Los votos que expulsaron a Luca Onestini llevaban dos años guardados en un cajón
“No he hecho nada”, decía un Luca Onestini sorprendido y descolocado por su temprana expulsión. Bien mirado, es una frase ideal para el típico concursante mueble. Mis profesoras del colegio respondían a menudo “pues por eso” cuando decíamos “pero si no he hecho nada, señorita”. Es verdad que Luca Onestini no ha tenido ni una mala acción en esta primera semana de concurso, pero aquí se libraba otra batalla. Muchos estaban esperando el momento para tomarse la venganza en nombre de Cristina Porta, a quien arrebató el primer puesto en ‘Secret Story’ cuando apenas estábamos descubriendo que no era quien había aparentado todo el tiempo.
Era una votación im-PORTA-nte (no solo lo iba a hacer Shakira) y los seguidores de Adara Molinero se unieron para expulsar a Luca Onestini, hermano de Giamarco (tanto monta, monta tanto). Lo quisieron fuera el 60 % de los votos del duelo final contra Ivana Icardi. Eran votos que han aguardado dos años en un cajón, esperando que llegara esté momento. Salvo en los primeros porcentajes ciegos que conocimos poco después de abrirse la votación, Luca ha sido el más votado todo el tiempo. Al comenzar la gala tenía un 37 % de los votos entre los cuatro nominados que no se salvaron el martes. El baño ha sido considerable, más teniendo en cuenta que en dos años ha pasado de ganador a primer expulsado.
En plató no supo mantener su pose de embaucador, elegante y despreocupado. No es que se le congelase la sonrisa, directamente desapareció de su cara. De las salidas de tono que suele protagonizar su hermano prefiero no hablar siquiera. Hay que vivir muy ajeno a la realidad para no esperarse que algo así podía suceder. Luca Onestini no se esperaba en absoluto salir anoche. Empezó a torcer el gesto cuando vio salvarse a Marta López y Efrén Reyero. Aun así, en el enfrentamiento con Ivana las tenía todas consigo. Creía que se iría de rositas, pero no fue así. Ni siquiera consideró que ha sido un mueble. Lo explicó con gracia ayer Manuel González: “Parece que está aquí ingresado. Le falta un gotero”, afirmó. A lo que añadía: “Tiene el mismo repertorio que un concierto de Luitingo”. Touché.
Efrén terminó la gala hablando en un tono obstinado y pendenciero
A Luca Onestini le costó encajar su fracaso, pero no más que a Efrén Reyero salir airoso tras su salvación. Hay que saber gestionar el éxito (si se puede considerar así salvarse de una nominación con nueve posibles víctimas originalmente) tanto como el fracaso. Efrén volvió diciendo a voz en grito: “A chuparla”. Creo que le molestó comprobar cómo Ivana Icardi se había dado cuenta del montaje que traían preparado Marta y él. Ivana no era ajena a ese plan en el que querían involucrarla. En el guion de estos dos habían reservado un papelito a Ivana, que esta se negó a representar. Fue inteligente advirtiendo enseguida que no la metieran en su historia. Anoche volvió a repetir su deseo de no participar, esta vez con el especial eco de lo que se dice en una gala.
A Efrén se le ha girado el concurso y no puede estar más reventado. Tras acabar la gala no paró de repetir que fuera tiene cosas muy bonitas, que no le importa estar o no en la cocina, que ayudará y colaborará en la casa tanto como en las pruebas. Pero también que ejercerá su derecho a jugar y no va a dejar que lo utilicen. Como un disco rayado (la mayor parte de la audiencia de este programa no entenderá esta viejuna expresión) repetía una y otra vez lo mismo con un tono obstinado y pendenciero. No creo equivocarme si digo que nadie a su alrededor le dio importancia a lo que decía. Creo que muchos ni le escucharon.
En el origen del enfado de Efrén no solo estuvo haber salido maltrecho de sus encuentros con Marta López e Ivana Icardi en la sala de la verdad, que por momentos se convirtió en sala de las mentiras o sala del porrazo. También estaba molesto por lo que dijeron Keroseno y Finito de él. El postgala tuvo más lágrimas que sonrisas. Lloró Lucía Sánchez porque a estas alturas se ha dado cuenta de la maldad. Va un poco lenta su maduración personal. Dice que quiere marcharse, pero ya conocemos esa fiebre. Afecta tan solo a los habitantes de Guadalix que están nominados. Luego la realidad se le apareció como Nuestra Señora de Lourdes en 1858 y aclaró que no se irá porque no tiene un duro. No dio tiempo a activar el protocolo de abandono.
También lloró Mayka Rivera, que debe replantearse su concurso una vez expulsado Luca Onestini. Sin poder ronear y terminar carpeteando un poco, su permanencia se le pone un poco más cuesta arriba. A pesar de todo, creo que ha sido mejor así porque habría terminado discutiendo con su compañera de trío, Lucía Sánchez. Creo que las dos se habían fijado en la misma presa y estaba en el punto de mira de ambas. Situaciones como esta solo se resuelven con la generosidad de uno de los dos cazadores, que le cede el disparo al otro. Y no he visto yo a ninguna de las dos muy dispuestas a ceder.
Ana María granjeándose enemigos
Ana María Aldón y Marc Florensa ganaron la prueba de inmunidad. Tenían que explotar un globo y, aparte de hacerlo en un tiempo récord, fueron de los pocos que no se cargaron la maquinaria. Tengo un hijo de cuatro años y sé que no todos los globos tienen la misma resistencia. En todo caso, el azar también juega en este tipo de pruebas. Ana María no tuvo su noche y terminó con más enemigos de los que tenía al comenzar la gala. Al nominar el trío afeó a Mayka que prefiriese a Marta y Marc inmunes, algo que le debió escuchar un rato antes. Mayka le hizo luego la cruz del gato.
No me gustó el cambio de criterio de Ana María cuando fueron por primera vez a la suite que habitarán desde ya para escuchar de Marta Flich un privilegio inédito de los inmunes: el poder del intercambio. Es decir, salvar a una pareja nominada y meter a otra. Como debe haber mínimo dos nominados habían quedado en la palestra el trío y los hermanos. Ana María Aldón entró en la suite diciéndole a Marc que si habrían de decidir algo lo decidiera él. Cuando supo que se trataba de poder intercambiar una pareja nominada por otra que no lo estaba y Marc se había decantado por salvar al trío y nominar a Ivana, Ana María se desdecía y expresaba su oposición frontal a la propuesta de Marc. Al final, no ejercieron ese poder.
Y un error más de Ana María Aldón, esta vez relacionado con la labor de cocinera desempeñada por ella esta primera semana. Manuel González planteó que rotasen en la labor de cocineros proponiéndose él mismo. Entonces Ana María Aldón estallaba y se abonaba al discurso victimista de Mayka Rivera y Lucía Sánchez, con el mismo tono amargo de Efrén Reyero. “Nadie me va a decir que no cocine. No me podéis prohibir a mí nada. Es abrir la boca y todo os parece mal. Si me sale una lágrima, me tengo que esconder. Me pregunta Marta (Flich) y no puedo ni contestar”, decía Ana María. Creo que estaba exagerando para hacer olvidar sus anteriores errores.
Ana María está en un tris de encadenarse a la vitrocerámica. Mal haría, porque querer acaparar la cocina es una estupidez que nunca funciona bien. Por otro lado, lo de que no pueden prohibirle cocinar es discutible. Prohibir es una palabra muy fea, pero dado que la comida es un bien común, es lógico que cocine quien decida la mayoría. Quedaron en hacer hoy una reunión para tomar este tipo de decisiones. La cosa promete.
Observatorio de nominaciones
Siendo inmunes Ana María Aldón y Marc Florensa, las nominaciones transcurrieron así:
Ana María/Marc > Lucía/Manuel/Maika (1), Keroseno/Finito (3)
Lucía/Manuel/Maika > Asraf/Elena (1), Keroseno/Finito (3)
Ivana > Lucía/Manuel/Maika (1), Marta/Efrén (3)
Keroseno/Finito > Lucía/Manuel/Maika (1), Marta/Efrén (3)
Asraf/Elena > Keroseno/Finito (1), Lucía/Manuel/Maika (3)
Marta/Efrén > Lucía/Manuel/Maika (1), Keroseno/Finito (3)
Nominados: Keroseno, Finito, Lucía Sánchez, Manuel González y Maika Rivera.
El ser nominaciones a la cara penalizó al trío y a los hermanos porque ver que varios puntos iban para ellos pudo animar a que los últimos en nominar concentrasen los suyos en estas dos opciones para garantizar su propia salvación. De los cinco nominados tengo claro que Maika Rivera y Finito son quienes menos buenos momentos nos van a dar. De los dos me decanto por Finito porque me interesará ver a Keroseno concursando en solitario. Quitándole poder es posible que aumente su octanaje y se tendrá que buscar un nuevo confidente con quien despellejar a los demás. Animo al lector a apostar por el candidato mejor situado como nuevo confidente de Keroseno, aunque creo que Ivana Icardi tiene muchas papeletas ahora que casi toda la casa está en contra de los hermanos.
Moleskine del gato
Algunas expresiones cancelables utilizadas por Elena Rodríguez y Efrén Reyero, así como la mala costumbre de que los componentes del dúo se repartan las nominaciones en lugar de pactarlas son temas de mi Moleskine de hoy.