Gabaldón, sobre Hugo: «Yo voy con él a muerte»
Mientras Rubén, Maico y Miriam siguen dentro de su particular día de la marmota, un bucle en el que poco a poco van subiendo el nivel de las ofensas y provocaciones, empieza a comentarse en esa casa la situación. Una interesantísima conversación que tuvo lugar anoche entre Gabaldón y Pilar en la cocina va a centrar buena parte de mi atención hoy. Me ha parecido llamativo desde hace días que nadie intentase aprovechar la circunstancia a su favor, y eso se mantiene de momento. No veo por parte de nadie intención de sacar provecho de esta flagrante traición, pero sí cierta necesidad de posicionarse.
No les preguntarán por esto en el Última hora de esta noche, pero sí habrá los ya tradicionales posicionamientos. Adivinen lo que harán Maico y Rubén. Dado que se pasan todo el santo día hablando de Hugo, quien cobra naturaleza de monotema obsesivo para ellos, cualquiera diría que se pondrán en contra de este concursante sin ninguna duda. Pues bien, no va a ser así. Se van a posicionar en contra de Lorena, lo cual da nuevas muestras de su falta de gallardía a la hora de enfrentarse a Hugo.
A poco que vayan aplazando el momento del cuerpo a cuerpo de verdad, que no deseo especialmente, pero me parece inevitable, perderán la oportunidad de tenerlo. Confieso que por una parte me gustaría verlo, más que nada porque confío en la respuesta de Hugo. Pero, sobre todo, por ver a Rubén una vez más nervioso y necesitado de astringentes. A este concursante ya le ha abandonado hasta Alyson Eckmann, incapaz de seguir defendiéndolo. A espaldas del uruguayo siguen haciéndose los machitos. El otro día se reían diciendo que Hugo se calmaría un poco cuando vea que ninguno de los dos se posiciona en su contra.
De avanzadilla llevan a Miriam, que tras darle sus 6 puntazos a Hugo no tiene otra opción que desear su salida de la casa. Como dije ayer, lo bueno sería que le viera salvarse justo después. Maico y Rubén se pondrán delante de la foto de Lorena, pero ven mal que otros hagan lo mismo, como es el caso de Pilar. ¿Qué diablos les importará a ellos? Dicen que Pilar le dio 2 puntos a Hugo y ninguno a la última en incorporarse al juego. Pero no tienen en cuenta que ya reconoció haberse equivocado con sus nominaciones. Hacen como si eso no hubiera pasado.
En la escalada contra Hugo han entrado ya en fase de provocación cada día más evidente. Provocación de poca intensidad es que Rubén le pregunte si Lorena le habla. Hugo respondió con desgana y casi sin mirar. Bastante más evidente la provocación de Rubén y Maico ayer a mediodía hablando a la vez de la estéril polémica de la cebolla y la máquina rasuradora. A Hugo no le pareció que le hubieran dado la famosa cebolla de buen grado y decidió devolverla. Podían haber aprovechado ese momento para empezar a destaparse y enfrentarse a las claras de una vez, pero tampoco lo hicieron. Prefirieron ir un día después los dos juntos a interrumpir la sesión matinal de baño solar para intentar suavemente, de forma ladina, sacar un poco de sus casillas a Hugo. No lo consiguieron y Hugo se quedó con quien dice que es su único amigo de verdad: el sol.
Presenciando esa conversación, pero aparentemente ausente de ella, estaba Gabaldón. Algo me dijo que con su acercamiento a Hugo justo después de que se fueran los otros dos interlocutores quería transmitirle un cierto mensaje de apoyo. La conversación de por la noche con Pilar me confirmó que ese apoyo es real. Ya sé que muchos lo interpretan en clave de concurso. Gabaldón es ‘el justicias’. Si una cosa ha pretendido en estos casi dos meses y medio ha sido repartir justicia, lo cual parece su motor, aquello que motiva todas sus decisiones. Tengo claro que ahora es eso mismo por lo que dice estar a muerte con Hugo. La situación que está viviendo este concursante clama al cielo. El justiciero Gabaldón no podría verlo bien nunca.
El último peldaño de esta escalada de ofensas y provocaciones es peligroso porque su piso quema y no promete nada bueno para nadie. Miriam se aproxima al peligro con osadía. Ayer mismo, con voz suave y amorosa, como si se tratara de una persona diferente a la que hemos conocido, le venía a decir a Yangyang que debe abrir los ojos para darse cuenta de que Hugo no se porta bien con ella, que se acerca ahora porque está solo. Como Yangyang respondía que lo ve con ella igual que siempre, Miriam tanteaba subir de nivel, sugiriendo que podría ocurrirle con Hugo algo parecido a lo vivido con su novio. Evitaré decir nada que no sea expresar la repulsión que esto me produce.
Gabaldón decidió utilizar un cuestionable símil meteorológico para empezar hablando en clave con Pilar. En muchas ocasiones ambos utilizan claves o gestos para evitar dar nombres, por lo que me he permitido aclararlo cuantas veces me ha parecido oportuno añadiendo a la transcripción comentarios entre paréntesis. Así se desarrollaba esta charla que se me antoja clave en el momento que nos encontramos:
Gabaldón: La manzana podrida, el nubarrón, entra todos los días y está muy crecido.
Pilar: Se piensan que son los mejores y están aquí por lo que están. Punto pelota.
Gabaldón: El hecho de que esté viniendo siempre (Maico, de la sala de expulsiones) se le ha subido el pecho al quinto piso. La nube ocupa mucho, y a mí me duele. No voy a cambiar la relación con… (Rubén), pero de lejos lo veo. Porque, por ejemplo... le están haciendo… (a Hugo) ¿Tú lo ves?
Pilar: Brutal. Lo veo todo el día solo.
Gabaldón: Pobrecico, tío. Bueno, pobrecico no, porque él tiene un par de cojones. Pero a mí no me parece nada bien, tío. Te digo más... yo me inclino más por él (Hugo, en lugar de Rubén). Y eso es lo que hace rayarme.
Pilar: A él no le van esas movidas.
Gabaldón: Claro que no, y encima ha venido la otra (Miriam) que le han pegado cuatro flashes las cámaras. Se cree que es ahora Marilyn Monroe. Pero bueno, la resistencia está aquí, y cuando salgamos lo explicaremos, y diremos que sucedió aquí, como las Termópilas.
Pilar: Son dos contra uno. A mí no me gusta eso, tío. ¿Qué hice cuando entré? (salvada de la expulsión). Lo celebré con vosotros y ya.
Gabaldón: Y seguir igual que siempre. No te viniste arriba. Yo lo que veo es que hay una nube que es muy grande (Maico). Y de esa nube llueve. Y las gotas caen. Y al final se está mojando la gente que no se tiene que mojar. Luego ha entrado la otra (Miriam) que viene cargada de chubascos y de truenos. Y al final te cae alguno. Pero bueno, ¿qué quieres que te diga? Yo estoy con él (Hugo) a muerte. A muerte con él.
Pilar: Yo también.
Gabaldón: Y no sé ni la mitad de la historia. Pero yo lo que veo y lo que oigo me vale. Porque oigo muchas pullitas. ¿Tú las oyes?
Pilar: Sí.
Gabaldón: Y con lo de la niña y todo. Están haciendo un acaparamiento como para que parezca que el otro no tal. ¿Sabes lo que te digo? El otro va a su bola. ¡Ostras! No me está gustando nada. Y yo hablaría con la cuestión, pero él (Rubén) me dijo que él a su bola y ya está. Pues a su bola. Cuando salga hablaremos, y si quiere que seamos colegas pues colegas. Y si no... Sí que es verdad que, sin que me toque a mí, me duele. Sin que a mí me pase nada me duele de verlo. Como que en 2 días se te han borrado 70 días. Y te digo una cosa, este (Hugo) no se va el jueves ni loco.
Pilar: Claro que no. No se puede ir.
Gabaldón: Yo tuve el problema con él que tuve. Pensaba unas cosas y las defendí a muerte. Nunca en la vida me ha dicho nada malo. Era mi pensamiento contra el suyo y, además, lo hablamos. En el momento que sentimos que teníamos que acercarnos nos acercamos. Y en el momento que me dijiste que tu madre dijo eso vine y le pedí perdón en la cocina. Le dije: “Puede que tuvieras razón y estuviera yo equivocado. Perdóname”. Y se acabó.
Para explicar este final de la conversación convendrá recordar que Gabaldón se enfadó mucho cuando Hugo eligió a Pilar para formar parte del grupo de “señores” en la prueba del hotel. Siempre he creído que la reacción airada era porque esperaba ser elegido él, aunque según lo que dijo su enfado era porque pensó que Hugo estaba siendo estratega y elegía a Pilar para quedar bien. Se lo dijo, avisó que le nominaría y ambos pasaron un tiempo bastante apartados. Cuando Gabaldón se refiere a lo que le dijo a Pilar su madre es que confiara en Hugo. Esto provocó la reacción que él mismo cuenta y su disculpa a este concursante.
Insisto en que no veo que Gabaldón se quiera acercar ahora a Hugo por conveniencia alguna en el juego. Lo mismo digo de Pilar. Ambos ven lo injusto que es todo y, como nos pasa a muchos de nosotros aquí fuera, sufren al verlo. Aunque, como dice Gabaldón, creo que Hugo es fuerte y superará bien esa dura recta final. Sus dos teóricos errores han sido decirle a Maico hace unas pocas semanas que no confía del todo en él. Este respondió que era recíproco. Es el único argumento no inventado que podría ahora esgrimir. Y su excesiva vehemencia al enfrentarse a Miriam cuando le llamó “clasista” cuando quiso decir “sexista”. Poca cosa para esta tormenta de la que ahora habla Gabaldón, que a mí más me parece un tsunami.
Parecidos razonables
Comienzo en esta recta final de la edición con los parecidos razonables que no me dio tiempo a hacer a algunos concursantes antes de que se marchasen de la casa. Y le toca a Javier, quien según sugerencia de @RitaSnow73 se parecería al tiburón de ‘El espantatiburones’. Me hizo gracia la ocurrencia.
Moleskine del gato
Termino con una cosa oída en el Debate el domingo y que no comenté ayer y otra cosa sobre lo que sucederá esta misma noche en el Última hora más interesante de la temporada.
Decía Belén Esteban, respondiendo a Carlota: “Gran Hermano no es para hacer amigos, sino para llevarse un maletín que no os habéis llevado vosotros y se va a llevar Hugo”. No me levanté a aplaudir por vergüenza, pero lo habría hecho. Imposible decirlo mejor. Por cierto, alguien debería decir a Carlota que el tono agresivo e impertinente que se gasta siempre desde que salió de la casa no la está ayudando nada. Y otra cosa, que si Maico fuera “avaro” con la comida querría decir que la está queriendo acumular solo por el deseo de atesorarla, según la definición del DLE a esta palabra. Tal vez quiso decir egoísta.
Y lo de esta noche ya lo he dicho, pero quisiera repetirlo: sería una noche perfecta si es salvado Hugo. Solo unos pocos votos pueden ponerle por detrás de Yangyang. Con poco podemos conseguir la madre de todos los reventamientos.