No todos supieron interpretar correctamente anoche la espectacular bajada en el porcentaje de votos para la expulsión de Carlota y la consiguiente subida de los que fueron para Maico. La sombra de la traición sobrevoló la gala de anoche. Una gala repleta de buenos vídeos en la que se nos presentó una narración perfecta de la realidad, con un respeto escrupuloso de la cronología de los hechos. Impecable trabajo que es muy de agradecer y no era nada fácil. Fue una gala clásica en la que lo importante era recoger y explicar lo sucedido. En esto y en unas azarosas nominaciones recayó el interés de la gala, sin necesidad de más aditamentos.
Había una gran curiosidad para comprobar si finalmente salía Carlota, como decían las encuestas, y también si Maico recortaba distancias después de dos días demostrando una falta de lealtad hacia Hugo que clama al cielo. No fue tanto como para provocar un sorpasso, pero el porcentaje de Maico se acercó mucho al de Carlota. El martes los porcentajes ciegos estaban así: 80,5 %, 17,3 % y 2,2 %. La última vez que los vimos anoche estando los tres nominados en la sala de expulsión estaban así: 59,3 %, 39,0 y 1,7 %. Recortados casi 22 puntos en 48 horas.
El porcentaje de votos de Maico se duplicó y un poco más en tiempo récord. Si hubieran pasado dos días más hubiera sido el expulsado. A pesar de este llamativo movimiento de porcentajes no parecían preocupados Maico, Rubén y Miriam. Los dos primeros no se atrevieron a nominar a Hugo. Habían sugerido que lo harían, pero tal vez les dio reparo al tener que nominar a la cara. Sí lo hizo Miriam, quien no pudo recibir los votos de Hugo al ser inmune. El enfrentamiento de estos dos concursantes fue el momento álgido de la noche, una nueva baza brindada a Hugo por la torpeza de sus nuevos enemigos.
Estando las cosas como están no le pueden hacer mayor favor a Hugo. La falta de deslealtad se castiga siempre en Gran Hermano. Si no hubieran tomado este rumbo sus amigos, es posible que Hugo hubiera terminado por cansar a una audiencia que necesita ver reaccionar e implicarse a los concursantes. Pierde puntos Hugo tendido al sol o durmiendo mientras los demás participan de los conflictos que impone la propia dinámica de la convivencia. Por eso ha sido importante para él ser objeto de una villanía tan indigna como indignante por parte de quienes eran gente de su confianza hasta ahora. Una confianza que ya ha perdido. Y más importante todavía que le dieran la oportunidad anoche de defenderse. No se puede ser más torpe.
Poder ver a Hugo saliendo de su cómoda zona de confort, víctima de la envidia y avaricia de sus más cercanos es algo que debe agradecer a Maico y Rubén, pero especialmente a Miriam. También a la última concursante en unirse al juego, una anodina Lorena que anoche reclamaba su cuota de protagonismo y una inmerecida atención. Que Lorena nominase a Hugo argumentando que no había compartido su comida con ella o no la ha ayudado lo suficiente a integrarse es ridículo, además de injusto. Es ella la que debe hacer por integrarse y ser aceptada por todos, para lo cual tendría que haber entrado sin prejuicios y dejándose llevar por las circunstancias. La primera noche ya mostró sus preferencias reclamando dormir en el dormitorio de Carlota y compañía. Aunque ellos no lo sepan ya entró con la intención de apoyar a Carlota y Carlos, lo cual manifestó antes de regresar a la casa el jueves anterior. Es hipócrita que se extrañe una semana después de que unos la hayan acogido mejor que otros. Insólito me hubiera parecido lo contrario.
Lorena también proporcionó alas anoche a Hugo, dejando que le viéramos defender lo suyo. Entre Lorena y Miriam dejaron que viéramos al Hugo que nos gusta, no el que desaparece y se mimetiza en el entorno. Si anoche no le llegan a nominar y sus más afines no llevasen dos días protagonizando uno de los episodios más chuscos y feos vistos nunca en esa casa por su torpe ambición en el juego, Hugo sería hoy menos candidato a alcanzar el maletín. Su actitud le había puesto hasta ahora una mullida alfombra a su camino hacia el triunfo, pero esa alfombra puede desgastarse con gran celeridad. Ahora la alfombra ha sido sustituida por un ideal camino de flores y nubes de colores. Sus enemigos se han propuesto llevar en palmitos a Hugo hasta el maletín.
“Eres una mentirosa”, le repetía Hugo a Miriam tras recibir 6 puntazos de ella. Si Miriam no hubiera sido muñidora de la traición de Rubén y Maico puede que esta discusión en la gala se hubiera interpretado de otro modo. El enfrentamiento del fin de semana pasado no justifica ni sus puntos a Hugo ni la reacción de este, tanto entonces como anoche. Pero ella ha sido pieza clave para azuzar a Rubén con su presencia inmóvil y pasiva la mayor parte del tiempo. Su voz es también la de la traición, colaboradora necesaria de una de las estrategias más pésimas y disparatadas posibles. A la sombra de Hugo podrían haber aspirado a un puesto en la final tanto Miriam como Rubén y Maico. Ahora solo les puede llevar tan lejos el azar. Ninguno de ellos es rival digno de tan alto honor.
Rubén y Maico se han creído ganadores. El fulgor de esa ilusión ciega su percepción y ni siquiera son capaces de interpretar el movimiento de los porcentajes para la expulsión. ¿Qué ha cambiado en esos dos días para que el altísimo porcentaje de Carlota bajase tanto? ¿Por qué el Maico salvado otras veces sin llegar al 3 % anoche ni siquiera fue el menos votado? No quisieron hacer ese análisis. Con acierto advertía Jorge Javier a los nominados que los porcentajes no eran para salvar sino para expulsar. O sea, igual que ha sido en todas las ediciones menos una en la historia de nuestro Gran Hermano. Cuando volvió Yangyang a la casa vi a Hugo dando vueltas sobre sí mismo, como si intentase hacer trabajar más rápido su cabeza. Seguro que supo hacer el análisis correcto de lo sucedido, igual que lo hizo Carlos. Este sí es un rival digno, pero está en peligro al haber salido nominado.
La dovela de la historia de esta traición era si Hugo lo sabía, si había sido capaz de darse cuenta de la maniobra. Y eso lo podíamos saber con sus palabras en la sala de confesiones. El vídeo clave de anoche fue ese en el que Hugo aclara que es consciente del cambio obrado en Rubén y Maico, que cada día pasan más tiempo junto a Miriam. Dice además que si ellos quieren hablar con él los espera, pero no irá a preguntarles nada porque nada necesita saber. Perfecto su análisis y mejor su postura segura y confiada. En momentos como ese del ‘confe’ de Hugo se forja un ganador.
Que Maico, Rubén y Miriam se salvasen anoche de salir a la palestra, esta última por encontrar la “oferta” de la inmunidad en estas nominaciones de Black Friday adelantado, no hace sino que sigan dando vergüenza ajena durante otras dos semanas. La forma como se resuelva la recta final del concurso será determinante para que la audiencia les pueda infligir el castigo esperado antes o después. Lejos de mostrar ninguna voluntad de rectificar su error anoche se les veía encantados, cada vez más subiditos, afanándose en seguir allanando el camino a su antiguo amigo. De paso se crean nuevos enemigos, como Carlos. Rubén lleva salvándose toda la edición de quedar nominado. Su tibieza ha surtido el efecto deseado por él, pero a Carlos ya lo tiene en contra.
El azar y la habilidad a la hora de correr y situarse en los postes correctos para nominar quiso que Maico y Rubén contasen anoche con 8 puntos para repartir y Carlos o Yangyang tan solo 3. Aunque anoche fue Miriam la más favorecida. No solo encontró la inmunidad sino que pudo repartir 11 puntos. Si la primera oferta era la inmunidad y la segunda situarse tras tres carreras en el poste con mayor puntuación, la tercera consistía en el poder de la salvación. Estaba en el jardín cerca del ‘confe’ y solo Maico pasó cerca sin reparar en ese cartelito.
Tengo claro que Maico no vio el cartel de la salvación, aunque muchos creen que no quiso cogerlo. Imposible que no presumiera anoche de tal maniobra con sus amigos de nueva ola, Rubén y Miriam. Solo esto ya me dice que no lo vio, además de otras evidencias por las cuales no me cabe duda. Al haber ya 3 nominados (4 sin salvación) no habrían subido él mismo junto a Gabaldón. No sé si se hubiera atrevido a salvar a alguien que no fuera Hugo. Imposible que salvase a Carlos o Yangyang, dos de sus nominados. Una pena que no haya salido nominado Maico. Tras su participación en la traición a Hugo en cuanto salga a la palestra es hombre muerto (virtualmente).
Obviando la primera parte de su concurso, el paso de Carlota por la casa tiene nulo interés, por lo que su entrevista no pasó de ser un puro trámite. Antes de eso pudo protagonizar involuntariamente uno de los momentazos de la gala cuando Jorge Javier utilizaba una fórmula ya conocida a la hora de comunicar el nombre del concursante menos votado. “Eres tú”, dijo, y Carlota pensó que se refería a ella porque había sido la última que había hablado con el presentador. La rápida y necesaria aclaración no sirvió para evitar que en un primer momento Carlota se echase las manos a la cara emocionada por creerse salvada. Me pareció hasta cruel, aunque nadie fue culpable del equívoco.
La gala de anoche deja a Maico en una absurda nube, acariciando un maletín que solo está en su imaginación. Rubén crecido amenazando una vez más ese enfrentamiento con Hugo que de momento no ha llegado. Y Miriam dando la sensación de que necesita demostrar su endemoniado carácter. Esta concursante cada día me parece más un híbrido entre Ylenia y Bea la legionaria. Anoche no solo se enfrentaba con mentiras a Hugo, sino que discutía con Gabaldón a cuenta de la inmunidad, que pocos se decidieron a disputar. Me pareció una cierta muestra de coherencia que no lo hicieran quienes no habían estado nominados hasta anoche y han repetido los últimos días, e incluso semanas, que deseaban salir a la palestra.
Gabaldón y Rubén no corrieron para buscar ventaja alguna, lo cual se lo puso más fácil a quienes sí lo hicieron. Sin embargo, Maico y Miriam hicieron todo lo posible por evitar salir nominados. Tampoco se movieron del sitio Hugo y Carlos, que sí han estado nominados. Pero Hugo luego corría como nadie para tener más puntos en las nominaciones. Miriam defendía que ella ha ido allí a jugar, aunque luego critica a Hugo por jugador. Hugo no evita el juego por negarse a disputar la inmunidad, sencillamente respeta la decisión de la audiencia, en cuyas manos pone su destino. Y creo que está en buenas manos.
Observatorio de nominaciones
Las nominaciones contaron con estas votaciones:
Hugo > Lorena (6), Carlos (1), Pilar (1)
Pilar > Maico (1), Hugo (2), Rubén (1)
Rubén > Carlos (3), Lorena (3), Yangyang (3)
Yangyang > Maico (1), Rubén (1), Gabaldón (1)
Miriam > Gabaldón (2), Pilar (3), Hugo (6)
Gabaldón > Maico (2), Yangyang (1), Lorena (1)
Lorena > Maico (1), Hugo (1), Rubén (2)
Maico > Carlos (3), Gabaldón (3), Yangyang (2)
Carlos > Maico (1), Yangyang (1), Rubén (1)
Nominados Lorena, Hugo, Carlos y Yangyang. La inmunidad dejó a Miriam sin votos, única con su marcador a cero.
Tras escuchar la reacción en plató al comunicarle su nominación a Carlos en la casa dan por segura su expulsión. Sin embargo, los seguidores de Hugo parece que han puesto su objetivo en Lorena. Es la gaditana más sosa que he conocido, su entrada tras casi dos meses de concurso hace casi imposible que su trayecto en el mismo sea largo. Además, anoche demostró que no solo ha entrado con el claro fin de favorecer a algunos concursantes sino que reclama a destiempo un protagonismo poco merecido. Sería una pena quitar de la lucha final a un digno competidor como Carlos y dejar a una Lorena cuyo concurso nació condenado al fracaso y no ha hecho nada por hacernos cambiar de idea.
Moleskine del gato
Llama poderosamente la atención que todos los que fueron enemigos de Hugo en la casa se posicionaran anoche en plató a favor de este concursante al estar en contra de la traición que protagonizan Maico y Rubén. Hasta ahí llega la torpeza de estos. Ver a Cristian Fernández defendiendo a Hugo confirma la idea de que nunca se ha visto una peor estrategia que la de Maico, Rubén y Miriam. Por eso sería injusto que saliera antes que ellos Carlos, un concursante malhablado y muchas veces equivocado, pero que no ha sido nunca desleal con los suyos. No hay color, amigos.