Koala y Miriam se reconcilian, pero siguen a la gresca
Si se habrán tomado en serio los finalistas su campaña electoral que anoche les proponen hacer un debate y se dedican a leer sus notas en lugar de improvisar o memorizar reflexiones de apenas medio minuto. Todavía si hubieran dicho algo original, pero se limitaron a repetir lugares comunes bastante previsibles. Hablar bien de uno mismo debe ser un bochorno absoluto, aunque al Koala no le costó nada presumir de humilde y buena persona. Lo más llamativo fue que no siempre entendieran el tema propuesto. “Pensé que había que desglosarlo por ramas”, dijo Suso ante la propuesta de hablar de la sinceridad. Demasiado complicado el temario, me temo.
Hay que evitar leer para hablar en público porque se pierde frescura y decae el interés completamente. No debieron animar a los concursantes a prepararse los temas previamente. “Desde Adán y Eva todo ha sido una improvisación”, dijo el Koala. Todo menos ese texto que estaba leyendo en ese momento. Queda muy lejos de lo que se espera en Gran Hermano, ver a unos finalistas leyendo lo que piensan sobre cuál de ellos ha sido más protagonista. Esa fue una de las propuestas y, por cierto, la que menos debieron entender porque aprovecharon para hablar de otras cosas. En eso también son como políticos, que les preguntan sobre una cosa y contestan sobre otra.
Por no haber no hubo ni debate, y eso que el ‘súper’ les había advertido de que no había más reglas que la cortesía y la educación. Se lo tomaron al pie de la letra y ni siquiera vimos al Koala sacarle a Miriam de nuevo el tema de Makoke y Carlos Lozano. Aunque para cortesía la de Suso, ese lobo con piel de cordero que en estas dos últimas semanas ha decidido ponerse la piel de Mimosín sobre la de cordero. Está tan tierno y generoso que me cuesta reconocerlo. No es que se haya convertido en el auténtico jefe de campaña de Miriam, más bien parece miembro de una ONG dispuesto a ayudar a sus contrincantes a ganar el concurso. “Miriam tiene más motivación que yo”, llegó a decir anoche, exagerando un poco su papel.
Es de imaginar que Suso pretende con su actitud transmitir ternura. Como buen perdedor, sabe lo importante que es dar pena. Por eso ha decidido repartir amor entre sus compañeros en lugar de morir matando. Todo lo contrario que el Koala. Porque si Suso parece reacio a querer quitar el maletín a sus compañeros, el cantautor con nombre de marsupial está en cuerpo y alma dedicado a poner el maletín en la mano a Miriam. Con su actitud de los últimos días hace lo mismo que hicieron todos desde el principio: lograr que gane Miriam.
Después de la traición de la pasada semana, Miriam se reconcilió con el Koala. Desde el cuarto de baño llamó a su amigo y le propuso que se dijeran todo lo que piensan, pero sin acritud y manteniendo el cariño que se han tenido todo el tiempo. Ambos se fundieron en un abrazo después de que el Koala tuviera el buen gesto de pedir perdón. Porque ya sabemos que él es humilde y buena persona. Y las personas tan buenas como humildes son muy de pedir perdón. Hubiera sido una bonita reconciliación de no ser porque siguen a la gresca. Mantienen los recelos y empiezan a reprocharse cosas de hace semanas.
Anoche después del debate fue Miriam quien parecía haber estado rebuscando en el pasado para encontrar actitudes del Koala que no le gustaron en su momento y, por supuesto, no dijo entonces. Ya había avisado en el debate que va siempre directa a la “yogular”. Bueno, también dijo: “Voy de frente mirando a los ojos”. No explicó que mira, pero no ve, ni siquiera con lentillas nuevas. Bonito, lo que se dice bonito, no es ver a estos dos concursantes discutiendo de forma retrospectiva, pero en Miriam estamos acostumbrados porque lleva tres meses de entrenamiento intensivo. Para ella esta experiencia ha sido como pasar por un centro de alto rendimiento en discusiones y enfrentamientos. El ambiente en torno a Miriam ha sido hostil todo el rato. Lo extraño es ver ahora al Koala discutir con ella después de especializarse en evadir las discusiones.
Lo dice el propio Koala: “Es un arte esquivar discusiones y conflictos. Un arte bonito e importante”. Una vez sublimado el tema no podía ofenderle, si no todo lo contrario, un tuit en el cual se decía de él que “es un experto en esquivar broncas”. Le pareció un halago y dio las gracias con más entusiasmo que si le hubieran llamado guapo, aunque en este caso no tuvo ninguna duda de que ese seguidor estaba en lo cierto. Pasarse todo el concurso esquivando las discusiones para pasar la última semana discutiendo todo el rato con su mejor amiga parece cuando menos curioso.
El Koala está haciendo ahora lo que no ha hecho en todo el concurso. Dentro del giro que está experimentando solo le faltaría decir que las orejas de Makoke siempre la parecieron muy bonitas. Estoy viendo hablar a este finalista como nunca lo había visto antes. Hay ratos que parece haber comido lengua. Hubo una mañana que se montó en la cinta andadora y empezó a hablar sin parar durante horas. Prometo que no exagero nada. Venía a decir que para lo que le queda en el convento se discutía dentro, o algo así. La Madre Teresa (la de Calcuta, no la Campos) afirmó: “Los niños son como las estrellas, nunca hay demasiados”. El Koala, que es muy beato, debe pensar que nunca hay demasiados soliloquios.
La tendencia del Koala en los últimos días por hablar solo es parte de su horrorosa estrategia para intentar ganar el concurso. Después de poner a Miriam el maletín en la mano haciendo lo mismo que han estado haciendo los demás durante todo el concurso, ahora ha empezado a hacer bueno a Suso dudando de que realmente fuera amigo de Asraf y de Mónica. Tenemos al Koala haciendo el peor final de concurso posible y a Suso pasado de rosca en su impostado papel de pobrecito. Luego algunos se extrañan de que Miriam vaya a llevarse el maletín. Poco me parece su porcentaje en las encuestas, bastante coincidente con el mayor de los porcentajes ciegos.
Siendo egoísta agradezco al Koala que haya mostrado otra cara tantos días antes de la final porque así me ha evitado hacerle un daguerrotipo del que me fuera a lamentar luego. No va a ser fácil porque he de recordar que ya tuvo su “de repente”. Con Ángel Garó también estuve equivocado, pero me di cuenta pronto. No creo que este Koala sea más de verdad que el de antes. Tampoco es la primera vez que vemos a un concursante perder la cabeza los últimos días creyendo que puede ganar y haciendo todo lo contrario para ello. Desde Rodrigo (GH 9) quitando de la vista el teléfono de Judit hasta Maico y Rubén (GH Revolution) apuñalando por la espalda a Hugo las últimas semanas. ¿Habrían sido Judit y Hugo ganadores igualmente? Es posible, pero así lo tuvieron aún más fácil.
Incómodo con su nuevo papel, Suso lee que en un tuit le llaman “oportunista” y no sabe lo que es, pero por si acaso niega serlo. Flaquea en su intento de parecer santo y le da gracias al seguidor del programa autor del mensaje, aunque aclara: “Me da igual lo que diga ese chaval”. Bueno, por lo menos ahora no se caga en toda la audiencia. Algo es algo. A Suso le está siendo sencillo su acercamiento a Miriam porque llegados a esta fase final del encierro siempre pasan por encima las discrepancias y fuman la pipa de la paz. Lo de Mónica fue una excepción.
Por eso llama especialmente la atención que cuando se espera verlos más de buen rollo se produzcan los primeros roces en la convivencia entre Miriam y el Koala. Lo peor no es que discutan y se saquen temas tontos de hace semanas, sino la incomunicación. Cada actividad que les proponen genera una discusión, y esa discusión provoca que durante horas dejen de hablarse. Tengamos en cuenta que si con tres concursantes dos se dejan de hablar se hace el silencio. Y duele ver esa casa en silencio.
Lo último que propusieron a los tres finalistas anoche fue hacer su curva del concurso. De los autores de la curva de la vida llega ahora la curva del concurso. Suso está teniendo muy mala suerte porque el jueves pasado nadie tenía cuentas pendientes con él y ha sido el único de todos los concursantes en esta edición que no ha hecho su curva de la vida. Una lástima, porque en la del concurso parecía hablar solo de Aurah. Poco concurso debe tener Suso para centrarlo todo en otra persona.
Mientras tanto, Aurah en plató discutía con la madre de Suso. No le sentó nada bien que defendiera a Asraf, injustamente tratado por la supuesta pareja el pasado jueves. Sandra Barneda preguntaba a Aurah si tiene claros sus sentimientos hacia Suso dadas sus dudas sobre el futuro de la relación. Ya respondo yo por ella: Aurah duda ahora de su futuro con Suso porque es el paso previo a una ruptura tan premeditada como lo fue esa relación.
Miriam fue la única que hizo una curva del concurso lógica, entretenida y muy completa. Contrasta la Miriam que necesita leer un tuit dos veces para entenderlo con esta otra mucho más centrada, capaz de hacer un discurso largo e improvisado que convence y emociona. En cosas como esta se ve la diferencia entre los finalistas. Y esto también hace ganador a un concursante. Quiero decir que a Miriam no solo le han regalado el maletín los demás. También era necesario que ella convenciera. Ni con toda la casa en contra hubiera podido ganar Mónica. Por poner un ejemplo que tengo a mano.
El debate en la casa fue anoche más flojo que en plató. No sé si me hizo reír más ver a Mónica contra todos o que Sofía dijese que le empiezan a tener miedo los cantantes de este país. Miedo tengo yo por mis oídos si se escucha mucho su cutre canción. Mónica llamó “idiota” a Miguel Frigenti y luego lo quiso suavizar cambiándolo por “tontillo”. Porque hasta un tonto sabe que es mucho peor ser idiota que tonto. Sobre Belén Esteban vino a dudar de la limpieza de su triunfo en GH VIP 3. Si hasta se metió con el animador de público, a quien acusó de estar incitando a corear “Miriam ganadora”. Seguro que Mónica negará hoy todo esto que solamente sucedió en una de sus realidades paralelas.
Moleskine del gato
Así estaban anoche los porcentajes ciegos: 67,2 %, 25,8 % y 6,9 %. En la imagen he puesto los porcentajes conocidos anoche junto a los dos anteriores, con sus fechas correspondientes (léase cronológicamente en el sentido de las agujas del reloj). Como se puede ver, la tendencia apuntada el jueves se ha mantenido. Es decir, sigue creciendo el porcentaje mayor y bajando el siguiente, mientras se mantiene el más pequeño. Ya dije que sería así, lo cual explicaría muchas cosas.
El exiguo porcentaje de Asraf no se ha repartido entre los tres finalistas definitivos porque solo crece de forma clara el porcentaje mayor. En todo caso, solo hay una variación positiva de 3,7 puntos en el porcentaje ganador desde hace una semana. No parece que vaya a haber cambios importantes de aquí al jueves de la gran final.
Anoche Nagore Robles confirmaba que habrá debate final con todos los concursantes el próximo domingo, víspera de Nochebuena. Dadas las fechas supongo que se grabará previamente, como es costumbre. Y también es tradición que en ese debate terminen de reventar todos teniendo al ganador en frente. Anoche estuvo maravillosa Sandra Barneda diciéndole a Mónica Hoyos: “Eres una reventada”. No quiero ni pensar en el espectáculo que puede dar en el debate final. Me da pereza y me produce bochorno a partes iguales.