. Ha vuelto a los besos y los arrumacos, porque parece que otra vez le ha dejado de preocupar lo que pensemos los demás, incluso su “persona especial”, con la que comparte llave. El argumento de Aritz es justo a la inversa. No piensa que esté dando esperanzas a Han si le sigue llenando de besos y cariño. Lo que él dice es que si hubiera querido hacer algo con Han ya lo hubiera hecho.
Por tanto, Han debería valorar en un plano puramente práctico lo siguiente: dado que Aritz no ha intentado hacer nada con él en todo este tiempo, debe descartar que eso vaya a suceder nunca. Creo que debe haber pasado por alto algo importante Aritz. Aun en el caso de que Han consiga migrar sus pasiones al plano de lo puramente práctico, lo cual no es fácil, la situación no deja de ser como poner un caramelito en sus labios para luego quitárselo en cuanto está a punto de metérselo en la boca. El caramelo lo das o no, y en este segundo caso lo mejor es apartarlo todo lo posible. Aritz anda para Han siempre a punto de caramelo, pero se queda en nada. O casi nada. Debería pensar en ello el amigo Aritz.
![Frase: Maite](https://album.mediaset.es/eimg/2016/12/22/HHgjK4eUomc2U5ToGpJh57.jpg)
Nominaciones desde la guarida
![Guarida](https://album.mediaset.es/eimg/2016/12/22/tKOrN721Fs5q4rb36apdr4.jpg)
Puedo asegurar que si pudiera nominaría a la cara. Aunque, bien mirado, yo siempre lo hago.
Nomino a Marina porque me da la impresión de que además de tener un bebé que es un muñeco también le gustaría convertir en muñecos a sus amigos. A Marina no le gusta Aritz, sino el muñeco que ella haría de Aritz. Igual que no le gustaba Quique sino su muñeco correspondiente. Sospecho que Marina se siente sola en la casa y por eso se acerca a Aritz. Para lo suyo le conviene que Aritz se separe un poco de Han, por eso pone todo su empeño en conseguirlo. Insisto, creo que no le gusta Aritz, pero se pirra por un muñeco que se le parece mucho.
Nomino a Carlos. La razón es que no tengo razones. Ni ganas de exponerlas. Carlos es la nada. Concursante insípido como el agua. Sin color ni sabor. Lo del olor mejor preguntar a sus compañeros. Personalmente no le perdono que censurase amargamente los pedos de Maite y sea precisamente él uno de los que más está intoxicando al resto de concursantes con sus gases. Como entonces le parecía una falta de educación tan grande, ahora me permito ser yo quien le llame maleducado. Así que, mira tú por dónde, ya tengo una razón. Le nomino por maleducado. Y por hipócrita, ya puestos. Y por ser un pan sin sal. Al final me animé.
Nomino a Ricky porque con un machista primitivo obsesionado con hacer pesas teníamos suficiente. Y, sinceramente, no soporto a Suso, pero ya nos habíamos acostumbrado a él. Veo otro del mismo estilo y no sé si cortarme las venas o dejármelas crecer.
Moleskine del gato
![Nominados semana 7](https://album.mediaset.es/eimg/2016/12/23/ku2GNOsRhDxNOSGUjUkzO2.jpg)
Esta noche tenemos una fiesta, con Mercedes Milá como anfitriona. Se me antoja que ella será casi lo único que no resulte terrorífico esta noche. Esta es una de nuestras fiestas preferidas de los jueves que con más ganas estamos esperando siempre. La fiesta de Halloween en Gran Hermano. Un horror me parece también que Carolina vaya a ser la expulsada de esta noche. Precisamente esta noche. Menos mal que está Mercedes ahí, lo cual me tranquiliza. Igual que me dejó tranquilo y agradecido Jordi González el martes, cortando cualquier posibilidad de debate sobre lo que había contado la madre de Carolina, y acabando apresuradamente la conversación con ella cuando vio que el padre se rompía. Enhorabuena a Jordi, y gracias por demostrar tanta y tanta sensibilidad.
En la fiesta de esta noche volverán a nominar a la cara. No estaría de más que también nominasen en positivo, lo cual todavía no hemos visto en esta edición. De ser así, lo previsible es que quedasen nominados los muermazos tipo Carlos. Si no, es posible que al final tengamos una final llena de concursantes con un protagonismo que tiende a cero. En cualquier caso, disfrutemos de la fiesta.