Noche épica en la casa más famosa de Guadalix de la Sierra. La guerra de las ‘cocretas’ (para la RAE solo es válido el término ‘croquetas’, pero Belén dijo anoche alrededor de un millón de veces ‘cocreta’) amenazó con dar la vuelta a las alianzas entre grupos. Después de una larga e intensa madrugada, creo que ha sido justo al contrario, y de aquí sale fortalecido un grupo que hasta anoche dudaba sobre cómo repartir sus votos. Lo que les preocupaba anoche no eran ni las ‘cocretas’ que repartió Belén de forma desigual ni un feo gesto de Ares y Aguasantas con Chari y Ángela. En realidad, todo el rato estaban preocupados por la manera que cada una de estas cosas podía influir en las nominaciones. Estaban jugando todo el rato, lo cual es una maravilla. En pocas ediciones les hemos visto tomarse tan en serio el juego. Bendita madrugada la de anoche, Gran Hermano en estado puro.
Ahora toca resumir lo sucedido, un empeño del que no es fácil salir airoso. Diré que antes de llegar a la madrugada estuve dudando durante horas de si algunos estaban jugando de farol. Más bien debería decir algunas, porque la noche fue de las mujeres hasta que apareció el torero y un intento de darle la vuelta a la situación del que se sentía muy ufano luego. No estoy seguro de si debería celebrar su intervención, que en mi opinión tuvo finalmente el efecto contrario al esperado. Belén decía por la mañana que las dos cabezas pensantes del otro grupo eran Ares y Chari, pero creo que se equivoca. Aguasantas está moviendo los hilos con gran astucia y de forma poco evidente. Ayer creo que jugó de farol tanto con Ares como con Belén, sin que ninguna de las dos se diera cuenta.
Por la tarde Santi le expresaba a Ares ciertas dudas hacia las nuevas. Esta reclamaba algo de concreción y la gitana decía basarse en las preguntas de Ángela y que Chari se desenvuelve muy bien. A Ángela le extrañó que se hablase de un supuesto perdón de Ares hacia Belén, que no terminaba de entender. Lo estaban hablando el lunes en la tetería, con Ares fuera lamentando perderse la conversación entre Aguasantas, Ángela y Chari. Finalmente, llegaron a la conclusión de que ese perdón se debía tratar del “lo siento” de Ares volviendo a la casa tras la expulsión de Sandoval. El que Ángela preguntase varias veces por ese perdón no explicado es a lo que se refiere Santi cuando habla de las preguntas de esta compañera.
También hacía referencia Santi a la bronca que montó Belén cuando se encontró con que no le habían puesto su plató de arroz en el almuerzo, y el hecho de que Chari se quedase luego sola con Belén. Sobre la de San Blas contaba que por la tarde le había perdido perdón por algo feo que habría dicho sobre su familia hablando con Ares. Esta llegó a decir: “Más que decir, es algo que pensó”. Parece insólito que nadie se pueda disculpar por haber pensado algo, por lo que probablemente lo dijo y Ares quería evitar que Santi se preguntase por qué no se lo había contado.
El caso es que a Aguasantas no le valieron las disculpas de Belén. Ares parecía defender a la colaboradora de Sálvame de forma velada, hablando de lo bien que lo ha pasado con ella en la prueba de las llamadas o en esta del baile, que ayer llegó a su final. En el trasfondo estaba en juego si Ares y Aguasantas nominaban a Belén o a las nuevas. Y eso no se terminó de dilucidar en esta conversación.
La posición de Aguasantas en la casa es privilegiada. Se lleva bien con Coman, que está loco por los huesitos de la gitana, por lo que le cuenta los intentos de captación de los belenistas. Santi confía en que no irá nunca contra ellas. También tiene buena relación con Ares, aunque últimamente esté recelosa porque la ve hablar mucho con Chari y Ángela. Por Ares y Coman se entera de lo que se cuenta entre los belenistas. Además, nunca ha dejado de tener buen rollo con Ylenia, todo lo contrario que Ares, quien lleva tres semanas sin hablarse con ella. Todo esto hace que Santi tenga buena información de todas las partes. Y ya sabemos que la información es poder.
Santi le dice a Ares que solo confía en ella y Coman. Las dos parecen dudar de repente de Ángela y Chari. Incluso llegan a cuestionar si realmente son concursantes o se trata de uno de esos juegos que plantea el programa para engañarles. La hipótesis es bastante disparatada después de casi dos semanas, pero la van retroalimentando hasta que sienten un deseo irrefrenable por tener alguna confirmación al respecto. Entre otras cosas, les hace dudar el que vayan muchas veces juntas al ‘confe’. Justo en ese momento se encuentran allí dentro, por lo que corren hasta la puerta para poner la oreja. Lo hacen como una travesura y apenas duran un segundo en volver corriendo sin haber escuchado nada.
El episodio que acabo de narrar tendrá vital importancia en lo sucedido durante una madrugada épica que comenzaba con una extraña conversación entre Santi, Ares y Belén. Por la tarde, Aguasantas había comentado con Ares que nominaría a Belén y Fede. Por su parte, Ares tenía en un primer momento intención de nominar a las nuevas, pero finalmente acaba convencida de nominar también a Belén y Fede en caso de que Santi y Coman lo fueran a hacer así. No obstante, Ares no descartaba volver a su opción anterior y darles puntos a Chari y Ángela. Casi sin que se notase, Santi había conseguido llevar a Ares a su terreno. Igual no está en lo cierto Belén cuando habla de Ares como el cerebro de las ‘chirlas’.
Creo que en la conversación entre Santi, Ares y Belén las dos primeras van completamente de farol. No solo le hacen creer a Belén que están de acuerdo en su inquina hacia las nuevas, sino que logran que les descubra su juego sin decir ellas ni una sola palabra sobre sus planes de nominación. Aguasantas y Ares ya saben que en el grupo de Belén van a por Chari y Ángela, información de vital importancia para hacer un perfecto cálculo de nominaciones. Según como se presentasen las cosas podrían incluso hacer que salieran Belén y las nuevas sin tener que traicionar a estas. Cualquier cosa con tal de salvarse ellas.
Y aquí vino el cisma de las ‘cocretas’. Belén había repartido la cena, poniendo cuatro croquetas a los de su grupo y tres al resto. Según contó luego, sobraron tres croquetas y media (no entiendo lo de la media croqueta, pero en medio de todo es lo menos importante), lo cual servía a Belén para justificar que podían haber comido más de haber querido. Si no me equivoco, tuvieron solo tres croquetas Ares, Aguasantas, Chari y Ángela. Coman fue considerado dentro del paraíso, también llamado ‘eje del bien’. Solamente Chari se dio cuenta de ello, que lo contaba en el salón cuando la fiesta empezaba a decaer, con el grupo belenista preparándose ya para dormir.
Ares aprovechaba la revelación de Chari para hacer lo que podía haber sido una jugada maestra. Se fue a Belén y le preguntó si había puesto más croquetas a unos que a otros, y Belén reconocía que a los suyos les había puesto una ‘cocreta’ de más. Digo que podría haber sido jugada maestra porque al mismo tiempo ponía en evidencia a Chari por haberlo compartido con el grupo, cuestionaba un gesto equiparable a la trampa del teléfono rojo y comprobaba que ella no estaba entre los que Belén considera “los míos”. La equiparación del mal reparto de las croquetas y la trampa del teléfono rojo la hizo la propia Ares, y aunque creo que Belén no llegó a entenderlo está bastante bien visto. Incluso gestualmente tiene algo en común, porque según comentó Chari mientras servía tres croquetas a sus enemigas hacía el gesto de extender tres dedos de una mano mirando a Ylenia. Belén es muy de señalizar con tres dedos.
Tres dedos y tres croquetas que se pueden comparar a la trampa de las nominaciones porque en los dos casos Belén pretende beneficiar a los suyos. Ni más ni menos. La clave puesta al descubierto por Ares puede parecer una obviedad, pero se trata de una gran verdad que ni siquiera va en contra de Belén. Visto desde ese punto de vista se pueden entender ambos hechos. El fin de beneficiar a los más afines convierte en algo no tan feo tanto el reparto desigual de la comida como el chivateo de nominar con el teléfono rojo. Podemos observar que para Belén el fin justifica los medios, pero también debemos reconocer que es algo humano buscar el bien de los más cercanos. Aunque hace un poco más endeble esta interpretación el que Belén también pusiera una croqueta más en su plato. ¡Cáspita!, se me cayó el argumento.
Como casi siempre hace, Belén huía hacia adelante tras reconocer el mal reparto de las croquetas. Lejos de mostrarse avergonzada reconocía el error vanagloriándose del mismo. Extraña manera de aceptar haber hecho algo mal. En el fondo se trata de un mecanismo cuyo fin es minimizar las consecuencias del error. A Belén le faltan reflejos para contratacar con algo contundente, y compara su gesto con el día que no le pusieron su plato de comida. Ángela le recuerda entonces que se había disculpado por ello. Belén no cree que fuera un error, o bien está obviando esa posibilidad para tener algo a lo que agarrarse.
Después de recibir la reprimenda, Belén vuelve al dormitorio supuestamente vencida, pero se resiste a que esto quede así. Mientras tanto, Ares presume de haber sido clara con Belén sacando el tema. No solo queda bien por ello, sino que ha descubierto palmariamente que sigue sin estar entre los elegidos de Belén, ha equiparado con bastante acierto este error y la trampa en las nominaciones y ha dejado a Chari al pie de los caballos por haberse chivado al grupo en lugar de hablarlo directamente con Belén. De momento, Ares gana por goleada. Pero Belén no ha dicho todavía la última palabra. Le falta volver al salón y pronunciar su gran frase de la noche: “Me cago en la puta ‘cocreta’”. La auténtica batalla comienza aquí. Belén está dispuesta a morir matando. Ylenia acusa al grupo enemigo de que no la nominan porque no tienen cojones. Aguasantas salta: “Llevo dos semanas nominándola. Yo miedo no tengo”.
Con Aguasantas y Ares ganando puntos, la primera por astuta y la segunda por ser tan maravillosamente retorcida, llegan refuerzos para Belén. Ángela también escala en la clasificación de sensatez y claridad. Además, su visita al dormitorio, llorando porque Belén se marchó señalándola a ella como su principal enemiga (lo cual es de todo punto inexplicable) ha provocado el regreso de Belén al salón. Coman está desaparecido, después de haber descubierto esta misma noche el juego de Belén. Se une así a Aguasantas y Ares, aunque por caminos y de formas diferentes. El ‘euskoafricano’ también va de farol, desempeñando un papel de bisagra que le hace imprescindible para el belenismo. Por su parte, a Fede apenas se le ve asomar la cabeza, renunciando a tener presencia en una de las noches más gloriosas de esta edición VIP.
Los refuerzos para Belén son, por tanto, Ylenia e Israel. Minipunto para Ylenia por ser la única que se atreve a partirse de la risa cada vez que Belén dice ‘cocreta’ (¡chupito!). Pero quien cobra protagonismo ahora es el torero sin nombre, que viendo al grupo contrario más unido que nunca contra el injusto reparto croquetil decide meter un poquito de mierda sacando el episodio de Ares y Aguasantas poniendo la oreja en la puerta del ‘confe’, antes relatado (que, por cierto, Ares ya había contado a Belén por la tarde). El fin de Israel es provocar un cisma definitivo, mostrando la desconfianza que tendrían estas dos concursantes hacia Chari y Ángela. La maniobra es certera y Chari llora mientras a Ángela le parece mal lo que han hecho. Aguasantas permanece un rato sola en el jardín, mientras Belén y el torero se vuelven a replegar satisfechos de haber asestado un golpe inesperado al enemigo.
Excuso decir lo ridículo que resulta Israel presumiendo ante Belén de su gesta. “Hablo muy poco, pero cuando hablo, hablo claro", afirmaba ufano. Como decía anoche @Tito_soy, recordaba a Sancho Panza, el escudero de un loco. A Santi y Ares les quedaba un arduo esfuerzo por delante. Tenían dos o tres horas por delante para volver a ganarse la confianza de Chari y Ángela. De momento, a su favor tenían algo que no se le puede escapar a nadie: el oportunismo de Israel, convencido de la eficacia del dívide et ímpera (divide y vencerás). Como esto no deja de ser una crónica de urgencia, diré que tras emplearse a fondo de forma admirable, mi diagnóstico apresurado es que Santi y Ares no solamente lograron levantar la situación sino que su alianza con Chari y Ángela sale reforzada de esto. A poco que cuenten con el apoyo de Coman (recordemos que sus intocables son Aguasantas y Chari, dos de las cuatro), este grupo puede dar un golpe de mano espectacular en las nominaciones de mañana.
Aparte del cisma de las ‘cocretas’, ayer fue el día que Ylenia se decidió a intentar romper con Fede. Antes de hablar con él se lo adelantó a Belén, que le preguntaba por cuál sería la explicación que le iba a dar. A Ylenia no le gustó que Fede dijera que fuera de allí no iban a durar ni cinco minutos. Además, ayer tuvieron una conversación en la que Ylenia ya barruntaba la ruptura y le preguntaba a Fede por qué está con ella. La respuesta no puede ser más decepcionante: “Porque pesan más las cosas buenas que las malas”. Ni una palabra amable y cariñosa para adornar la crudeza de su explicación. Ni un te quiero, ni una zalamería, ni nada de nada.
La charla de la parejita terminó como cabía esperar. Aparte de con los dos en el jacuzzi con un calentón importante, por lo que no me extrañaría ver imágenes algo subiditas en la gala de mañana, Ylenia terminaba la conversación embelesada con el italiano y sus argumentos de abogado, como ella dice. Creo que la ruptura solo sería posible a distancia, porque si están mirándose a la cara Ylenia se desarma con solo una palabra de Fede. Como en la maravillosa película 'Jerry Maguire', la tendría con el hola.
Moleskine del gato
Casi telegráficamente diré que hicieron el baile final delante de la coreógrafa Lola González, quien puso algunas objeciones aunque creo que lo hicieron bastante bien. No hay todavía resolución de la prueba, que quedó aplazada sine die.
Suerte que Ylenia le aclaró a Fede que no se dice “tener las reglas” sino “tener la regla”. “¿Tú también estás enfadada cuando tienes las reglas?”, preguntaba Fede con nulo conocimiento de la psicología femenina. Ylenia reía con esa socarronería que tanto me gusta.
Y ya no estoy.
[Montaje de 'El rey cocreta' por @Tito_Soy]