Los encallados no tienen la actitud adecuada
Los encallados no están teniendo la actitud adecuada en el barco. No lo digo yo, sino que así comenzaba anoche Carlos Sobera lo que podríamos denominar reprimenda, siempre con carillo y procurando el bien común. No les ayuda nada a los aspirantes a supervivientes la falta de actividad y la desidia (al borde del mar, como el tema de Objetivo Birmania, grupo mítico de los ochenta, que acompañaba las imágenes previas a la charla con el presentador). Por primera vez habían ido solamente dos personas (Lara y Valeria) a coger lapas, erizos y carnada para la pesca. Antes siempre lo habían intentado todos juntos. El mensaje del programa pretende claramente hacerles pensar que no han ido para sestear y ver pasar las horas en silencio.
Explicaron que no habían salido todos a las rocas porque ayer tenían prueba de recompensa. Esa prueba es ciertamente una prueba física muy exigente en muchas ocasiones, pero no pueden supeditar todo a eso. El resto del tiempo tienen que demostrar capacidad para ser buenos supervivientes. “Es que subir la escalera del barco nos agota”, alegaron. No lo pongo en duda, pero es lo que hay y no debería ser obstáculo suficiente para decidir estar parados, además de encallados. Al parecer llevaban un par de días sin hacer fuego con la excusa de que ha llovido y está la madera del barco mojada. No me puedo creer que Carlos lo haya consentido. El mismo que se burlaba de los supervivientes por no lograr ese tan preciado bien.
Por otra parte, debo reconocer que las condiciones de vida en el barco son duras y las motivaciones muy escasas. Por eso entiendo la creciente pasividad que demuestran. Ahora bien, esto no valdría para concursantes que han presumido de darlo todo. Carlos se pregunta qué debe hacer para ser un buen superviviente y no entiende el rechazo de la audiencia al mandarle de vuelta en el helicóptero ya dos veces. Con ese comentario está demostrando creer que lo merece él más. ¿Por qué no lo iba a merecer Palito? Si la audiencia no lo ha elegido por algo será. Posiblemente por presumir de lo que carece y creerse mejor que sus compañeros. Por otra parte, tampoco se trata de que se deslomen, igual con que tengan alguna conversación jugosa es suficiente, pero es que ni eso.
Con Agustín en su papel de animador, todos se comprometieron a cambiar de actitud y estar más activos. Veremos lo que sucede con la encuesta pendiente por la cual la audiencia decide si el pirata Morgan pone o no a los encallados una tarea para estar activos día y noche. Si gana el sí veremos hasta dónde son consecuentes con sus nuevos propósitos o, una vez más, es Lara quien asume más trabajo. La relación de Lara con Valeria es cordial entre estallidos. De vez en cuando explotan y se dicen de todo, pero al rato vuelven a mostrarse cariño en medio de una gran tranquilidad. Me creo el cariño entre ambas, pero son igualmente temperamentales y les puede el pronto que tienen, complicado de controlar.
La relación de Lara es complicada con Valeria y aún más con Sylvia, aunque han logrado inteligentemente no llegar a deteriorar la relación entre ellas. Tienen tan pocas cosas allí que no les cuesta apreciar el valor de llevarse bien. De todas maneras, la única alianza entre los encallados es la formada por Carlos y Agustín. Se votaron mutuamente el domingo como merecedores de convertirse en supervivientes de pleno derecho. Su alianza les sirve para eso, ambos tendrán siempre un voto asegurado, pero poco más. Entre otras cosas porque son minoría. Pero si llegan a reencontrarse los dos con sus compañeros en el otro grupo pueden convertirse en mayoría.
En la isla del pirata Morgan hay claramente dos grupos. De un lado están los que apoyaron a Carlos para ir a convivir con ellos y de otro quienes preferían a Palito. En este segundo grupo están la propia Palito, Melyssa, Alejandro o Antonio. Y no me cabe duda de que algunas de las chicas encalladas, si no todas, se unirían a ellos. El primer grupo es al que irían claramente Carlos y Agustín, y en su seno tenemos a Tom, Gianmarco y Omar. Olga y Marta serían aceptadas en el grupo entre tanto integrante masculino, con lo cual tendríamos ya armadas las alianzas. Por el momento son cinco contra cuatro a favor del grupo del líder Omar. Dependerá de quiénes sean los dos encallados que faltan por saltar del helicóptero que tenga más peso un grupo u otro. Y también está a expensas de las expulsiones.
Anoche se salvó de la nominación Alejandro, perteneciente al grupo con menos señoros. También es cierto que de los cuatro nominados había tres de ese grupo (todos menos Tom). Sospecho que mañana se salvarán la parejita Melyssa y Tom, con lo que el desterrado será Antonio. Personalmente preferiría que fuera Tom para hacer perder peso a su grupo entre los supervivientes. Alejandro tiene motivos para no estar en ese grupo. Uno de los primeros días discutió con Tom y más recientemente ha tenido un buen encontronazo con Gianmarco. ¿El motivo de este choque? Sinceramente creo que las ganas que tiene Alejandro de polemizar, ante lo cual se encuentra con perfectos cómplices que entran al trapo y caen en su trampa enseguida. Gianmarco llamaba a Alejandro “amargado” y “chulito de playa”, mientras este decía que el italiano “tiene muy poca vergüenza”. Una colección de lindezas, vamos.
En la prueba de recompensa se jugaban un desayuno diario durante la próxima semana y entre los encallados se enfrentaban Lara con Sylvia, Carlos con Alexia y Agustín con Valeria. Ganaron Lara, Carlos y Agustín. En el primero de los duelos hubo un momento de esos que ponen el vello de punta. Sylvia daba un mal paso y caía al mar desde las tablillas de la prueba. La posibilidad de que se enredase con los cables lo hizo mucho más dramático. Por suerte quedo solo en el susto.
Entre los supervivientes formó los dúos el líder Omar, que también debía apostar por el ganador de cada duelo. Solo se le permitía un fallo para poder disfrutar también él del desayuno. Pero Omar no tenía su noche. Primero dijo que hacía las parejas igualando perfiles y puso a jugar a Palito con Alejandro, Tom con Gianmarco, Olga con Marta y Melyssa con Antonio. Hombre, Alejandro y Palito poco se parecen en peso y envergadura. Mucho menos Melyssa y Tom. Pero peor fue su intuición (o sus dotes adivinatorias) porqué apostó (y falló) por Alejandro y Gianmarco. Sí acertó con Olga y Melyssa, pero es que si llega a fallar esta última previsión la cosa hubiera sido grave.
Si las discusiones de Alejandro con Tom o Gianmarco tienen poco que comentar porque están plagadas de descalificaciones y poco más, las de Melyssa y Tom rezuman resentimiento. Se nota que se han querido mucho y a ambos les queda cierta rabia por no haber sido capaces de hacer durar lo suyo. Con tanta claridad veo que hubo una fuerte ligazón entre ellos como que no hay posibilidad de una reedición de aquello. Y cuanto más tiempo duren juntos en el concurso más posibilidades hay de ver saltar todos por los aires entre ellos. Pero solo es mi opinión.
Moleskine del gato
Dice Alejandro hablando de los encallados: “Tampoco los podemos dilapidar por eso”. Alejandro, experto en lapidaciones y dilapidaciones.
Habrán observado que en este escrito de hoy no he dicho nada de Alexia. Pero vamos, que me alegro mucho de que esté mucho mejor. Si come y no vuelve a decir nada de marcharse ganamos todos.
Encuesta
Al haberse salvado Alejandro anoche le hemos borrado de la encuesta, que automáticamente ha repartido los porcentajes según los votos recibidos hasta ahora y comienza un nuevo cálculo con los otros tres nominados. Melyssa y Alejandro (por ese orden) eran los dos menos votados hasta anoche en la encuesta.