Carlos pudo ganar el poder de la salvación sin ajustarse a las normas
No llevamos ni una semana y ya hemos visto algunos clásicos que se han repetido en bastantes ediciones de este querido programa nuestro. La supuesta embarazada, quien pretende distribuir en provecho propio la información sobre la reasignación de su sexo, el o la que tiene una “personita especial” fuera y, posiblemente el clásico más irritante, el que no ha visto nunca Gran Hermano, aunque se sabe al dedillo lo ocurrido en ediciones anteriores. Haré enseguida un repaso a los concursantes identificados en estos roles tan equivocados. No pasa nada por estar embarazada, ser transgénero, tener una “personita especial” o no haber visto nunca el programa. El problema es que sea mentira o aprovechar tales circunstancias para medrar. Pero antes tengo que hablar sobre algo sucedido el pasado jueves.
Carlos logró en la última gala el privilegio de salvar a uno de los nominados, que bien podría haber sido él mismo. Finalmente, no estuvo entre los más votados por la audiencia, que fueron Yolanda, Nerea y Maico. Su elección fue Yolanda y a consecuencia de ello subieron a la palestra Hugo y Miriam, porque ambos concursan en comandita. Hubieran subido en cualquier caso, independientemente de cuál hubiera sido la elección del chef. Para poder tomar esa decisión privilegiada tan importante se calzaron todos un chándal rojo con el logo Revolution en la pechera y comenzó la prueba semanal. Una prueba express que ha durado hasta anoche y fue superada sobradamente, por lo que tendrán sus 4 euros por persona y día para hacer la primera compra.
La prueba que hubieron de superar constaba de dos fases. En la primera tenían que saltar el potro. Los que superaron esa fase pudieron disputar una segunda en la que ganaba quien más tiempo durase colgado del travesaño de una escalera de esas que cuelgan del techo en posición horizontal. Los menos altos tuvieron sendas ayudas en las dos partes de la prueba. El ‘súper’ avisó no una sino hasta cuatro veces de que debían estar sujetos con ambas manos en el mismo peldaño o travesaño de la escalera. Los tres que más aguantaron colgados fueron Laura, Miguel y Carlos, siendo este último el ganador.
La pregunta es: ¿hicieron todos bien esta prueba? Repasando las imágenes lamento decir que no. Más de uno estuvo sujeto con cada mano en un travesaño diferente. Es más, los dos que más aguantaron parece que cometieron esa misma ilegalidad. La conclusión es que Carlos habría logrado el poder de la salvación saltándose las sencillas reglas de esta prueba final. Estoy seguro de que no hay mala intención en este concursante, igual que lo creo de Miguel o algún otro. Pero la realidad es que varios hicieron mal la prueba.
La irregularidad no es fácilmente detectable en directo porque el tiro de cámara no lo facilita. El realizador debió colocar una o dos cámaras cenitales, en cuyo caso creo que habríamos podido apreciar con claridad quién o quiénes no estaban haciendo bien la prueba. Para que no haya duda sobre la posición de las manos en el caso de Carlos he dibujado sobre la foto que encabeza este escrito la posición de los travesaños en línea de puntos blanca. Es aproximado, pero creo que bastante ajustado a la realidad.
De esa forma se aprecia con claridad que Carlos tiene su mano derecha sujeta del cuarto travesaño y, sin embargo, la izquierda está agarrando el quinto. El hecho de que los dos concursantes que más tiempo aguantaron colgados de la escalera no cumplieran la condición de sujetarse del mismo travesaño con ambas manos hace pensar que esto pudo ser una ventaja para ellos. En justicia, el poder de la salvación debería haberlo tenido otro concursante que igual no habría salvado a Yolanda. No sé si es suficientemente importante como para que se deba anular la decisión de Carlos. Dejo esto en manos de quienes toman las decisiones en el programa. Igual la ilegalidad no es para tanto, no soy capaz de valorarlo. El caso es que las imágenes parecen bastante claras: Carlos no hizo bien la prueba. Y estando en conocimiento de ello este gato pijotero tenía que contarlo.
Hablaba antes de clásicos repetidos en la historia de Gran Hermano. El de la embarazada es uno de ellos. Durante un tiempo fue una recurrente posibilidad en cuanto empezaban a hacerse quinielas de posibles concursantes para una próxima edición. Desde hace tiempo quedó descartado que pudieran elegir a una embarazada en los castings. Los cuidados especiales que requiere una mujer en ese estado lo hacen poco recomendable, y conociendo cómo se las gasta una parte de la opinión pública en el momento que vivimos el escándalo sería mayúsculo. En el Big Brother de Holanda (país de origen del formato) una mujer dio a luz dentro de la casa y fue retransmitido en directo. El caso llegó a ser discutido en el parlamento de ese país. Hasta ese punto es todo un clásico.
En todos estos años he podido observar como una de las cosas que despiertan más expectación es una concursante haciendo conjeturas sobre su posible embarazo. Las visitas a este blog se disparaban en aquella primera época que estaba en la gatera digital cuando una concursante hablaba sobre la posibilidad de estar embarazada. Son ya muchos años y he terminado teniendo cierta experiencia en contar ciclos. Ser seguidor de Gran Hermano tiene estas peculiaridades tan inesperadas. Recuerdo los cálculos que hice en Gran Hermano 12 para desmontar la posibilidad de que Laura Campos hubiera tenido una falta. Ya no es que estuviera embarazada o no, sencillamente las fechas no cuadraban. Aunque el embarazo que más recuerdo fue uno interrumpido antes de comenzar la edición. Cristal, concursante de Gran Hermano 6, le habló a Jonathan sobre su embarazo interrumpido antes de entrar en la casa. Nunca contó al programa que se hubiera quedado embarazada ni lo que le había sucedido después. Nos pudimos enterar gracias a una conversación a media voz pillada de forma milagrosa en el 24 horas.
A diferencia de Cristal, que hizo esfuerzos porque no se supiese su caso, Laura creo que contó su imposible embarazo con toda la intención de generar expectación. No solo me iba a dar yo cuenta de que este es un tema provechoso que interesa mucho a buena parte de la audiencia. Por eso no me creo que lo de Pilar haya sido del todo espontáneo. Ella ha contado que su última regla fue el 8 de agosto. Si tuviera ciclos de 28 días querría decir que entró en la casa con una falta de 12 días aproximadamente. Y se ha esperado una semana completa, hasta ayer domingo, para pedir un test de embarazo. Es decir, hasta los casi 20 días de falta, que podrían ser más si sus ciclos son algo más cortos. Ya les dije que me he convertido casi en un experto.
No se entiende que Pilar planificase esperar hasta el domingo para hacerse la prueba de la rana (suena antiguo, pero se decía así en una época). Tampoco que no tuviera tiempo para asegurarse antes de entrar en la casa, aunque dado que fueron avisados muy de improviso puede que no le diese tiempo a reaccionar. Ella misma era consciente de que podría ser una consecuencia del estado de nervios que en algunos casos es especialmente intenso ante el hecho de entrar en la casa de Gran Hermano. Ya digo que puedo llegar a entender que no se hiciese la prueba antes, pero no llego a comprender por qué ha explotado tanto su posible embarazo. El componente de suspense añadido por ella al caso me hace pensar que ha querido reclamar su parte de protagonismo en estos primeros días tan importantes.
Cuestión aparte merece la reacción de algunos al posible embarazo de Pilar. Lo de Petra preguntando si no utiliza protección y lo hace “a pelo seco” me dejó estupefacto un rato. Por otra parte, vimos cómo Pilar le proponía a Juan ir con ella a hacerse la prueba al ‘confe’, pero luego estaba sola en tan íntimo momento. No sé lo que pasó entremedias, pero si es que Juan prefirió no estar presente le alabo por ello. Creo que es algo de Pilar, que debía resolver ella sola, sin implicar a alguien medio desconocido, por muy bien que se hayan estado llevando en estos pocos días.
Parecido a lo de la embarazada en Gran Hermano es lo del concursante transgénero o aquellos que han reasignado su sexo. Me refiero a que en más de una ocasión hemos podido apreciar las intenciones de distribuir la información a su antojo y en beneficio propio. Sobre esto he llegado a tener gran complejo al haber descubierto más de un caso. El más doloroso para este gato cronista fue el de Hans en Gran Hermano 11, porque a diferencia de otros anteriores este concursante no había compartido con la audiencia su circunstancia. No debí contarlo, por tanto, aunque me tranquilizó algo el hecho de que el propio concursante decidió compartirlo dentro de la casa con Saray, por lo cual debió pensar que también lo estaba descubriendo de forma pública para la audiencia. Pero yo me había adelantado un poco, de lo cual no estoy nada orgulloso. Es por aquello que no quise hacer comentario el miércoles pasado, aunque me pareció entender cuál podía ser la historia personal de Laura, luego descubierta.
Antes de Hans habíamos visto distintas actitudes en Amor (Gran Hermano 9) o en Nicky (Gran Hermano 6) sobre su situación. Amor no lo contó ni en su vídeo de presentación ni tampoco dentro de la casa, pero debía estar segura de que la audiencia lo iba a conocer dada su actividad pública anterior a Gran Hermano. Por su parte, Nicky sí lo compartió con la audiencia en su presentación y luego fue eligiendo a quién se lo iba contando dentro de la casa. Curiosamente se lo hizo saber a varios de sus compañeros menos a Jani, la chica cubana a la que intentó conquistar. Apostaría a que Laura puede tener un plan más o menos parecido al de Nicky, pero no lo va a tener tan fácil como él.
El mayor inconveniente para que Laura vaya eligiendo libremente a quién contar su historia personal es que José María y Daniel entraron el jueves con esta información del exterior. Compartirla dentro de la casa puede suponer una sanción para ellos, por lo que posiblemente no lo hagan. Pero no hace falta contarlo para utilizar de alguna forma esa información. De hecho, Daniel ya lo ha está haciendo cuando le dice a Laura que a él le puede contar lo que sea. Ella se debe haber dado cuenta ya de que se ha comentado su historia personal aquí fuera. Una historia que no es de ningún interés y ni siquiera debería comentarse. Al menos hasta que la propia concursante decida contarlo, lo cual no creo que tarde en hacer. Lo ha dejado bastante claro Laura cuando afirma que tiene algo que contar, pero es pronto todavía. Su mayor torpeza es que lo haya ligado al concurso. No debió hacer eso.
Los otros clásicos de Gran Hermano son menores al lado de estos ya mencionados. Parece que Petra tiene una “personita especial” fuera, lo cual viene a ser sinónimo de tener una relación suficientemente débil como para plantearse muy seriamente la posibilidad de dejar de tenerla en cero coma. Es toda una declaración de intenciones, un aviso a navegantes, el preludio de un abandono, como si se estuviera grabando en letras de oro la frase “es lo que hay”, que dejara dicha para la eternidad Laura Campos. No sé si debiera preocuparme por mencionar dos veces a una concursante de seis ediciones atrás en un mismo escrito. No sé decir por qué, pero me inquieta.
Y el último clásico del que voy a tratar hoy debo reconocer que es uno de mis preferidos. Maico dice que no ha visto nunca Gran Hermano. Maico dijo en su vídeo de prueba de cámara en los castings que si entraba pediría la hora sin cámaras. Maico conoce mejor que la mayoría de sus compañeros, por no decir todos, a los concursantes de algunas ediciones anteriores. Ergo, Maico no está diciendo la verdad. Esto ha sido demasiado fácil.
Moleskine del gato
Más fácil que desentrañar la mentira de Maico es adivinar el expulsado de este jueves. Tengo anotado en mi agenda con letra mayúscula de palo: “SE VA NEREA”. Nominó la audiencia y la casa decide. Después de las repetidas muestras de egoísmo, así como la actitud caprichosa y medio infantil de la Paris Hilton de Guadalix, está claro que la mayoría de sus compañeros van a votar con gusto la expulsión de Nerea. No se trata de si nos viene mejor o peor para lo nuestro. Es que no hay otra. Acapara perchas de forma poco solidaria, saca de la lavadora la colada de Yangyang para poner a lavar tres prendas de su ropa interior y se come las tabletas de chocolate de dos bocados. ¿Alguna duda de quién va a dormir este jueves en su casa?