Hugo confirma sus sospechas sobre Rubén y aun así le tiende su mano
Me he puesto este trajecito, a ver si así gusto a las niñas. Me está un poco apretado porque en estos tres meses engordé un poco, pero casi no se nota. Creo que puedo ganar, tengo un buen presentimiento. Maico caía mal porque sí, por eso salió hace una semana. Él no es guapo y encima es italiano. Yo soy gallego y lo peto con las tías. Seguro que tengo un par de clubs de fans funcionando. Y sin enterarme, porque aquí dentro no te enteras de nada. Carlos y Hugo se enteran más. Parece que les dejasen ver la tele algunos ratos, o algo. Yo estoy en la inopia.
¡Anda!, nos están llamando para la sala de pruebas. Empiezan a pasar cosas. Creo que hoy se irán dos, a ver si hay suerte y uno de ellos es Hugo. Si llego a ir con Hugo y Maico a la final siendo los tres buenos amigos yo no hubiera ganado. Algo tenía que hacer. No me arrepiento de nada, por mucho que a Maico le saliera mal la jugada. No entiendo que de salvarse con porcentajes bajísimos de varias expulsiones pasase a ser el menos votado para ganar. ¿Quién está votando esto? Por favor, que alguien me explique esta locura. ¡Qué barbaridad!
Ay, madre, que igual nos ponen vídeos. A ver, nos han ido llamando en grupos y creo que es por los conflictos que hemos tenido. ¡Madre mía, madre mía! Que la virgen de la Asunción me proteja porque si nos ponen vídeos y Hugo ve las cosas que hemos estado hablando Maico, Miri y yo puede que Hugo quiera arrancarme la cabeza. Y lo entiendo. Que tampoco ha sido nada tan grave. Eso tampoco. Pero, claro, yo diciendo que ha sido él quien se apartó y se puede ver claramente que no fue así. No debía haber dicho eso. Son los nervios, que le hacen decir a uno cosas que no quiere. Estoy nervioso otra vez. Se me seca la boca.
Nos pasamos las horas muertas esperando. Estamos Hugo y yo en los dos extremos. Menos mal que tengo a Miri al lado. Hugo me está mirando mal. Como nos pongan ciertos vídeos lo tengo crudísimo. Voy a decir lo de los consejos, que Hugo me los daba no para ayudarme sino para que le favoreciera a él. Igual me lo he inventado un poco. A veces me pongo a pensarlo y no soy capaz de recordar un maldito consejo de Hugo salvo aquello de que volviera a ser el que era. Si me lo dice ahora vale, pero entonces no tenia sentido. Ahora sí, porque me he portado con él de la forma que me he portado. Pero yo quiero el maletín. Yo no soy tonto, y sé que se lo llevaría él. Tenía que lucharlo. A su lado no tenía opciones. Pero esto no lo puedo decir.
¡Lo sabía! Nos ponen vídeos. Espero que no vayan a por mí, porque según estén montados me puedo ir para casa ya mismo. Al cabrón de Hugo seguro que no le importa que pongan vídeos. Menudo marrón, tío. Esto es una mierda. ¡Toma! La primera en la frente, voy a quedar en evidencia. Y no solo con Hugo, también con Cris y con Carlos. Lo de Yangyang me da igual. Esto está empezando a tener una pinta horrorosa. Me está faltando el aire ya. Como me hagan hablar ahora se va a notar que estoy nervioso.
Tengo el corazón a mil, como si se me fuera a salir por la boca. No me he portado bien con Hugo, pero este es mi concurso y tampoco he matado a nadie. Ya castigaron a Maico la semana pasada. Que me dejen a mí en paz. Ha salido Carlos. Lo sabía. Él decía que yo salía hoy, pero igual se equivocaba. Es cocinero, no adivino. ¡Toma, cocinero! Que has salido antes que yo. De momento no han puesto los peores vídeos. Como saquen lo de la primera noche, esa que estuvimos Maico, Miriam y yo en la cocina organizando todo…
Como saquen eso estoy perdido. Luego nos quedamos Maico y yo solos en el jardín y entonces fue peor. No hacía tanto frío entonces. Ahora estoy teniendo escalofríos y todo. Espera, que ponen más vídeos. ¡Joder, joder, joder! No me lo puedo creer. A ver qué diablos digo ahora, se está viendo todo. Me cago en todo. En realidad, me estoy cagando de verdad, a ver si termina esto pronto y me cambio. Menos mal que me mandaron calzoncillos nuevos sin marca.
Me iría por la salida de emergencia ahora mismo. Creo que esa puerta da a la calle. Me la han jugado. Aún encima me he quejado de los vídeos y Jorge me ha echado la bronca. Creo que no le caigo bien. Han ido a por mí. Esto es una mierda. Y Miri diciendo que no me sé explicar. Me ha dejado de tonto. Hugo ha quedado de puta madre y yo de puta pena. Estoy fuera. Me he equivocado, pero tenía que intentarlo. Pero esto no me lo esperaba y no me lo he podido preparar. Si hasta me temblaba la voz. Vaya pillada. Y Miri fuera. El próximo soy yo. Casi lo prefiero, joder. No lo había pasado nunca tan mal. Soy idiota, madre. Soy idiota.
El enfrenamiento entre Hugo y Rubén terminó con nocaut técnico. Rubén no estaba en condiciones de seguir. No me extrañaría que si leyera los primeros párrafos de esta crónica de la semifinal llegase a pensar que he sido demasiado suave interpretando sus pensamientos. Nada más empezar el repaso de vídeos en esa escenografía gélida que imponía cierto respeto vi a Rubén tragar saliva varias veces, de forma muy seguida. Estoy seguro de que no me equivoco al interpretar que se temía lo peor, pero como espectador no había podido prever que este concursante quedaría tan mal.
Ni Rubén ni yo contábamos con que su rival estaba a tanta distancia. Sabía que Hugo era muy superior, pero no tanto. Le separa un abismo de los demás. Ni Carlos con su carisma y su enorme capacidad de trabajo. Ni Gabaldón con su sentido de la justicia y su inquebrantable fidelidad con él mismo. Ni Pilar con su franqueza y lealtad con los suyos. Ni Yangyang, su incansable energía y su insubordinación. Ni Miriam con sus ‘zascas’. Mucho menos ese Rubén que se hizo pequeñito anoche, incapaz de pergeñar una explicación.
Bajando el nivel de exigencia al mínimo ni siquiera le pido que diera una explicación creíble. Es que ni siquiera fue capaz de decir cuál fue la ofensa. ¿Qué demonios fue eso que tanto le molestó? A partir de ahí todo está de más. De acuerdo que si algo te molesta de un amigo antes vas a hablarlo con él, como hizo cuando aquel comentario sobre volver a ser el que fue. Vale que dada la reacción debía ser la ofensa enorme o es imposible no pensar que ha sido todo muy desproporcionado. Pero es que hasta me sobra todo esto. No estoy dispuesto a hacerle el juego a ese Rubén tembloroso que resoplaba en las pausas como bufa un gato. Era una olla a presión y estaba a punto de explotar.
Los dos episodios a los que se sujetó tienen una explicación sencilla. Hugo se refería a que Rubén llevaba días alterado, como de mal humor. Cuando le dijo que volviera a ser el que fue se refería tan solo a eso. El propio Maico, que ayer recibió palos hasta en el carné de identidad y con todo merecimiento, le dijo a Rubén que era cierto su reciente mal humor. A las pocas horas lo aclararon y ya está. No se cree ni él que eso provocase nada semanas más tarde. Sobre lo del día del posicionamiento de Carlota lo que intentó Hugo es protegerle porque Rubén no sabía algunos detalles de la historia por la que esta concursante estuvo fuera de la casa cuatro días. Ni más ni menos.
Dos cuestiones anecdóticas, una aclarada con celeridad y otra que todavía desconoce, eran las únicas que era capaz Rubén de rescatar de su memoria para justificar la historia de una traición. La deslealtad a un amigo que todavía anoche decía abiertamente que le sentía como tal. Más aún, como un hermano pequeño. Era su galleguito, el mismo que anoche se revolvía en su silla preñado de maldad, incapaz de reconocer que se separó de su amigo para tener alguna opción de ganar esto. Si dice eso mirando a Hugo a los ojos y reconoce haberse equivocado se le paran los pulsos a la mitad de la audiencia mientras la otra mitad aplaude con las orejas.
Pero Rubén no tuvo ni el acierto ni el arrojo para hacer algo parecido a lo que propongo. Prefirió echarle las culpas al empedrado, y eso en Gran Hermano significa decir que los vídeos están manipulados y solo muestran una parte de la realidad. Solo tuvo Rubén un momento de debilidad. Con enorme acierto le pilló en un renuncio Jorge Javier con una pregunta certera y genial, formulada en el momento oportuno. “¿Te has gustado viéndote en estos vídeos?”, preguntó el presentador. El KO técnico era entonces inminente. Rubén estaba a punto de salirse de su guion, superado por las circunstancias. Sus argumentos habían hecho aguas desde el primero al último, pero hasta ese momento no se vio desnudo de mentiras, frente a frente con su propia realidad. “No me gusto, Jorge”, respondió. No hay más preguntas, señoría.
Para Hugo lo de Rubén estaba meridianamente claro. Parecía un pato, caminaba como un pato, nadaba como un pato y graznaba como un pato. Luego probablemente sería un pato. Anoche tuvo confirmación directa y absoluta de ello. Cámbiese pato por traidor y fin de la historia. Todavía después de lo visto y ver que se salvaba Rubén frente a Pilar, comprobando la cara de palo que se le había quedado fue Hugo a tenderle la mano una vez más. Lástima que no viera la imagen después de darle la mano el viernes en la fiesta. Rubén lo comentó entonces con Miriam: “¿Cómo tiene la poca vergüenza de darme la mano?”. ¿Pensaría anoche lo mismo?
A tipos como este no se les tiende la mano, mucho menos de forma afectuosa y no exenta de cariño, como me pareció ver anoche en el gesto de Hugo. Tanta bondad solo me inspira decepción. Ahora debería ser fiel a la audiencia nada más. El Hugo que dice merecer ganar esto por haber sido lineal debe mantener esa linealidad no haciendo ahora lo que no hizo las últimas tres semanas. El traidor debe vivir esta semana poniendo en claro sus pensamientos. Espero que sea el próximo en salir el jueves de la final y tal vez para entonces tenga otra oportunidad para entonar el mea culpa y salir de la ignominia en la que quedó anoche sumido. Si Hugo hace tabla rasa con él la estará haciendo también conmigo. Esto es así.
Lamento la salida de Carlos. La triste cara de la decepción en Pilar es incómoda de ver. Y al menos la carpeta fake entre Rubén y Miriam no se consumará hasta la final porque ya les veía pidiendo una hora sin cámaras. Cualquier cosa si es por ganar el maletín. Carlos ha sido un concursante enorme y hubiera merecido llegar a la final. Es el rival de Hugo que pudo ser y no fue. No sé si por falta de ambición o de convicción en sus propias capacidades. De alguna forma analizó el concurso desde dentro, pero como si estuviera fuera. Una lástima porque hubiera podido ser el rival perfecto. Deslenguado, aunque no tanto como él mismo se cree. Trabajador incansable y generoso. No le escuché protestar en serio prácticamente nunca. Se desvivió en muchos momentos por complacer a sus compañeros. Como buen chef y mesonero disfruta dando de comer a los demás. Y el tío es un máquina en la cocina, hay que reconocerlo. Me hubiera gustado escribir su daguerrotipo más que el de alguno de los finalistas. Todavía estoy a tiempo de hacer compartir al suyo espacio con otro.
Carlos merecía llegar a la final, ya digo. Pero, sobre todo, no merecía un porcentaje tan exiguo de votos. Al comenzar la gala se habían movido un poco los porcentajes. Principalmente, bajó el primero y subieron el segundo y el cuarto. La cosa estaba así: 33,8 %, 17,1 %, 12,1 %, 11,7 %, 9,8 %, 13,3 % y 2,2 %. De forma que luego se marcharon Carlos con el 2,2 %, Miriam con el 9,8 % y Pilar con el 11,7 %. Está claro que han estado votando mucho más los seguidores del resto de concursantes que los del más votado. Esto puede darle alas al segundo, que dudo si pueda ser Gabaldón o Yangyang, si bien me inclino por aquel. Al reducirse a 4 candidatos los porcentajes habrán cambiado ostensiblemente.
De Miriam ni apetece decir nada. Ella contribuyó a que el ambiente en plató fuera más ordinario que nunca. También más estridente. Pocas veces he visto tanto exconcursante junto deseando su minuto de protagonismo, y tan mal aprovechado. Parecía que Laura no podía caer más bajo, pero ya lo creo que sí. Miriam se pensó que podía ganarle la partida a Hugo, e incluso a su Rubi. Permaneció silente como un ectoplasma mientras Rubén y Maico machacaban injustamente a Hugo y se cavaban su propia fosa. No le sirvió de nada. Pilar casi me saca una lágrima a la hora de salir de la casa. Lo mismo con los vídeos de amigos y familiares de los cuatro finalistas. Me hubiera gustado que estuviera en la final. Nadie como Pilar ha sufrido ahí dentro viendo salir a casi todos sus afines, semana tras semana. Esto es duro algunas veces.
Moleskine del gato
Algunos dirán que hablo para complacer a los que mandan en esto, pero si no lo digo reviento: la de anoche fue la mejor semifinal que recuerdo. No cuento GH VIP, porque la tercera edición, con su juicio, fue claramente superior. Gran gala de remate casi final a una edición que merecía más. Buenos resúmenes, vídeos bien montados narrando la realidad en las galas, un casting. Solo faltó más revolución y lo que ya sabemos todos. Al principio pensé, como siempre, que solo podía fallar yo. Ahora estoy tranquilo, y satisfecho. Por si acaso, sigo teniendo a mano la frase del Subcomandante Marcos: “Disculpen las molestias, esto es una revolución”. Y todavía queda una semana. Nos seguimos citando en este mismo sitio y a la misma hora. Comienza la cuenta atrás.