Se puede decir que la reacción en la casa fue el estupor generalizado y quedó sumida en una auténtica conmoción después de ver que uno de los nominados de esta semana tiene tan solo un 0,8 % de los votos. Ni siquiera uno de cada 100 votos van para él. Por si el impacto no era ya suficientemente importante, todos dan por hecho que ese ínfimo porcentaje es de Hugo. Él mismo también lo piensa y así se lo dijo a Carlos Lozano, uno de los nuevos inquilinos del Hotel 1818. Teniendo en cuenta la hipocresía reinante, doy por seguro que casi cualquier otro concursante en la posición de Hugo habría evitado expresar su seguridad sobre que es el del porcentaje menor. Pero este es un concursante que tiene una inusual intuición, también para saber lo que nos puede o no agradar.
La reacción de estupor se resume en una imagen: Laura tapando su rostro con las manos como no queriendo ver el gráfico de los porcentajes ciegos. Ella también debió pensar que casi nadie está votando para expulsar a Hugo, por lo que tendrá que pelear con Maico su permanencia en el concurso. Seguramente volvió a su cabeza el consejo de Miriam el pasado jueves y el poco éxito que tuvo su rápida y errática respuesta. Preguntó a Hugo y Rubén si iban a poder hablar tras las nominaciones, a lo cual ambos respondieron afirmativamente. Luego les pidió que confiaran en ella y no la nominasen, pero a renglón seguido le dio dos puntos a Rubén y uno a Hugo. Otro nuevo bandazo de Laura, rematado con la conversación por separado con esos dos compañeros.
Fueron muy distintas ambas conversaciones. Con Rubén esa misma madrugada y considerablemente larga. La de Hugo hubo de esperar al día siguiente y fue llamativamente corta. También tuvieron distintas consecuencias ambos encuentros. Rubén dijo que Laura le había convencido, aunque le duró poco ese acercamiento amistoso porque al día siguiente ya volvía a renegar de ella y deseaba de nuevo darle sus tres puntos si no es expulsada este jueves. Hugo le pidió tiempo para comprobar si lograba cambiar su opinión sobre ella. Esto explica bien la principal diferencia entre estos dos concursantes.
Hugo no se deja engañar y mantiene su opinión con suficiente cautela. No significa eso que esté cerrado a modificar su idea sobre un compañero, pero si lo hace tendrá que ser fruto de una reflexión pausada y muy fundada. Sin embargo, Rubén se deja llevar más por un impulso primario, que puede modificar con cierta precipitación. Se mostró muy molesto al comprobar cómo muchos de sus compañeros de encierro piensan que es influenciable. Pero su inestable opinión así lo demuestra. Lo que no está es manejado ni manipulado por Hugo. Sospecho que eso quieren decir cuando dicen que es influenciable, y entiendo que Rubén se revuelva en contra de ello.
Durante la fiesta del viernes Rubén intentó comprobar hasta qué punto opinan que es influenciable. Para ello fue a hablar durante largo rato con Gabaldón, y algo más tarde también tuvo una conversación con Mina. El que la fiesta fuera para celebrar los cumpleaños de Hugo y Miguel, y Rubén en lugar de hacer compañía a su amigo estuviera charlando con el enemigo hizo temer un cambio de bando al más puro estilo Laura, que nos ha convertido en testigos de bandazos similares. En lugar de ello Rubén hizo un poco de caballo de Troya infiltrado entre el enemigo, en su caso con el fin de comprobar aquello que ya temía. Hasta ahí todo bien, pero creo que se equivocó intentando modificar esa idea en sus compañeros. Solo su presencia junto a Gabaldón tanto rato resultó un tanto ofensiva, especialmente sabiendo lo que este ha dicho de Hugo.
Carlota también piensa en la mala influencia que es Hugo para Rubén. Ella cree que si el uruguayo no estuviera verían un Rubén mejor, y lo dice después de haber hecho todo lo posible por estar a su lado el sábado. Sin tener ninguna necesidad, Carlota ofreció de madrugada servicios de masaje a los señores. Rubén quiso que le diera un masaje en las piernas. Una vez acabado, Carlota les pidió quedarse con ellos un rato. Luego, de nuevo entre el servicio se quejaba de que solicitasen sus servicios de madrugada y lo contaba como si hubiera hecho un sacrificio. Pero en realidad fue ella la que ofreció el masaje y quiso seguir después un rato con los señores. Más sincero me pareció su comentario de que Rubén tiene muy buenas piernas. Puedo equivocarme, pero me da la impresión de que eso de las piernas no sería el único comentario amable que haría Carlota de Rubén, pero de momento se lo está callando.
Rubén puede ser influenciable, como dicen, pero por suerte no se deja manipular. Me estoy empezando a hacer fan de sus respuestas cortantes y certeras. Ayer le preguntaba Pilar si en caso de ser espectador le gustaría ella como concursante. “Yo no gastaría dinero en ti”, respondió el gallego. El zasca se escuchó de Zaragoza a Vigo. Un poco después le preguntaba Laura en el cuarto de baño si se iba a posicionar en contra de ella. Rubén le respondió que posiblemente. Acto seguido entró al retrete diciendo: “Hugo, the boss”. Y no estaba haciendo publicidad de su perfume. Espero que este buen concursante deje de estar preocupado por lo que opinen sobre él, aunque mientras después de hablar con el enemigo vaya a compartirlo con los suyos todo va bien.
Otra de las virtudes que alabo en Rubén es que quiere exponerse a la decisión de la audiencia. No teme salir nominado sino que lo está deseando. Esto también le une a Hugo, y es prueba de que son buenos jugadores. El buen jugador no rehúye el enfrentamiento, sino que lo desea. Esa es la mayor expresión del juego y su auténtica razón de ser. Por otro lado, ¿de qué vale evitar estar nominado? La audiencia decidirá en cuanto pueda, y lo hará con más convicción en la medida que se le niegue por más tiempo. Estoy convencido de que ahora mismo Pilar saldría con un alto porcentaje de votos. Y probablemente sea mayor según pase más tiempo sin salir a la palestra. De momento, sigue con su marcador a cero, sin un solo punto en las nominaciones. Pero su buena imagen cae en picado con cosas como ese comentario que le hizo la madrugada del jueves a Carlota sobre la sexualidad de Laura.
“Laura es un tío”, le dijo Pilar a Carlota. Aparte de la tristeza de comprobar que no se ha enterado de nada y no es capaz de asumir la realidad, las formas son nefastas y el comentario innecesario. No vale la excusa de que no había salido nunca antes del reducido círculo de una pequeña ciudad. ¿Acaso no llega la televisión? ¿No tienen acceso a los libros? Decir a estas alturas que Laura es un hombre ofende a la razón tanto como a la propia interesada. ¿Por qué ha esperado hasta ahora Pilar para irle con el cuento a Carlota? Es posible que ella y José María fueran los únicos no enterados en la casa, pero igual que a Yolanda se lo contó Pilar hace tres semanas, no sé por qué ha esperado tanto en este caso.
Al menos Pilar lo habla a espaldas de Laura, que sin estar bien es en este caso preferible. No me cabe duda de ello viendo a Daniel y Carlos acorralando a Laura en torno a la mesa de la cocina sacando el tema de la transexualidad con evidentes intenciones. Daniel comenta de cierta película que aborda el tema o esa modelo trans que ha contado la traumática experiencia de su operación. Pone a un aprieto a Laura preguntando directamente si sabe de lo que está hablando. Y Carlos se sube al carro suscitando el debate sobre si la persona que ha reasignado su sexo debe contarlo o no. Se refiere al ámbito de la pareja, pero está claro que pretende comprobar por dónde sale Laura sobre el tema. Ver a estos dos concursantes acorralando a Laura sobre el tema de su sexualidad hace que desee verlos en la palestra cuanto antes y expulsados por un porcentaje abrumador.
Salvar a Laura esta semana como desagravio por estos comentarios es un disparate. Mucho más después de ver a esta concursante de buen rollo con quienes han querido ponerla en aprietos a cuenta de su sexualidad. Les sigue haciendo la pelota como si nada hubiera pasado, incluso habiendo sido advertida por Miriam sobre ese grupo. Solo falta que su novio le lleve un croquis este jueves a la sala de los encuentros. Más pistas y ayudas no se pueden tener. Ni siquiera pido que salte en esa conversación y reclame el respeto que no le estaban teniendo. Bastaría con que dejase de mostrarse complaciente con ellos. Ayer jugó a intercambiarse los papeles con Daniel, al que la cofia no le favorece nada. ¿Era necesario ese compadreo? Por mucho menos soltó pestes en contra de Hugo.
No se corresponde esta falta de reacción en Laura con la que tuvo contra Hugo cuando este protestó porque no le dejaban dormir y la comparó con Yolanda. Solo se explica por su intento denodado de evitar salir nominada. Por eso les pelotea y juega con quienes la llaman falsa a la cara o sacan el tema de la transexualidad delante de ella. No tiene sentido que para castigar a estos concursantes premiemos la cobardía de Laura. Me parece disparatado que a consecuencia de todo esto saliera Maico, que ni estaba presente en la escena del acorralamiento en la cocina ni ha participado de comentario alguno a ese respecto.
Expulsando a Maico estamos dando una alegría a los verdugos de Laura. Esta semana solo puedo desear que salga quien no haga que monten una fiesta Carlos, Dani, Carlota, José María, Petra o Mina. La expulsión de Maico es un premio para esos que se divierten poniendo en un aprieto a Laura por su sexualidad. No sería ni justo ni sensato. Además, creo que para Laura lo mejor es que vea en plató este jueves lo que han dicho de ella y tenga ocasión de defenderse respondiendo. Que pueda hablar con la libertad y sin el miedo que la está paralizando. Creo sinceramente que también será lo mejor para el espectáculo. La gala con Maico expulsado carece de interés y este concursante aún debe seguir apuntalando esa alianza entre Rubén y Hugo que está marcando la diferencia entre los concursantes de esta edición.
La llegada de nuevos inquilinos va a dar mucho que hablar esta semana. Imagino Carlos Lozano, Alyson Eckmann y Kiko Rivera estarán hasta el jueves. Hugo fue el primero en saludar a Carlos LozanoHugoCarlos Lozano, que ha destacado en estas primeras horas por ser el más activo y hablador. No ha parado de dar consejos y lanzar mensajes más o menos velados. A pesar del riesgo de que sus palabras influyan demasiado en los concursantes es motivo de gran satisfacción ver a este inmenso concursante ahí dentro de nuevo. Lo malo de estas incorporaciones fue ver anoche casi a punto de reventar el ‘pelotámetro’, medidor que tuvo difícil determinar quién estaba haciendo más la pelota a los nuevos huéspedes, aunque finalmente el premio iba para esa Pilar capaz de reventar también los tímpanos.
Después de conocer que han superado una prueba por fin, Juan fue elegido por los señores como el mejor entre el servicio y, a su vez, este eligió nuevos señores. Junto a Juan, y los nuevos huéspedes, serán señores Petra, Dani, Mina y Carlota. Creo que Mina lo merece porque ha trabajado muy bien como directora. Personalmente también me alegro por Petra, que me parece la mejor de ese grupo. Tal vez sea injusto que no fuera elegido Carlos, pero la cocina habría sido un desastre en ese caso. No sé si voy a llegar a acostumbrarme a ver a Maico con el traje de botones.
Y hubo posicionamientos. Rubén junto a Pilar y Juan fueron los únicos en contra de Laura. Contra Maico se pusieron José María, Dani, Carlos, Yangyang, Petra y Carlota. Y los enemigos declarados de Hugo siguen siendo Gabaldón, Cristian, Mina y Miguel. Los argumentos igual de inconsistentes que siempre en todos los casos, aunque me sigue llamando la atención que a Gabaldón se le vaya la fuerza por la boca entre sus amigotes y cuando tiene a Hugo delante se hace pequeñito.
Parecidos razonables
Hoy traigo el parecido razonable entre Carlota y Vanessa Paradis. Modelo, actriz y cantante, la Paradis se parece todavía más a Carlota con la boca abierta porque las iguala su diastema, lo que viene a ser tener las paletas separadas. Algo que podía ser un defecto y se ha terminado convirtiendo en tendencia. Brigitte Bardot ya nos enseñó que la sonrisa imperfecta podía resultar muy sexy.
Moleskine del gato
Cristian dice que algunos alemanes se rompen la rodilla y vienen a España a operarse diciendo que se la han roto en la playa, porque tenemos una sanidad pública envidia del mundo entero y parte del extranjero. Lo dice Cristian, luego debe ser verdad. No me extrañaría que se rompieran las rodillas a posta. Que los alemanes van muy locos. Capaces les veo de romperse las dos rodillas a la vez chocando una con otra, o algo similar. Ya les daremos un analgésico. Aquí estamos que lo tiramos.
Anoche Carlos ofrecía un menú medio improvisado a los nuevos clientes para la cena. "También tenemos una vichyssoise de puerro y calabacín para el que quiera algo calentito", decía el cocinero. ¡Pero si la vichyssoise es una crema fría! Si es caliente no es vichyssoise sino una crema de puerros. Se está luciendo el chef.
Los porcentajes ciegos, y a los que he hecho referencia antes, estaban así anoche: 56,6 %, 42,6 % y 0,8 %. Me sigue sorprendiendo que uno no llegue ni al 1 %. Ni siquiera uno de cada cien votos van para Hugo. Porque sí, este gato intuitivo también piensa que es él. ¿Quién si no?