A veces pienso que algo de razón tiene Jessica Bueno cuando afirma que ahí dentro nada es verdad. Lo que sucede es que a veces hay que escarbar mucho para topar con la realidad en esta feria de las hipocresías donde lo peor es cuando alguien niega ser hipócrita. Como dijo William Hazlitt: “El único vicio que no puede ser perdonado es el de la hipocresía. El arrepentimiento del hipócrita es hipocresía en sí misma”. Anoche la pareja de Susana Bianca y Zeus Montiel dieron muestras de hipocresía arrepintiéndose de algo dicho por él mismo, en el caso de Zeus, y de lo que no llegó a decir, pero había pasado por la mente de Susana.
Zeus niega haber dicho que si sale de la casa Susana se iría él detrás, pero lo hemos escuchado todos. Se lo ha dicho a ella misma, principalmente, pero también lo ha compartido con otros compañeros que duermen en el dormitorio azul. Tras ser acusado de hablar por boca de Susana, Zeus decidió poner todo su empeño en que no se relacionase su abandono con la expulsión de quien es su pareja. También ha estado abonando el terreno para cuando llegase el momento. Sin ir más lejos, ayer mismo permaneció durante horas en la sala de confesiones. Tanto tiempo estuvo que llegaron a pensar que había abandonado ya.
No dudo de que Zeus se encuentre mal físicamente, aunque siempre dentro de un orden porque los concursantes están monitorizados por médicos y psicólogos que tomarían medidas ante cualquier necesidad. Pero no puedo evitar pensar si no estará exagerando su estado como un modo de justificar su decisión de abandonar, incluso por ver si puede zafarse de pagar la sanción correspondiente. Me parece un desastre que participar de esa maravillosa experiencia que es ser concursante de Gran Hermano termine costando dinero. Entre esto y lo que se compromete a ayudar económicamente a Susana para saldar las deudas que tan agobiada la tienen, al pobre no le va a quedar pasta para grabar su próxima canción y producir el videoclip.
De manera que Zeus aborta su plan de abandono para que no se diga que es por la expulsión de Susana, aunque en realidad solamente lo está aplazando. Un abandono que en su cabeza puede tener fecha, pero eso no se dice. De momento, confía en salir nominado esta noche con la ayuda de sus compañeros de habitación. Dependiendo de con quien saliera nominado tendría posibilidades de ser expulsado o ninguna en absoluto. Si coincide con Michael Terlizzi no cabe duda de que tendrá que esperar un par de semanas para poder ser expulsado. Objetivamente, la permanencia del italiano en la casa no tiene aliciente ninguno. Su relación con Albert Infante está siendo buena, aunque ellos también han aplazado algo, en su caso una conversación que solo pueden tener fuera, según ellos. No teniendo ningún futuro la trama con la “Infanta”, Michael está sobrando en la casa, francamente.
Sin embargo, no somos pocos quienes mostramos interés en ver a Zeus en la casa sin que esté siempre persiguiendo a Susana. Hemos cargado las tintas en el mal que esta le haya podido hacer al cantante sin ver lo mismo a sensu contrario. He visto el momento de levantarse Susana de la cama después de haber estado pidiéndole algo de distancia, seguida por un Zeus que también se levantaba. Susana se dirigía a la cocina, con Zeus detrás. De sopetón ella para, y el también. Entonces se dirige al almacén, con su rémora detrás. Confieso que me agobié de ver la insistencia de Zeus y su absoluta pérdida de identidad personal.
Es como si Zeus dependiera de otra persona porque hubiera perdido la capacidad de moverse de manera autónoma. Su dependencia de Susana es tan fuerte que justifica el interés de verle en la casa una vez haya sido expulsada. Tengo interés en presenciar esa posible recuperación de su propia identidad, aunque también podría fracasar en el intento, y sería entonces cuando haría reactivar el protocolo de abandono. La expulsión que tanto parece traumatizar a Susana puede ser una bendición para los dos. Imagino la liberación que va a sentir la mañana siguiente a su salida por no tener una sombra siempre pegada a ella. Para Zeus será satisfactorio superar su ausencia. Se me antoja que ese puede ser su gran aprendizaje.
Zeus en esta feria de las hipocresías a la que me refiero oculta que su deseo de abandono no es solo por un evidente desgaste intelectual, sino como respuesta a quedarse solo, sin ese soporte orgánico que prácticamente ha sustituido al suyo propio. A su vez, Susana declara estar decepcionada, pero oculta las razones y también aplaza la explicación del origen de tal decepción. Presionada por Lara Álvarez, habla a medias sin atreverse a declararse decepcionada por pensar que el programa manipula la realidad y esa es la razón de su inexplicable expulsión. Ha asumido que saldrá este superjueves, aun cuando anoche se salvó Carmen Alcayde, dejando un desleído duelo entre ella y Michael.
En lugar de llorar, una vez más, Susana debería estar contenta de que la salvada fuera Carmen porque de haberlo sido Michael le podrían haber caído de golpe su 20 % de los votos. Porque ya es tarde para que haya grandes movimientos de votos, porque en otro caso el porcentaje de Susana podría alcanzar el 80 %, lo cual imagino que terminaría de hundir a esta concursante. Es tan egocéntrica que no concibe que pueda caer mal a la audiencia, o que haya coincidido con nominados cuya salida es menos deseada, o sencillamente que haya llegado ya su momento. Por eso tiene que buscar razones atribuibles a terceros, en este caso el trato que le ha dado el programa.
“No sé lo que se ha podido vender de mí”, decía Susana evitando precisar su sospecha de que no ha sido bien tratada por el programa. La hipocresía de decir sin decir es, en este caso, pura cobardía. Que se apunte una razón más por la que puede tener tan alto porcentaje. La cobardía y doblez hipócrita se suman a su egocentrismo extremo. Susana es de esas personas que saca siempre conclusiones negativas y ve el lado malo de las cosas, lo cual le hace mucho mal. Es todo lo contrario a ese niño de familia rica al que llevan de viaje por el campo para que viera lo pobres que son algunas personas y pudiera así apreciar mejor el valor de las cosas y lo afortunados que eran ellos. Pero no se podían esperar las conclusiones del pequeño.
Al finalizar el viaje preguntó el padre a su hijo lo que le había parecido el viaje. “¿Viste lo pobre y necesitada que puede ser la gente?”, preguntó, y cuando el niño contestó afirmativamente pidieron que les dijera lo que había aprendido con esa experiencia, a lo que este dijo: “He visto que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una piscina de veinticinco metros, ellos un riachuelo sin fin. Nosotros tenemos lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta el muro de la casa, el de ellos hasta el horizonte. Especialmente, papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia. Tú y mi mamá debéis trabajar todo el tiempo y casi nunca os veo. Gracias, papá, por enseñarme lo ricos que podríamos llegar a ser”. El padre enmudeció con la lección que le acababa de dar su hijo.
Ayer tuvo lugar el enésimo episodio de agrio enfrentamiento entre Laura Bozzo y Naomi Asensi. A la diva le molestó que esta “mocosa”, como la llamó, le dijera que se relajase y disfrutase con el baile. En realidad. le estaba diciendo que callase la boca de forma elegante y educada, pero Laura salta como si tuviera un resorte dentro absolutamente incontrolable. “Ya me pedirás perdón”, dijo Naomi. Y tiene toda la razón. Por pedir perdón, he llegado a ver a Laura pidiendo perdón hasta a la audiencia. Lo hace de una manera tan especial que es casi imposible que se resistan a dar su aceptación. Por mi parte, tiene perdón vitalicio. Es mi humilde respuesta agradecida a lo bien que me lo está haciendo pasar.
El equipo naranja es como una religión donde hay un líder indiscutible y rebosante de carisma, que es Laura Bozzo y su dios particular (en minúsculas, por supuesto), que se llama Alex Caniggia. Hablan de él como un mesías y a él se encomiendan para tomar las decisiones más importantes. “Alex no permitiría esto”, dice Naomi, y todo el team asiente considerando que deben mantener lo mejor posible el legado del argentino. Solo la extraordinaria energía de Laura y la desordenada mente de Carmen podrían mantener el grupo tras la salida de su mente inspiradora. Si yo fuera Alex estaría contento con cómo lo están haciendo, aunque sobran algunas tiranteces entre ellas, y Naomi merecería ser mejor tratada. Laura tendría que corregir eso, por más que luego lo arregle aplicando su particular magia.
Manipulan y engañan al espectador José Antonio Avilés y Marta Castro, que ayer acusaban en el ‘Última hora’ a los naranjas de haber echado a Pilar Llori del dormitorio y no aceptarla en el equipo. Nada más lejos de la realidad, lo cual me hace pensar que o tienen mala intención o no están viendo nada y se atreven a ir a comentar. Es Pilar quien anoche mismo, después de haber agradecido esa misma tarde que la hayan ayudado, seguía sin querer definirse y no ha comunicado todavía si quiere pertenecer al equipo naranja. “Si no llegáis a estar vosotras”, les dijo amablemente. Carmen resumía la posición de Pilar con bastante acierto: “Estás con nosotras, pero no nominas con nosotras”. Por tanto, Pilar sigue durmiendo allí y pasa con ellas la mayor parte del día, pero cuando tienen que hablar de nominaciones no puede estar presente. Está en su mano participar también de esto. Decir que la han echado del dormitorio es, directamente, mentir.
Los porcentajes ciegos para la expulsión estaban así anoche: 52 %, 20 % y 18 %. Según esto, Carmen Alcayde se habría salvado por dos puntos porcentuales.
En el Moleskine de hoy hablo de la particular visión que tiene Jessica Bueno del concurso y su hipocresía de decir que no hay nada de verdad en el mismo. Entonces, ¿por qué lloraba anoche convencida de que se irá hoy Susana?
Hoy tenemos una fiesta, con Marta Flich al mando, en la que la atención va a pasar de la expulsión a la decisión final de la audiencia sobre quién es el segundo repescado.