Por fin cumplió Laura Bozzo su promesa de hacer saltar la casa en mil pedazos. “Si me quedo quemó todo esto”, decía hace unos días mientras señalaba las cuatro paredes donde viven. No la creímos porque lo había dicho otras veces antes. Pero anoche lo hizo y agrandó todavía más su leyenda. La diva es ya una de las más grandes concursantes que han pasado por este programa, si no es la más grande. Y la más mítica, porque tiene ya categoría de leyenda sin haber terminado la edición. Anoche se gastó casi todo el dinero que quedaba del premio final en una subasta para lograr un puesto en la final.
Después de haberse cepillado la casi totalidad del premio, anoche la mayoría de los concursantes decidían renunciar a la posibilidad de ser finalista no siendo nominable. Lo hacían pujando cero euros. Por momentos temí que Luitingo fuera a poner una cantidad muy baja y se fuera a llevar a precio de saldo ese puesto en la final. No me equivocaba, porque escribió 1 euro en la pizarra de una subasta que se desarrollaba a ciegas en su primera fase. ¿Por qué renunciaban a participar? En estos casos siempre se plantea la duda sobre si es por convicción o querían quedar bien ante la audiencia. Me inclino por lo segundo.
Solo dos concursantes pasaron de ese quijotismo tan poco creíble de los cero euros. Una fue Laura Bozzo y la otra Pilar Llori. La casualidad quiso que ambas escribieran la misma (nada desdeñable) cantidad: 20.000 euros. La segunda fase de la subasta se habría de desarrollar al descubierto y ahí Laura fue subiendo a miles, mientras Pilar añadía un euro o cien a la cifra que ofrecía su rival. Incluso en una ocasión intentó poner 50 míseros céntimos. Cuando Laura llegó a los 50.000, Pilar decidió no seguir pujando. Lo absurdo es que, llegados a ese punto, no siguiera hasta dejar a cero el premio en lugar de dejarlo en 3.600 euros.
Laura quiso evitar volver a salir nominada y, por consiguiente, correr el riesgo de ser expulsada a dos semanas de la final. Acababa de salir Jessica, algo fuera de todo pronóstico para la presentadora. Su acercamiento de los últimos días a la expulsada debió ser una de las razones por las que se visualizó injustamente descabalgada del concurso por haber cometido un error de cálculo. Esta era una ocasión única para evitar el peligro y, a la vez, cumplir su propósito (otras veces soslayado) de prender fuego a la casa. ¡Y bien es cierto que lo hizo! Quienes más ardían tras ganar Laura la subasta eran sus excorreligionarios del equipo naranja. Con esta inesperada maniobra también estaba consiguiendo desenmascarar a algunos de ellos. Naomi Asensi pasaba en segundos de concursante killer a reventada. Y una ilusa Carmen Alcayde lloraba desconsolada, lo cual es muestra de que se cree posible ganadora. En otro caso no le importaría tanto la práctica desaparición del premio.
Pilar Llori se había salvado un rato antes de la expulsión y ahora parecía que fuera a salvarse de los reproches de sus compañeros por su alta puja inicial y hacer luego de liebre tirando de la subasta de poco a poco. Solo Naomi le dijo algo, muy suave en comparación con lo que hubo de aguantar Laura. Cargaron solo contra ella, porque era el blanco fácil. Aparte de que pendulea más que un tren Talgo, las exnaranjas Naomi y Pilar también la temen, no solo porque les puede ganar si se llegan a enfrentar a ella en una nominación, también porque tiene capacidad para hacerles la vida imposible durante el tiempo que les quede ahí dentro.
La posibilidad de que Laura fuera la próxima expulsada se desvanecía al ganar la subasta por un puesto en la final. Es muy fácil el papel que han decidido desempeñar Naomi y Pilar cuando no se tiene nada que perder. Pilar estaba subidita después de haber resistido el duelo con Jessica, convencida de que era ella quien había ganado. En realidad, fue Jessica quien perdió, lo cual es diferente. También estaba subida Naomi, que llegó a decir “aplaudo lo que he dicho”. Hay pocas cocas más patéticas que aplaudirse a sí mismo, decirlo es una de ellas.
Jessica Bueno fue mi favorita en la primera semana de concurso. Anoche perdió el duelo por sus errores, que no han sido pocos. Se equivocó quedándose demasiado tiempo en un discreto segundo plano después de que Luitingo eligiese a Pilar. Dedicarse a cocinar es algo que solo aprecian los otros concursantes, pero para la audiencia es la nada. También fue error suyo negar que estuviera viviendo una realidad, cuando lo que realmente negaba era su realidad por resultarle demasiado incómoda. Con Jessica siempre tengo la sensación de que le va a salir pantallazo azul en cualquier momento. Anoche entre varias amenazas de reseteo llegaba a reconocer veladamente que si no hubiera estado en ese campamento de verano que, casualmente, está rodeado de cámaras, su relación con Luitingo posiblemente hubiera sido otra. Su negación del concurso es tan contraria al propio formato como la afirmación que le hacía el lunes a Michael: “Esto va de personas, no de equipos”. Siendo un concurso de convivencia no tiene sentido ese reclamo a la individualidad. Nadie convive solo consigo mismo.
No sé si su error fue Luitingo o no reconocer la realidad de su relación con él. Quien seguro que fue una de sus grandes equivocaciones fue Avilés, a quien nunca le reprochó lo que tanto la parecía molestar en otros compañeros. Los gritos, enfrentamientos y maledicencias del colaborador no merecieron nunca su censura. Aunque el gran error de Jessica fue, en realidad, convertirse en vigía de la moral e intentar imponer unas reglas que estaban solo en su discurso. Ni siquiera en su comportamiento, porque ha sido una gran hipócrita. Jessica nos ha tomado por tontos, no solo en su cutre trama con Luitingo, también haciéndose pasar por lo que no es. Y poniéndose de ejemplo creando una gemela muy parecida, pero que no era ella. No es cierto que nunca hablase mal de nadie, ni evitó meterse en la vida de los demás, ni muchas otras cosas.
Me resultó vergonzoso el espectáculo de un Luitingo al borde de provocarse lesiones en los ojos de tanto estrujarlos sin lograr que saliera una sola lágrima. Su comportamiento al saber que Jessica era la expulsada parece más propio de un niño de primaria que de un adulto que hace tiempo tiene pelo en salva sea la parte. No se marchó tras su amada, a la que le escribió la segunda carta desde su regreso a la casa, sin colonia esta vez. De hecho, Luitingo puede batir el récord de veces expulsado. Si sale el próximo jueves tres veces le habrá castigado la audiencia con su rechazo: en su primera expulsión, al dejarle fuera de la repesca y en la que sería su segunda expulsión. Si esto es así saldrá a las puertas de la Navidad. Fun-fun-fun.
Como preveía este gato ayer, las últimas nominaciones fueron en positivo. A diferencia de las anteriores darían solo dos y un punto. Además, debían de quedar un mínimo de dos nominados. Así transcurrieron unas nominaciones en las que Laura era inmune al haber comprado su pase directo a la final:
Carmen > Naomi (1) y Albert (2)
Naomi > Albert (1) y Carmen (2)
Laura > Carmen (1) y Albert (2)
Luitingo > Carmen (1) y Michael (2)
Pilar > Albert (1) y Naomi (2)
Michael > Albert (1) y Luitingo (2)
Albert > Naomi (1) y Carmen (2)
Nominados: Pilar Llori, Luitingo y Michael Terlizzi. Los no nominados son ya, como Laura, finalistas.
Las nuevas clientas del hotel de la prueba tuvieron que contar los votos para decir en la casa quiénes son los nominados. Lo hicieron muy bien y dieron correctamente la lista. En esta galaza todo tenía que salir bien, incluso la terna de nominados. Tres originarios miembros del equipo azul están en liza. Si no fuera porque está entre ellos Luitingo se marcharía Pilar. Esta ha sido azul y naranja para terminar renegando del grupo donde fue acogida porque a su vuelta a la casa no tenía otro sitio donde estar.
A pesar de que no podían nominar (en positivo) a Laura Bozzo, nadie le dio un punto a Pilar Llori. No sé si duele más esto o que Laura se posicionase el miércoles en su contra. Creo que es peor no ser elegida en positivo como primera o segunda favorita por nadie en la casa, ni aquellos con quienes hizo la primera parte de su concurso, ni con quienes ha estado en la segunda. Albert Infante la llama “hermana” y Naomi Asensi dice que es un gran descubrimiento para ella, pero ninguno de los dos le da un mísero punto. No me puedo creer que la misma Naomi que llama “cagados” a Albert y Carmen prefiera nominar en positivo a esta última antes que a Pilar.
Las colaboradoras del debate Belén Rodríguez y Marta Peñate acompañaron anoche a Anabel Pantoja para convertirse en nuevas clientas de Montevip, el hotel de la prueba donde habitarán hasta el domingo. Entraron dando información y explicando ciertas cosas del concurso que nadie en la casa había logrado entender. A estas alturas el aislamiento es lo de menos. Las tres nuevas clientas, especialmente Belén, pueden ser una importante ayuda de Laura en su propósito de hacer arder la casa, lo cual van consiguiendo hasta el momento.
Que Laura Bozzo se gastase anoche 50.000 euros del premio final para ser finalista directa es algo que va a tener muchas interpretaciones. La mía está en mi Moleskine de hoy.