Álvaro da a entender que llegó a tener algo con Carmen
Álvaro lleva días hablando de “la barrera” que Carmen bajaría y subiría, como si estuviera en la salida de un parking, y con ello está liando una maraña cuyo objetivo podría ser sugerir algo que no es cierto en absoluto. La nueva fantasía del supuesto enamorado es que Carmen le habría dicho primero que no tendría nada con él para luego darle esperanzas y propiciar cierto acercamiento, aunque finalmente se haya vuelto a enfriar la relación. Es decir, que en algún momento Álvaro ha llegado a poder considerar que podría estar iniciando una relación amorosa con Carmen. Evidentemente, esto solo está en su creativa mente, o bien forma parte de sus deseos, sin que haya pasado de verdad.
Ayer Álvaro le pedía a Carmen charlar en privado. Se fueron al dormitorio de las flores y tuvieron una no muy larga conversación. “Respecto a lo de ayer, eso que hablaste de la barrera, yo pensaba que era una barrera de hormigón”, empezaba diciendo el concursante, recibiendo una inmediata negativa. Luego seguía así: “Cuando me has dicho que se ha ido, entiendo que tú lo que no quieres es hacerme daño”. La voz de Álvaro comenzaba a sonar temblorosa. Estaba nervioso y así lo reconocía: “A ver, que me estoy poniendo nervioso. Quiero ser completamente sincero contigo por si me voy el miércoles. Respecto a lo que pasó ayer, he entendido que esa barrera la quitas y la pones para no hacerme daño”.
Álvaro debió ver el clásico musical ‘West side story’, que algún lumbreras decidió titular en España como ‘Amor sin barreras’. Eso es lo que él parece añorar, un amor sin barreras con Carmen. Pero tanta insistencia con las barreras no es casual, sino que le facilita hacer el lío que vengo anunciando. Seguía así su discurso: “Yo te lo digo desde ahora: no me gusta estar contigo enfadado. Valoro mucho lo que estás intentando hacer por mí, a pesar de la situación en la que te he puesto. Y ten por seguro que, aparte de chascarrillos como los de hace un rato, no te voy a poner nunca en esa tesitura de que, aun cuando generes confianza conmigo, puedas pensar si me estoy ilusionando contigo. Yo ya sé mi camino y mi posición”. Yo también sé cuál es ese camino, el de lograr que Carmen pase por ser una veleta que cada día dice una cosa diferente.
Carmen explicó que su barrera ha estado motivada porque antes de contarle a ella lo que sentía se había enterado ya toda la casa, y eso le produjo un bloqueo mental. Pues si supiera lo que va diciendo ahora el bloqueo podría multiplicarse. También hizo referencia Carmen a esos momentos en que Álvaro ha decidido ponerla a prueba, como cuando pretendía que le dejase ventaja a la hora de coger el teléfono. A saber por qué iba Carmen a hacer tal cosa. En realidad, las palabras de Álvaro podrían haber servido para infundir tranquilidad sobre el futuro de la relación entre ambos, pero teniendo en cuenta lo sucedido la víspera no estaría yo tan seguro. El propio Álvaro se refería a lo del día anterior, imagino que refiriéndose a su fea actitud durante la gala, cuando provocó el enésimo momento incómodo con Carmen.
El domingo, antes de que se produjera la primera salvación y a preguntas de Toñi Moreno, Álvaro afirmaba preferir que se salvase Alatzne de entre los cinco nominados que todavía estaban en liza, posteriormente reducidos a tres. Justificaba su elección por “cosas que han pasado”. Más tarde, cuando acababan de conocer el nombre del segundo salvado y después de que Carmen, por su parte, dijera por segunda vez que prefería la salvación de Rafa, añadía esta concursante que también le hubiera gustado que lo hiciera Álvaro. Esto no era posible porque en ese momento solo podría salvarse uno, que finalmente fue Rafa.
Me pareció que a Álvaro no le gustaba esta última matización de Carmen, condescendiente hacia él, y respondía así: "Dada la situación, preferiría que dijera la verdad. Siento que tenemos un cambio de perspectiva. La quiero un montón, pero siento que estoy como... bueno... que estaba conmigo por compromiso. Es lo que siento y necesito ser sincero". En ese preciso momento Carmen y Rafa se miraron atónitos. ¿Qué estaba con él por compromiso? ¿Qué se había tomado Álvarito (como le llama Rafa a menudo)? ¿No es una tremenda desfachatez por su parte dar a entender que Carmen estuvo alguna vez con él? Siendo bien pensados se refería a pasar tiempo juntos, pero conocemos al Álvaro enredador y cabildero, capaz de liártela en menos que canta un gallo.
Una de las características inequívocas de la voluntad enredadora de Álvaro es el empleo de términos que abrazan sus palabras y más que aclarar enmarañan sus pensamientos. Decía el periodista Carlos Luis Álvarez Cándido que las palabras oscurecen los pensamientos y son, a menudo, como ese cartel de ‘Paisaje pintoresco’ que impide ver el paisaje (pintoresco, por supuesto). Ahí aparece Álvaro diciendo que sus amigos en la casa son un “baluarte” para él, o explica lo sucedido entre él y Carmen calificándolo como “un cambio de perspectiva”. Debo decir que suele acertar en el empleo de palabras que en el habla coloquial se podrían considerar en cierto modo cultismos, aunque a veces emplea “palabros”, o sea, mete expresiones más o menos rimbombantes en un lugar que no le corresponde.
Carmen respondió en directo intentando explicar que todo cambió cuando Álvaro se declaró, aunque utilizó esa eufemística manera de hablar que consiste en referirse a cuando “pasó lo que pasó”, lo cual presupone el conocimiento de lo que pasó y evita palabras incómodas como “declararse”. Después de que Álvaro le declarase su amor no podía, ni debía, mantener la misma actitud que hasta ese momento, eso está claro. Pero a él no le interesa tanto la verdad como expresar su resentimiento. Y a eso fue: “Si has puesto esa barrera por lo que ha pasado, que lo comprendo y asumo mi parte de responsabilidad, si te incomoda tanto no creo que quieras que me quede en la casa”. ¡Agárrate! Resulta que al caballero le molestó el gesto amable de Carmen diciendo que tampoco deseaba su expulsión.
Me refiero a todo esto sucedido en la gala del domingo y no solo lo enlazo a la conversación de ayer entre Carmen y Álvaro porque quiero terminar el tema retrocediendo un poco más para ir hasta otra charla entre este y Brenda. Una conversación en la que Álvaro confirma su intención de dar a entender que en algún momento ha tenido algo con Carmen, o simplemente que le ha llegado a dar esperanzas sobre ello. Álvaro se expresaba hablando con Brenda como si lo estuviera haciendo con Carmen: “Yo entiendo que te acercaras a mí el domingo porque me viste de esa manera, y si ya no te gusto el segundo día... vale, a lo mejor tardas en darte cuenta. Pero, al cuarto o al quinto dímelo. Dime, oye mira, he visto esto de ti, ahora veo esto y ya no quiero estar contigo. Perfecto”.
¿Dime ya no quiero estar contigo? ¿Cuándo ha llegado a estar con él? Creo que Álvaro no está viviendo una realidad paralela, como a veces vemos en algún concursante. En su caso me inclino a pensar que está pretendiendo reescribir una realidad inexistente para ver si terminamos creyéndonoslo, tanto en la casa como aquí fuera. Cuando Brenda le preguntó por qué Carmen no le ha dicho eso desde el principio, es decir, porque no había sido clara, Álvaro respondió que no lo entiende. Supongo que su objetivo estaba ya conseguido. Al menos en Brenda había calado la idea de que Carmen le dio esperanzas y fue cambiando de menos a más y, de nuevo, a menos receptiva al ¿”hamor”? de Álvaro. Lo mismo explicó, con más claridad aún, a Kenny el viernes en la cocina. Y lo peor: pienso que se lo están creyendo. La dialéctica de las barreras estaría triunfando.
No se equivoca Álvaro eligiendo a Brenda para su ceremonia de la confusión. Ella es experta en líos varios y se está arrogando el papel de justiciera que va diciendo a la cara lo que piensa de cada uno. A las mellizas les prometió que no volvería a hablar con ellas, pero anoche mantenía una tensa discusión con Laila en la que teóricamente pretendía pedirle perdón, pero terminó diciéndole que hay cosas de ella y de su hermana que “no le cuadran”. Sospecho que a Brenda no le cuadra casi nada, y casi nadie. Laila respondió: “La que no me cuadras eres tú, porque no te he hecho nada y me estás juzgando”. Es esto exactamente: Brenda es la juez suprema, habla con sentencias y providencias. Laila terminó llamándole “mala persona”, justo lo que Brenda le llamó a ella hablando con Cora, aunque ambas lo negaron.
A Carmen, por ejemplo, Brenda le ha dicho que tiene un comportamiento infantil. Ella reparte sus juicios del mismo modo que Héctor daba consejos, sin que nadie se lo haya pedido previamente. Y combina esto con analizar lo que pasa a su alrededor transmitiendo una sensación de amargura importante. Su cómplice es últimamente Cora, contagiada inevitablemente de ese poso que a menudo deja Brenda, más amargo que el café Robusta. Aunque la prefiero soltando su veneno con Cora que cuando va dictando sentencias a compañeros que no lo habían pedido. En esos momentos me pregunto siempre cómo es que nadie le suelta eso que dice Carolina Sobe: “Vete a la mierda, que han puesto columpios”. O algo similar.
El nuevo cuarteto de la casa hacía anoche cálculos con vistas a las nominaciones. La diferencia respecto al anterior cuarteto es que las mellizas aportan solo un voto. Mejor dicho, si las nominaciones son tradicionales tan solo son seis puntos que sumar a los doce de Rafa y Carmen. Disponen, por tanto, de nueve puntos para intentar subir a la palestra a alguien junto a ellos. Y la persona elegida es Brenda, aunque si tuvieran una nominación directa irían a por Adrián. No lo tienen fácil. Su única esperanza es que los otros no sepan o no quieran organizar una estrategia en común.
El gato responde
En los dos últimos días he visto repetida la discusión sobre si Alatzne rotondea. Y también sobre si realmente se cree la protagonista de la edición. Sobre lo primero creo que es evidente. Ella misma contó que había decidido seguir su camino sin estar en un grupo y relacionándose con todos. Y aunque ha aclarado que no se sintió presionada nunca, ahora prefiere no pactar nominaciones. Eso es un cambio de rumbo, lo cual no es ni bueno ni malo. Ella decide.
Sobre si da muestras de creerse la protagonista, también lo dejó claro este domingo. Cuando Toñi Moreno le pregunta por su opinión sobre la razón por la que Cora y Laila decidieron elegirla para conocer una nueva pista de los secretos esta fue la respuesta de Alatzne: "Porque tengo que ser la protagonista todos los días. Y el miércoles que viene otra vez. Lo tengo ya asumido. Pero no pasa nada, que es un juego. Porque al final tienen afinidad entre ellos, no van a elegir a uno ni al otro, y la que se queda siempre colgando soy yo". La segunda explicación hace que sobre la primera. Podemos pensar que está hablando irónicamente, pero lo cierto es que Alatzne ya había mostrado antes cierta obsesión con lo del protagonismo. Estando con Rafa escuché más de una vez que decía entusiasmada: "Estamos siendo los protagonistas, lo tengo claro".
Entre las torpezas de Alatzne anoto también cosas como hacer que llama a sus padres por el teléfono del jardín y mantener una imaginaria conversación con ellos. O aprovechar que Alberto se ha podido quitar el disfraz de Cupido para ponerse una parte. En fin, no veo a la Alatzne de una semana antes haciendo estas cosas tan para llamar la atención.
Moleskine del gato
A Carmen y Rafa no se les ha escapado el cambio de casi toda la casa con ellos. El cambio es particularmente visible con Rafa, y se ha producido después de salvarse de la expulsión. Hasta Brenda se ha acercado a él. Son demasiado obvios.
También adivinó Rafa que cuando Alatzne se separase del grupo iba a pasarse mucho tiempo hablando con Adrián. Así está siendo.
La última genialidad de Adrián es planear que si la siguiente inmunidad consiste en buscar un objeto, marquen individualmente a Rafa y Nissy. Tres tras uno y otros tres tras el otro. Marcaje al hombre, que la para marcar en zona hay que saber. Este es el ideólogo del grupo. ¡Hay que fastidiarse!