Lara vio por primera vez el momento “prefiero tenerla de amiga que de enemiga”. Hasta ahora siempre había disculpado a Olga, quitando importancia a la frase y aceptando las explicaciones dadas por esta al respecto. Pero anoche fue ella misma quien pudo ver el momento en vídeo. Además, la reproducción no se paraba bruscamente donde lo había hecho siempre, siguiendo una frase más. “Terminaré enfadada con ella, pero por cómo es ella”, añade Olga al final. El rostro de Lara era descriptivo. No le había gustado nada y, tras defender a Olga durante mucho tiempo, incluso después de saber que había dicho esta frase, anoche al fin entendió el verdadero sentido de la misma.
Cuando hablaron de esto en la palapa a Lara la preocupaba más que fuera posiblemente su última noche. Luego aceptó de buen grado las explicaciones de una embaucadora Olga. Le fallaba el contexto. Anoche se dio cuenta de que Olga responde a Gianmarco cuando este afirma no fiarse de ella. Y hace el razonamiento lógico que muchos ya hicimos en su momento: en lugar de defender a su amiga y aclarar al italiano que no hable mal de ella en su presencia, la respuesta de Olga es también en su contra. Esto en lo relativo a lo de antes, pero es que lo de después directamente no lo habíamos visto ni escuchado nunca. Olga previendo un mal desenlace de su relación con Lara y, por supuesto, por culpa de la forma de ser de esta.
“Estoy decepcionada”, afirmaba Lara sin rubor. Curiosamente, ella también piensa que la relación con Olga habría estallado en mil pedazos en caso de durar un poco más de tiempo en el concurso. “Hay un solo contexto y dice lo que dice”, reflexionaba Lara. Y seguía: “No he tenido reacción antes porque Olga era un apoyo muy grande para mí, y es grande el miedo que tienes de perder ese apoyo. Pero estoy un poquito… bastante decepcionada, porque yo de ella no he dicho nunca nada malo […] No sé si han salido las imágenes de la última pelea que he tenido con Olga en cayo Paloma. Te digo sinceramente que si yo hubiese estado una semana tal vez habría terminado fatal con Olga”. Estalló la bomba finalmente.
No hemos visto las imágenes de esa bronca de la que hablaba anoche Lara, pero podemos comprobar que su opinión no difiere mucho de la de Olga en el fondo. Las dos creían que iban a terminar mal si seguían juntas, aunque por razones diferentes. Entiendo que a Lara le costase aceptar esta realidad y prefiriese restarle importancia a la desafortunada frase. Prefirió dar por buenas unas explicaciones bastante inverosímiles porque, como ella misma dice, no quería perder el apoyo de una concursante a la que sentía como su amiga. El problema era que ese sentimiento no parecía ser recíproco. Es curioso que ahora Olga se queje de que algunos supervivientes tengan un grupo cerrado cuando el grupo más cerrado en esta edición fue el formado por ella con Lara y Melyssa.
En los inicios Olga se unió a Marta en la misión de presentar a Melyssa como una aprovechada a la sombra de Tom, lo cual servía para menospreciar su concurso e intentar que desconfiase o dudase de sí misma. Una vez Marta se fue, Olga comenzó a acercarse a Melyssa y a Lara, estableciendo un grupo más pequeño y limitado que el tan criticado por ella ahora. Dice que Melyssa, Lola, Gianmarco y Tom la machacan todo el rato, pero esa realidad solo parece existir en su mente. Y le molesta que se alíen y dejen a los demás fuera, algo que nunca pareció preocuparla cuando sus dos amigas y ella se apartaban de todos los demás.
Las tres amigas no solo llegaron a hacer vida separada del grupo, también planearon juntas unas nominaciones en las que salieron nominados solo los chicos. Celebré entonces el éxito de las chicas, porque su estrategia obtuvo los resultados pretendidos. ¿Qué hubiera dicho Olga si en lugar de ser líder de ese grupo su lugar hubiera estado en el otro lado? La mentira tantas veces repetida de que nunca habló mal de nadie parece haberse apoderado del discurso de algunos, como si nos fallase la memoria a todos en un inédito fenómeno de amnesia colectiva. Por suerte, esto no sucede, o algunos hemos escapado a esa otra epidemia.
A Lara le esperaban anoche en plató tres excompañeros que no aplaudieron su entrada en plató y miraban a otro lado mientras ella hablaba. Sylvia Pantoja, Carlos Alba y Agustín Bravo parecían incómodos ante la presencia de una extraordinaria concursante que ha llegado mucho más lejos que ellos y de la que seguiremos hablando cuando nos cueste recordar hasta sus nombres. Ver a Bravo poniéndose de ejemplo es un puro sarcasmo. Si todos hubieran sido como él esta edición llevaría muerta tres meses y no habría aguantado ni el tato. Curioso ejemplo de alguien que confesó a su salida tener la estrategia de llevarse bien con todos, lo cual nunca ha validado la audiencia en un reality. Si había sospechas sobre si lo peor suyo era que fuera tan aburrido saldríamos de dudas al comprobar lo mal estratega que es y lo poco que conoce el género.
Que Gianmarco quiera poner a la dotación semanal de comida el candado del kit antirrobo ganado por Olga puede parecer humillante para esta, pero es producto de la desconfianza del grupo. Nadie se fía de nadie y los precedentes explican esto. Lo que Olga llama machaque es desconfianza y cuidadoso análisis de todo lo que ella hace. El truco es utilizar machaconamente la palabra “machaque”, para así convencer a la audiencia. La desconfianza del grupo es excesiva en situaciones como el reparto de la leche condensada. Es cierto que Olga ha repartido la comida infinidad de veces y nunca han tenido queja. Pero la situación ha cambiado y ahora lo ven bajo otro prisma, no sé si más o menos desenfocado.
Melyssa es la única que fue integrante del grupo de las chicas y también lo es ahora del que parece martirizar a Olga por ser un grupo cerrado que impide la unión de todos, como si aquel buscase la concordia. Melyssa es como esos cisnes que se meten en el barro y cuando salen agitan sus alas y están limpios, impolutos, como si hubieran estado siempre nadando entre nenúfares de intensos y agradables perfumes. Me parece admirable su capacidad para salir indemne de todo, sin reparar en lo oportuno o no de su postura. Ante el culebrón de Tom y su exnovia, por ejemplo, no ha dudado en dar abiertamente su opinión sin que su también exnovio parezca excesivamente molesto.
Para Melyssa lo de Tom y Sandra huele a montaje. Cree que habían pactado algo, aunque finalmente no le haya salido demasiado bien a Tom, seguramente porque la otra parte decidiera ir por libre y modificar en parte la hoja de ruta inicial. No puedo estar más de acuerdo. Por cosas como esta hablo de la inteligencia emocional de Melyssa que algunos ponen en duda y ridiculizan sin ofrecer argumentos en contra. Es muy fácil encumbrar o hundir a unos u otros sin dar una sola explicación. Que Lola es un bluf y Melyssa la gran manipuladora son el leitmotiv de algunos, pero rara vez lo acompañan de argumentos. No se trata de que estos sean más o menos convincentes, sencillamente brillan por su ausencia.
No me creo a este Tom muy enamorado a quien la ruptura no parece haberle afectado. Cada uno gestiona sus emociones de una manera distinta y este concursante podría ser frío como un témpano, aunque en los momentos claves en que tuvo malas noticias de su expareja parecía hundido mientras lloraba sin consuelo. Es como si al día siguiente todo eso le quedase muy lejano, lo cual podría ser cierto. En su contra juega el convencimiento de que en el origen había un plan para que Sandra Pica se convirtiera en la concursante número 17, sin serlo en realidad. Y, en mi caso, se terminó convirtiendo en un auténtico tormento. No soporto más su inmerecido protagonismo.
Coinciden chicas y chicos en que se les empieza a despertar el apetito sexual. Creo que tiene razón Melyssa en que es indicativo de que ya tienen la mente más fuera que dentro. Es sensato que vayan facilitando una adaptación que a menudo es complicada. Esta edición puede terminar siendo de las más largas en la historia del reality, posiblemente junto a la del pasado año. Aquella superó los 100 días y parece claro que esta va por parecido camino, si no justamente el mismo. Puede que esa duración sea finalmente un 50% superior a la de la última de L’Isola dei famosi, la edición italiana. Esto da idea de la dureza del concurso en nuestro país. Ya pueden ir empezando a animarse, en todos los sentidos, para la vuelta.