Adrián confiesa que no le gusta nada del físico de Marta
“¿Qué te gusta de mí?”, preguntaba Marta. “Nada”, contestó Adrián. La pregunta hacía referencia al físico y ella siguió insistiendo, como si estuviera dando a su chico otra oportunidad. Después de un rato y varios exámenes de recuperación, Adrián probó a ver si sonaba la flauta y terminaba aprobando la última repesca. “Tendría que verte desnuda para decirte”, afirmó el caballero. Aunque cualquier cosa le cuadraría más que caballero, precisamente. Para aprobar a la primera hubiera bastado con que respondiera “todo”. Pero si no quería mentir tanto bien podría haber dicho algo para salir del paso.
“Tienes unos labios muy bonitos”, sería una opción. O “me gustan tus dientes incisivos y también los caninos”. Yo qué sé, algo siempre se puede decir. Tal vez sea que Adrián es como el personaje de Chus Lampreave en la película de Pedro Almodóvar ‘Mujeres al borde un ataque de nervios’, cuando dice: “Lo siento, señorito, pero yo soy testiga de Jehová y mi religión me prohíbe mentir. Yo solo puedo decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. (…) ¡Ya me gustaría a mí mentir, pero eso es lo malo de las testigas, que no podemos! Eso debe ser: Adrián es testiga.
De no ser por su confesión implícita e innegable de que no le gusta nada del físico de Marta, pensaría que cuando Adrián rechaza tener una hora sin cámaras en la white room con su chica es por miedo escénico. Sería hasta cierto punto entendible, aunque también puede planteárselo como una ocasión única de tener un rato de auténtica intimidad junto a la mujer con la que está comenzando una relación. Una de las cosas más agobiantes de la experiencia del concursante de este tipo de realities es la pérdida total y absoluta de intimidad. Se podría decir que la tienen cuando están en el retrete o la ducha, donde siempre hubo una cámara, pero en esta ocasión no. Pero es una falsa apariencia de intimidad porque las paredes con de cartón piedra y ni siquiera pueden echarse un sonoro aire sin que se entere quien esté en ese momento en el cuarto de baño.
Tampoco en la hora sin cámaras se libran de que quede registrado el audio de lo que allí suceda. Adrián no valora tener cierta intimidad, posiblemente por eso mismo, y creo que es perfectamente entendible. No hay por qué valorar que quiere aquel que rechaza ese recurso instaurado en Gran Hermano 3 por Kiko Hernández y Patricia Ledesma. Pero, claro, llueve sobre mojado. Porque a esto se le une que sus besos parecen desprovistos de pasión y la falta de amabilidad que muestra Adrián cuando su chica le pregunta qué le gusta más de su físico. Son demasiadas cosas para no opinar que es una relación descolorida y macilenta, a la que le faltan muchas cosas para parecer verdad. Y ya se sabe que a perro flaco, todo son pulgas. De manera que hasta cuando se muestran cariño de verdad resulta imposible desembarazarse del escepticismo en torno a esa relación.
Ni siquiera los celos son este caso un indicador inequívoco de que hay sentimientos de Marta hacia Adrián. No estoy negando que los haya, pero me resulta complicado eliminar de mi cabeza la duda que ellos mismos han generado con sus actos. Me parece poco significativo que ella le reproche que habiendo ido a la cocina para comerse un yogur pase mucho rato hablando con Cora. Algo que interpretaría como celos en cualquier otro caso, tratándose de esta pareja no me parece tan claro. Porque en su momento también vi a Marta reprochando a Carlos que pasase mucho rato una madrugada con Rafa. Incluso Adrián se había quejado semanas antes de que Colchero hiciese algo idéntico con ese mismo compañero de encierro. El sentimiento posesivo que han mostrado ambos deja en entredicho que entre ellos denote celos.
Contrasta con la poca gana que parece haber en esta relación con el buen ánimo de Sara y Tom. Es suficientemente conocido que Tom va abriendo y cerrando relaciones en cada reality en el que participa. No iba a ser en este caso algo diferente. Diría incluso que se esperaba esto de él. Me alegro por los dos si lo están pasando bien y esto es lo que quieren hacer. Ahora bien, Sara me está pareciendo un Ferrari a la inversa. Es decir, está demostrando que es capaz de pasar de 100 a 0 en segundos. Lamento decir que, en mi opinión, daría mucho más en el concurso si no se hubiera cruzado Tom en su camino.
Víctor Sandoval decidió abandonar sin activar protocolo ninguno en este caso. El viernes a media tarde salía de la casa tras protagonizar algún episodio todavía más lamentable de los mostrados en días precedentes. Ese mismo día en este escrito dije que su situación en la casa era insostenible y confiaba en que se pusiera una solución, como así fue. Cuando anoche intentaba justificar su actuación debió pensar que le beneficiaba mucho más el silencio. Imposible defender que pocas horas antes de salir de la casa le dijera a Rafa que su vida es tan miserable como para haber tenido que acudir a las colas del hambre. No solo Miriam, también Colchero censuraron esas palabras. Nadie merece escuchar algo tan digno de repulsa.
Sin ningún sentido, Sandoval llamó negacionista a Rafa cuando fue él quien negó que la hermana de este le dijera que el invitado VIP solo le quería desestabilizar. También fue Colchero en ese caso quien le contestó que él mismo lo había escuchado a través de las finas paredes de esa casa. También negó que esa fuera su intención cuando todos le hemos visto obcecado en dejar mal a ese concursante y solo a él. Sandoval no sabe crear contenido de otra manera que no sea haciendo daño al prójimo. Al menos eso ha demostrado en su triste paso por esta edición de desconocidos a la que le han sobrado algunas de las visitas de famosos. Entre los pocos malos recuerdos que conservaré de este reality estarán los comentarios gordofóbicos de Carmen Lomana y la maledicencia sin límites de Víctor Sandoval.
Ninguno de los tres VIP seleccionados para acompañar a los concursantes hasta que sean proclamados los finalistas ha cumplido su labor sin excesos. Tom fue a degüello contra Adrián por su relación con Marta, lo cual solo puede hacer despertar más simpatías por la pareja compensando la injerencia del visitante. Miriam ha estado poco fina en algunos momentos, y no me refiero a que llame Aurora a Sara o Coraje a Cora, lo cual es gracioso y forma parte de su personalidad (en su edición de GH VIP ya llamaba Aurora a Aurah). Estoy hablando de su poco acertado comentario a Sara, aunque si esta piensa que es de ser una buscona ir al concurso con la idea de liarse con alguien el problema lo tiene ella.
Sea como fuere y pesar de todos los errores que hayan podido cometer Miriam y Tom, lo suyo no es comparable con la burda y peligrosa manipulación de Sandoval. Sobre lo de Sara, anoche en plató su madre protestaba porque en redes sociales se la ha estado ofendiendo gravemente. Cuando Toñi Moreno le pedía que especificara lo que decían de ella, su madre dijo en concreto la palabra de cuatro letras. Invito a la señora o al programa que presenten las pruebas de que eso ha sido algo significativo. Haciendo una búsqueda avanzada en Twitter no encuentro prácticamente ni un solo improperio de ese tipo dirigido a Sara. ¿Es posible que se quiera victimizarla? Deberían de demonizar las redes desde un programa que tantas veces presume de su audiencia social.
Sorpresas
Habían pactado este fin de semana Rafa y Carlos una estrategia común ante la fase final del juego de las esferas ahora que está a punto de caramelo. Ambos creían que la apuesta de Cora sería sobre el secreto de Carlos y tenían la confianza de que no acertaría su apuesta porque la veían bastante despistada. Pensaban, por tanto, que perdería sus dos esferas a favor de Carlos y este se pondría en cabeza con seis esferas. A partir de ahí, Rafa tendría que accionar el pulsador en lo que consideran será la última oportunidad.
Sara no participa de este juego, Colchero está fuera de combate por su lesión en la pierna y Adrián no puede jugar porque no tiene esfera, misma situación en la que estaría Cora si perdiese las suyas. Rafa solo tendría que adelantarse a Marta y Carlos le ayudaría en ello. Además, cuenta con que Álvaro le habrá dejado en herencia sus esferas, cosa que conoceremos mañana. Pues bien, las cosas no están saliendo como planificaron. No contaron con que Sandoval ayudaría al otro grupo dándoles pistas que a ellos no se les habían ocurrido.
Cora apostó que Carlos ha sido seminarista casi toma los hábitos y acertó. Los caminos del señor son inescrutables y Carlos tomó el de ser no binario, lo cual le habría costado mucho más llevando sotana. Cora se llevó las cuatro esferas de Carlos y ahora mismo solo cuatro concursantes podrían llevarse el premio de 50.000 euros. Estos son Cora (6 esferas), Rafa (4), Colchero (3) y Marta (1). Anoche Toñi Moreno avisó de que se habilitaría una vez más el pulsador, es de suponer que la última. Si Rafa logra pulsar apostará por el secreto de Cora y puede hacerse con 10 esferas (12 si hereda las de Álvaro).
Ayuda a pensar que el secreto de Cora está en peligro que tenga 6 esferas, pero también que anoche se descubrieran dos pistas suyas. La primera parece un plato con pollo y la otra un carrito del supermercado. La pista descubierta de Colchero es una fotografía familiar (se aprecian dos figuras adultas y la de un niño) rota por la mitad. Empiezan a estar bastante claros los secretos, más si tenemos en cuenta que anoche en plató Álvaro jugaba a asignar los secretos que faltan por descubrir y no mencionaba en ningún momento el de “he abierto un cadáver”. Mañana conoceremos el secreto de Álvaro, pero creo que debe ser este.
El gato responde
Me dicen esto en Twitter:
Que Rafa diga a cada uno lo que quiere es normal, entendible y deseable. Si alguien no lo hace mal. Sería discutible que dijera a cada uno lo que quiere escuchar, pero es de las cosas que menos le cuadran a este concursante. En ese caso no le hubiera dicho a Alatzne que tenía comportamientos celosos y le agobiaba, o no se habría empecinado en dejarle claro a Carmen que seguiría hablando con Laila aunque a ella le molestase. Y, por supuesto, no habría repetido hasta la saciedad que Adrián, Marta y Colchero le parecen un mueble de tres patas, de esos que a poco se vuelven inestables y cojean con gran facilidad. ¿Era lo que pensaba? Pues enhorabuena para él. Lo malo sería que acostumbrara a decir cosas que no piensa.
Pues no dice…
Pues no dice Adrián que la persona más importante para él en la casa es Colchero. Antes que Marta, incluso. Y luego dice que si dudamos de su relación.
Pues no dice Miriam que le gustaría tener un hermano como el de Cora. Si alguien sabe lo que toma la invitada VIP evite bajo todo concepto probarlo en casa.
Pues no dice Miriam (de nuevo) que el trastorno por el que se tiende a guardarlo todo se llama "misoginia". Claro, y la aversión a las mujeres es el "síndrome de Diógenes".
Moleskine del gato
Anoche se salvó Rafa primero y luego Adrián. Al duelo aplazado entre estos dos le sustituye un descafeinado enfrentamiento entre Colchero y Carlos. Aunque ambos han estado dos meses en el mismo bando, lo cierto es que Carlos ha demostrado tener suficiente personalidad para arrimarse a Rafa aunque esto fuera mal visto por quienes fueron sus aliados desde el principio. También podría ser que Carlos se acercase intuyendo el apoyo que Rafa pueda tener fuera. En todo caso, la salida de Carlos sería un nuevo varapalo para Rafa, no así si es Colchero el expulsado.
Ya sabemos que este jueves serán las últimas nominaciones, con lo cual es muy fácil hacerse el calendario de lo que queda de edición. El mismo jueves puede haber ya finalistas, si es que alguien no sale a la palestra. La siguiente semana sería la última expulsión y definitiva proclamación de finalistas. Y la siguiente gran final. Esto es lo lógico, aunque nunca se debe descartar que haya sorpresas.
Entre las muchas cosas que están diciendo y no debieran los visitantes VIP escuché esta madrugada a Tom asegurando a Sara que si sale la próxima semana se irán juntos de la casa, con lo que está diciendo claramente hasta qué día tienen previsto aguantar ahí dentro. Es innecesario que tengan esa información y rompe con una veterana tradición.