Nadie esperaba un sexto puesto para Carmen Alcayde, castigo demasiado severo por inmerecido. Lo más sangrante es analizar esta primera eliminación de un finalista fijándose en que se quedan Michael Terlizzi o Luitingo. El concurso del primero ha sido intrascendente y el segundo ha llegado hasta aquí sin el apoyo de la audiencia, que lo expulsó una primera vez y no apoyó que fuera uno de los dos repescados. Todos despidieron a Carmen con cariño, realmente impresionados por esta resolución de la primera eliminación de un finalista tan imprevisible e inexplicable.
Todas las previsiones cayeron anoche como un débil castillo de naipes tras salir de la casa Carmen Alcayde. Los exconcursantes en plató apostaban mayoritariamente porque saldrían Michael o Luitingo. Habrá que recomponer la situación y hacer nuevas previsiones, por lo que no hay ninguna certeza respecto a quién será eliminado el domingo y en la gala semifinal del próximo miércoles. Por lo visto, al último día llegarán tan solo tres concursantes, siguiendo la mecánica más clásica de Gran Hermano VIP. Otras dos sorpresas como esta de anoche, que dejó la casa en estado de shock, y no sé si se puede llegar a resentir algún corazón.
Teniendo en cuenta que mis tres finalistas preferidos eran Carmen Alcayde, Albert Infante y Laura Bozzo, temo que salgan los otros dos antes del jueves y lleguemos al último día con Michael Terlizzi, Luitingo y Naomi Asensi. ¡Menudo cuadro para la final! Aunque bien mirado, igual interesa que Luitingo llegue hasta el último día porque en el duelo final sus votos irían con más facilidad a Laura que a Naomi. Si es que ese es el duelo final. Es muy arriesgado hacer previsiones, por lo que dejo esta labor a los que se manejan con la bola de cristal.
Lo mejor de la eliminación de Carmen fue el abrazo con el que despidió a Naomi y Albert, sus dos candidatos al triunfo final. También esa mirada entre Carmen y Laura que dice mucho. Bastante más que un montón de palabras dichas por las dos en momentos de enfado. Carmen hizo caso de los cantos de sirena del exterior, principalmente por lo que le dijo su hermano, y desde entonces se creyó que podía ser la ganadora. Por eso lloraba cuando Laura se cepilló el dinero del premio en la subasta por un puesto de finalista. Puesto que no sirve para gran cosa, según hemos podido confirmar. Laura también ha temido en las últimas semanas que Carmen y Naomi le fueran a robar el premio, que ella ve ya con su nombre grabado en el muy devaluado cheque. Veremos si en la semana que resta vuelven a tener oportunidad de aumentar esa cifra. Esto, y ninguna otra cosa, ha llevado a estas dos amigas a enemistarse y volverse a reconciliar un número incontable de veces.
En los juicios de su señoría Chamorro se volvió a ver quién ha partido el bacalao en esta edición. Laura Bozzo estuvo en varios de ellos, aparte del suyo, incluso le llegaron a adjudicar un papel de abogado de la acusación a Michael con el que no se le veía nada a gusto. A punto estuvo la diva de marcharse de la sala y dejar a Chamorro compuesto y sin juicio. Se equivoca Laura con ese tipo de actitudes. De acuerdo que ha remado a favor del programa más que nadie, pero no conviene fallar a una semana de la final. Le ha faltado aprenderse un principio que se cumple prácticamente siempre en Gran Hermano, y que dice así: el que se enoja pierde. Se lo escuché a Santiago del Toro, presentador de la edición argentina y gran amante del formato. Totalmente de acuerdo.
Igual digo que Laura y los demás acusados debieron afrontar su juicio con sentido del humor, como parte del espectáculo de un programa de entretenimiento, por mucho que se pongan en juego principios y valores que cada uno extrapola a su vida y experiencia personal. Nada de enojos a pocos días de la final. He visto en ese sentido un cambio en Laura, incluso en su juicio respondió muy bien al hermano de Carmen asegurando que nada ni nadie conseguiría separarlas porque son como siamesas. Ni siquiera su querido hermano, que le ha cogido gusto a esto de la tele, igual que la hermana de Pilar Llori.
En definitiva, estos juicios son un contenido entretenido, que no pretende trascender ni ser nada definitivo. El sobre con la sentencia aparecía en manos del juez poco después del testimonio del testigo de la defensa, por lo que se explica perfectamente que la mayoría fueran condenados. Solo Albert y Naomi tuvieron sentencia absolutoria al ser considerados inocentes. Hombre, como concursante no hay nadie inocente, pero tampoco creo que merezca ninguno de ellos una sentencia de culpa. Como dije en el Moleskine de ayer, los finalistas merecerían ser fiscales, sentándose en el banquillo de los acusados aquellos que la audiencia quiso ver fuera con sus votos. Pero no niego que sea mejor espectáculo tal cual está. Y al igual que digo lo de “quien se enoja pierde”, también creo que es una ventaja ser condenado como culpable.
Del mismo modo que es preferible ser servicio en lugar de huésped en la prueba del hotel porque despierta cierta compasión, quien es considerado culpable es la víctima, cosa que no tiene el inocente. Si mi memoria no me falla, la ganadora (solo hay mujeres en el palmarés de ganadoras de Gran Hermano VIP) ha sido considerada culpable normalmente. Esto se traduce en votos, como cualquier cosa que a los seguidores de un concursante le haga pensar que ha sido un trato injusto y poco merecido. Hay una fina línea entre parecer que no se está colaborando con el espectáculo y presentarse como una víctima de las circunstancias. En ese sentido, el juicio de Naomi Asensi pasó sin pena ni gloria, por ejemplo.
Habrá que esperar a la entrada de Alex Caniggia el domingo para que le confirme en persona a Naomi Asensi que la llamó sanguijuela (a ella y a Carmen Alcayde). Mientras que Miriam Saavedra entró por videoconferencia para defender a Laura Bozzo y Yola Berrocal lo hacía por su representado Michel Terlizzi, de Alex Caniggia solo estuvo su espíritu resumido en un par de publicaciones en una red social. Al menos este fue todo lo escueto que no supieron ser los demás, mención especial para el insoportable José Antonio Avilés, empeñado en reventar los juicios que contaron con su testimonio para acusar. Naomi seguía anoche sin creer que no vaya a contar con el apoyo de Alex. Se va a llevar una sorpresa tan grande como la de anoche.
Se suponía que uno de los platos fuertes de estos juicios sería el que tenía como acusado a Luitingo de carpetero, haber estado con tres mujeres en dos meses y no haberse atrevido a decirle a Jessica que está enamorado de ella hasta las trancas. Se tendría que haber tenido en consideración que Luitingo terminase reconociendo estar enamorado de ‘la Jessi’. Lo dijo con la boca pequeña, pero se escuchó a la perfección. Luego iré a la respuesta de Jessica, que es de traca. Pero antes voy a intentar sacar una conclusión que me parece indiscutible.
Si partimos de que Jessica Bueno y Luitingo dijeron la verdad en el juicio (estaban bajo juramento), podríamos afirmar que Luitingo está enamorado de Jessica desde que ambos entraron en la casa. Esto se colige del siguiente silogismo. Dijo Jessica, sobre Luitingo: "La relación entre él y yo ha sido la misma desde que entramos en la casa". Y. un poco más tarde, Luitingo, sobre Jessica: “Sí (estoy enamorado de ella)”. Ergo, Luitingo está enamorado de Jessica desde que ambos entraron en la casa. Lean las premisas otra vez.
Jessica contestó que están “en un concurso y se pueden confundir los sentimientos”, a lo que añadía: “Él tiene claro cuáles son los míos”. O sea, primero le acusa de estar confundido, mucho peor que los cargos del juicio, y luego le deja claro que con ella no va a tener nada amoroso. El Luitingo pensativo en la cama un par de horas después creo que no estaba echando de menos a Carmen, lo que hacía era repetir en su mente las palabras de Jessica preparándose para el rechazo. “No me ha dicho a mí las cosas con claridad”, decía hace días Jessica a modo de excusa. No se le ocurrió ser ella la que le preguntase, para adelantarse y advertirle de que no debía hacerse ilusiones.
En el último recuento de porcentajes ciegos los dos últimos estaban separados por tan solo una décima. Los demás habían experimentado variaciones de décimas igualmente. Así estaban antes de ser eliminada Carmen Alcayde: 31,2 %, 20,8 %, 17,1 %, 11,8 %, 9,5 % y 9,6 %.
Los juicios fueron el gran tema del día, que eclipsó todo menos la expulsión de Carmen Alcayde. Algunas cosas no comentadas en este escrito son tema para mi Moleskine de hoy.