Media casa comenta ya que Laura es una mujer transgénero. Ayer a mediodía, mientras estaban encerrados en los dormitorios, el del ‘clan de los catalanes’ dedicaba casi todo el tiempo a este tema. Lo hacen con respeto y dejando en todo momento claro que tener conocimiento de ello no cambia nada y seguirán tratando o valorando a Laura sin tener en cuenta su condición sexual. No todos están seguros de ello, incluso a algunos les cuesta creerlo. Cristian F., Mina o Carlos se estaban enterando en el momento. Sin embargo, Petra, Daniel o Juan lo tienen más que claro desde el primer día. Daniel o Juan por ser gais creen que están más familiarizados con el tema. Así lo expresaron ellos, igual que Petra por su trabajo. Daniel lo explicaba muy bien: “Yo tengo tres personas en mi círculo de amistades que son transgénero, seguramente muchos de vosotros no tenéis ninguna”.
Cuestión aparte merece el caso de Pilar, para quien es nuevo el término “transexual” o “transgénero”. No hablaron de reasignación del sexo, pero seguro que hubiera completado el grupo de nuevos términos aprendidos en la casa de Guadalix. Un rato después de que Juan hiciera saber al resto el desconocimiento de Pilar se hacía la ofendida y ponía una comparación no muy afortunada. “Yo no sé esto igual que si os digo que vosotros no sabéis que el macho de la cabra es el macho cabrío”. Hacer comparaciones animales es arriesgado, pero Pilar no lo tiene en cuenta.
Repito que la conversación fue respetuosa y correcta. El tema despierta curiosidad y eso hace inevitable que lo comenten, pero se cuidaron en todo momento de mantener la conversación en términos de absoluta corrección. Juan explicaba que se había dado cuenta de que este hecho puede explicar la actitud de Laura por la cual le dio sus tres puntos en las nominaciones del pasado jueves. Daniel coincidía en la visión de Juan, aunque era coherente con lo expresado sobre que la condición sexual de esta concursante no va a condicionar su trato hacia ella, por lo que se mostraba menos indulgente que su compañero.
Fue Carlos quien puso un poco en peligro el tono planteando algo que puede generar cierta polémica. El chef no cree que vaya a aguantar con la duda mucho tiempo y piensa preguntarle a Laura directamente por su condición sexual. “Si esto llega hasta lejos, yo se lo pregunto. Te lo juro”, afirmaba Carlos. Juan le advertía de que igual lo cuenta ella antes, de lo cual estoy totalmente convencido. Por eso mismo, no tendrá oportunidad Carlos de hacer esa indiscreta e impertinente pregunta, pero hizo bien en ponerlo sobre la mesa. Personalmente, el planteamiento de Carlos me parece equivocado. No creo que deba poner a Laura ante el compromiso de responder a una pregunta de ese tipo.
Participo de la idea de que Laura lo cuente si lo desea y sea ella quien distribuya esa información a su antojo. También es cierto que no me parecerá bien si lo hace de forma que me haga sospechar que intenta sacar provecho de ello en el concurso. Ahora bien, digo que hizo bien Carlos en poner sobre la mesa ese debate porque lo normalmente admitido es que debemos dar normalidad a estos temas, algo en lo que estoy totalmente de acuerdo. Lo cual me genera la siguiente duda: ¿No es darle máxima normalidad que Carlos se lo pregunte de forma directa? Dudo si le estaría dando más normalidad de esa forma o hablando sobre ello aprovechando que Laura está en el otro dormitorio.
Carlos sabe dónde está y cree que Laura también debe ser consciente de que su condición sexual va a ser objeto de comentarios. Es más, piensa que la elección de esta concursante en los castings ha tenido relación con este hecho. “Esto es carne de cañón de reality”, afirma Carlos. Otro asunto polémico que sacó Carlos, porque este concursante se mueve especialmente bien en ese terreno. Tengo bastante claro que no se atrevería a plantearlo de forma tan clara como dice. Es más, enseguida reculó un poco y ensayó una posible pregunta: “¿No tienes algo que contarnos?”. Daniel ya planteó algo así y ella lo esquivó. Está claro que todavía no quiere contarlo, aunque no dudo de que lo hará.
Completando la polémica, Carlos afirmaba que le gusta Laura. Lo expresaba así: “Me gusta ese prototipo de chica. Su voz me parece hasta atractiva. Además, tiene un culito que da gusto y unas buenas peras… operadas. Tiene unos ojazos y una carita que, acompañada por esa voz, me mola”. Mina coincidía con Carlos en que Laura les parece sexy. Y parece que no son los únicos. Por lo que hemos visto días atrás, Laura es la chica a la que Maico ha echado el ojo, aunque la diferencia de edad le impide tirar la caña. Si tuviera seis o siete años más no lo dudaría.
También parece que Javier podría entrarle a Laura, aun sabiendo que ella entró con pareja. Sería la tercera chica en su ranking, tras Petra y Carlota. Sobre Javier también tiene Carlos su particular comentario: “Javier quiere meter el churro allí donde vea hueco. Está en ese plan”. Sobre lo de la pareja de Laura he podido entender por algunos comentarios que en realidad lo que ella ha querido decir no es tanto que esté pasando un mal momento con Aitor (su novio) sino que antes de entrar le advirtió de que podía pasar de todo. Me cuadra con lo que ella dijo en el ‘confe’, pero me costaba admitir que fuera esto. Si la pareja no tiene problemas importantes me parece innecesario que advierta al pobre chico de que puede pasar de todo en esa casa. Lo sabemos, pero igual no hace falta poner el dedo en esa llaga.
Vuelvo a lo de la condición sexual de Laura para hacer balance. Tenemos que en el dormitorio del ‘clan catalán’ la mayoría ya lo saben. Lo del clan es porque en camas contiguas duermen Petra, Cristian F., Mina y Carlos. Ya sé que Petra es de Palma de Mallorca, y nada más lejos de mi intención que levantar suspicacias, pero digamos que los cuatro están en la misma zona de influencia. Y, en todo caso, los otros tres son de Barcelona. Si tenemos en cuenta que Javier se mudó a ese dormitorio podemos decir que hay mayoría catalana ahí. Hugo ya hizo un comentario, mucho más tibio, respecto a la voz de Laura. Me gustaría saber si los demás son más como Juan, que lo tuvo claro en el minuto uno, o como Cristian F., que no tiene un buen radar para estas cosas, según reconocía ayer.
La otra polémica de la que quiero hacerme eco hoy tiene a Yangyang como protagonista principal, junto a Carlota. El ‘edredoning’ de esta concursante con José María ha suscitado algunos comentarios en la casa, como es normal. Lo estaban comentando y Christian G. hizo la pregunta de la discordia a Yangyang: “¿Tú harías ‘edredoning’ aquí?". En realidad, lo discordante no fue la pregunta sino la respuesta. Más que discordante cayó como una bomba, especialmente para Carlota. Decía Yangyang: “I’m sorry, soy chinita de ‘Lanzalote’. Chinita, no española. Fíjate, ¿vale?”. ¡Bum! Con la sonrisa habitual de las chinitas, sean de ‘Lanzalote’ o no, y esa apariencia de dulzura incrementada por la media lengua de Yangyang, había lanzado un misil de profundidad a la línea de flotación de Carlota.
Aprovecho para agradecer los subtítulos del resumen cuando habla Yangyang. Me resulta muy difícil de seguir su discurso. Lo más parecido que he escuchado a eso ha sido en las películas de Tarzán. “Yo Tarzán, tú Jane. Yo ser bueno y tener hambre”, y así. En ese plan no puede uno enterarse de mucho. La forma de hablar me despista de lo dicho. Posiblemente no me habría ofendido como lo hizo Carlota, pero porque no lo habría entendido. Carlota reaccionó en el momento, aunque lo hizo con el aturdimiento lógico cuando alguien dice algo tan fuerte. De forma inequívoca la estaba llamando sueltecita, aunque también podía estar haciendo una crítica al recato de las chinitas de ‘Lanzalote’.
Por lo que dijo después Yangyang se estaba refiriendo a las chinas en general, no solo a las que habitan en esa isla. Cuando Christian G. afirmaba que conocía chinas que a los diez minutos se van a la cama (tiempo de récord, me parece) dudaba Yangyang de que fueran chinas o japonesas. Concluyendo, tenemos que las chinas son recatadas, lo cual no comparten las japonesas. Me faltó que dijera algo de coreanas, vietnamitas, birmanas, malayas, tailandesas y otras nacionalidades de Eurasia Oriental. Lo que vendría a ser el mapa del puritanismo, por no hablar de su posible antónimo porque no me atrevo. Volviendo a concluir: Yangyang llamó sueltecita a Carlota sin despeinarse ni nada. Luego se dio cuenta de que la había pifiado un poco (un poco bastante), pero en lugar de ir a hablar con ella prefirió pedir árnica a Miriam, Laura y Javier. Ellos le dieron su bendición. No podía ser de otra manera. “No quiero que estés preocupada por eso porque nuestra relación contigo no va a cambiar por un comentario desafortunado”, le dijo Miriam. Claro, porque ella no es la del ‘edredoning’. Le faltó mandarle que rezase un par de padrenuestros. Ego te absolvo a peccatis tuis, in nomine Patris, et Filii, et Spiritus Sancti. O sea. Y amén.
Esto explica que Carlota estuviera rayada y José María llegase a plantearse un parón en la relación de ambos hasta que ella lo tenga claro. Yangyang puede haber generado esas dudas en Carlota por cómo se pueda estar viendo fuera su relación con José María. La presión de Carlota llegó hasta el punto de obligar a José María a la exageración. “Me iría de aquí contigo a cualquier lado. A mí este programa me la pela. Me-la-pe-la”, dijo él. Hombre, tampoco hace falta faltar. También pienso que intenta poner un poco de distancia para que este no se confíe mucho, lo cual explicaría que estando los dos en el ‘confe’ diga eso tan poco pertinente de: “Me fío más de Miguel que de él”.
Ya en solitaria confesión Carlota volvía a expresar sus dudas, en este caso sobre si José María está jugando con ella. Creo que es una manera bastante astuta de espantar las dudas sobre sus propias intenciones. De esa forma está desviando la duda hacia José María. No sabe nada la de Estepona. También fue buena maniobra llevar a Yangyang al ‘confe’ para hablar. Con el pretexto de que así tienen intimidad las dos le está dando visibilidad al tema y casi se asegura que es argumento fijo para el resumen. Lo que más me gustó fue el desprecio con el que Carlota le pide a Yangyang ir a hablar. “Con 30 años no puedes venir a un reality español y decir la barbaridad que has dicho”, le reprochaba Carlota. Entonces vino la frase de la venganza: “Y vamos a ver, que si yo a ti te caigo mal que me la viene trayendo floja”. Me la viene trayendo floja, como concepto.
Moleskine del gato
Yangyang dice que algunos chinos tardan cuatro meses en aprender a pronunciar la erre fuerte. Ella tardó un mes. Debe ser lo único que aprendió bien de nuestro idioma. Aunque debo decir que poco me parecen cuatro meses.
Lo de estratega como insulto no es patrimonio de colaboradores del Debate sino que también sigue siendo tendencia en la casa. Miguel sigue enfadado con Carlos por nominarle, más sabiendo que Mina está salvada y ha subido él a la terna de nominados. Utilizar en este programa la palabra “estratega” como acusación, casi como insulto, es tan absurdo como querer ofender a un campeón de los 100 metros lisos llamándole “atleta”. O “rápido”.