Mostrando la pura esencia de Gran Hermano, el equipo naranja hacía planes para las nominaciones de mañana y si tenían clara alguna cosa es que deben nominar al candidato a la repesca que se quede. Si así fuera, veo muy probable que este fuera el próximo expulsado. Se prevé, por tanto, una vida breve para el segundo repescado. Los naranjas están convencidos de que se queda Luitingo, pero si fuera Pilar Llori también estará entre sus nominados. Es el precio de la indefinición, además de responder a una estrategia bien pensada.
En el equipo azul también hablan de nominaciones, más abiertamente ahora. También es cierto que, como apuntaba Carmen Alcayde, antes tenían una mayoría tan holgada que ni siquiera les hacía falta hablar. Se sobreentendía que debían nominar a los rivales, sin más. Ahora siguen teniendo cuatro posibles disparos para los tres nombres que deben dar nominando. A saber: Albert Infante, Laura Bozzo, Carmen Alcayde y Naomi Asensi. Pero al ser menos y sentirse más vulnerables necesitan hacer una buena estrategia.
Por lo que ha podido saber el team naranja, el objetivo de los azules es poder enfrentar a Laura Bozzo con Zeus Montiel, en la convicción de que el cantante podría con la diva. No se están percatando de una circunstancia: hay muchas posibilidades de que Zeus quiera abandonar junto a Susana. No creo que le dejaran salir en la misma gala de mañana, pero basta con que lo hiciera en cualquier momento durante la siguiente semana para desbaratar todos los planes nominatorios. Nominar a Zeus pude ser tirar los votos a la basura a partir del momento en que deje de estar nominado por haber abandonado voluntariamente.
Sinceramente, creo que hoy por hoy un duelo entre Zeus y Laura lo gana esta última por goleada. Entre otras cosas porque entre la audiencia empieza a abundar un sentimiento de compasión hacia el hijo de Sara Montiel, cuyo deterioro físico en estas semanas de concurso resulta evidente. No digo nada del agotamiento mental, algo que ha comentado Susana Bianca ayer mismo en términos discutibles, según comentaré más adelante. Hará bien el equipo naranja en pensarse una buena alternativa a Zeus y, sobre todo, hacer bien los cálculos para conseguir que suban a la palestra por lo menos dos de cada equipo, como ha venido sucediendo las últimas semanas.
Al team naranja ni siquiera le conviene que se quede Pilar, y no solo porque sigue sin querer definirse. No es tan difícil saber si se quiere pertenecer a este equipo, al rival o a ninguno. Que espere tanto para dar a conocer su decisión da mucho que pensar, y nada bien. Pero, independientemente de esto, Laura piensa que si se queda Pilar va a ser poco nominada. Jessica Bueno nunca la nominaría por el qué dirán, eso que dice no importarle nada, pero cada vez está más claro que es uno de los motores de su concurso. Tampoco recibiría votos de Zeus. Anoche mismo pasaba Pilar mucho rato hablando con él y con Susana, que no parecían incómodos y en ningún momento cuestionaron nada de lo que les contó.
Pilar pone en peligro el pacto de los naranjas cuando pregunta a Albert Infante a quién piensa nominar o intenta influir en las nominaciones de ambos equipos con el principio de autoridad de haber estado varias semanas fuera. También está usando esa posible influencia Luitingo, pidiendo a los azules que no sigan nominando a Laura, la sempiterna salvada. Ya es triste que deba venir alguien de fuera para señalar algo aparentemente tan evidente. Nominar a Zeus puede ser tirar los votos solo si abandona, pero los votos a Laura son siempre inservibles porque es la primera en apearse de la terna de nominados. No era complicado darse cuenta de esto sin necesidad de ayuda ninguna.
Con su clarividencia habitual, Laura utilizaba ayer otro argumento para poner entre los nominados a Pilar si fuera la segunda repescada. En torno a la mitad de los seguidores del reality no la quieren dentro de la casa, exactamente igual que a Luitingo. Ambos tienen, por tanto, un débil apoyo de la audiencia, lo cual les convierte en blancos fáciles, o semifáciles. Y, en cualquier caso, de ellos dos manejan un dato que no tienen del resto. Imposible saber si tienen apoyo Zeus o Michael, pero el de los candidatos a la repesca es bien sabido. A veces ser cuatro puede hacer más fuerte al grupo que siendo cinco, como se encargaba de señalar Naomi, cuyas observaciones suelen ser también certeras.
Ante la necesidad de encontrar una alternativa a Zeus Montiel no son muchas las posibilidades. Sin contar al segundo repescado, que es un objetivo claro, y dando por supuesta la expulsión de Susana Bianca, quedarían tan solo Michael Terlizzi y Jessica Bueno. De momento, parecen haber renunciado a la final adelantada que podría suponer enfrentar a la diva con la sor, si se me permite decirlo así. En cuanto a Michael, les queda en el recuerdo que en una ocasión se salvó antes que Laura. Piensan que siendo el único que ha logrado salvarse antes que la presentadora podría ser un enfrentamiento igualmente peligroso. No se dan cuenta de que el escenario era bien distinto al actual cuando eso sucedió. Ahora Michael es un personaje secundario, un concursante casi ectoplasmático a quien ni siquiera dan sus más afines muestra de echarle cuentas. Pensé esto cuando se acercó a dar su apoyo a Luitingo y este no parecía estar escuchándole siquiera.
Está fundamentada la desconfianza hacia Pilar, aunque también algo inflada por la obsesión de Laura, convencida de que el equipo rival va por ella sí o sí. No harían ningún caso, por tanto, de la recomendación que les ha hecho Luitingo, la cual imagino trufada de sus clásicos “escúchame, que yo he estado fuera, chiquillo, algo debo saber, no sé, igual no, entiéndelo, pero he visto bien el percal, cariño”. Y en ese plan. Cuando Pilar le cuenta a Albert que piensa nominar a Jessica, Michael y Zeus, Laura cree que es para conseguir enfrentarla a Zeus. La realidad es otra bien distinta, porque si no quiere nominar a los naranjas, con quienes lleva conviviendo todo el día desde su regreso, son las únicas opciones que tiene.
Es cierto que Pilar ha estado interactuando más que los primeros días, lo cual se puede interpretar desde la idea de que se acercan las nominaciones. Y tiene toda la razón, una vez más, Naomi cuando dice de Pilar: “Definitivamente, su solicitud al team naranja ha caducado”. Si hacemos caso de las razones que esgrime Pilar para explicar su reticencia a ser definitivamente naranja no sería por ninguna estrategia. Dice la candidata a repescada: “El team naranja se duerme prontísimo. […] No me gusta que me obliguen a hacer nada. […] No soy una persona de tener conflictos”. A ver si al final la clave es no saber qué hacer en las madrugadas, mientras el equipo duerme.
Ante ciertos comentarios en redes sociales tuvo que aclarar Ion Aramendi anoche que el equipo médico y de psicólogos del programa intervendrían si Zeus lo necesitara. Es cierto que se le ve más delgado que cuando entró, posiblemente por el cambio en su dieta y no poder asistir a la cita con su gimnasio habitual y las costumbres que pueda esto llevar aparejadas. Siempre me ha parecido curioso que como producto del encierro unos concursantes adelgacen (como Zeus) y otros engorden (sería el caso de Jessica, aunque mucho menos apreciable). Susana habla incluso de una cuestión de salud mental.
Es demasiado grueso lo que dice la canaria, aunque es sabido que esta experiencia tiene una particular dureza en el aspecto psicológico. Zeus se vanagloria de haber pasado ahí dentro cinco semanas, incluso pregunta si mucha gente ha logrado aguantar tanto tiempo. Pero, ¡por lo más sagrado! Claro que mucha gente ha estado encerrada en la casa de Guadalix de la Sierra durante nueve semanas y bastantes más. Las ediciones más largas han tenido una duración por encima de las 20 semanas, más del doble de lo que lleva el cantante. Imagine el lector las decenas de concursantes que han estado nueve semanas y mucho más.
Susana Bianca compara el discurso de Zeus Montiel con el de Javier Fernández, que abandonó aduciendo un supuesto cansancio psicológico, pero tú y yo sabemos que la razón real eran unos compromisos profesionales previamente adquiridos. O eso se colige de lo que él mismo contó en la casa desde casi el mismo momento de entrar en ella, pocos días después que la mayoría. “Tiene un demonio aquí (señalando la cabeza) de salud mental. Que no aguanta más”, afirma Susana. No diré que desea su salida, pero me llama la atención que no le insista más en que debe de quedarse. En esta pareja, ambos están haciendo méritos para acabar con el otro. Cierto que Susana y su “yoísmo” agotan a cualquiera, pero también la pérdida de identidad personal de Zeus, persiguiéndola como si no pudiera dejar de estar pegado a ella, tiene que ser extremadamente agotador.
En parecida situación se encontraban anoche los porcentajes ciegos para la repesca respecto al día anterior. Estaban así: 48 % y 52 %. Esta noche se salvará uno de los nominados y habrá posicionamientos.
Las curiosas coincidencias que parecen querer unir a Luitingo y Jessica Bueno, así como la maniobra de esta para no ser su pareja de baile en la prueba semanal son los temas de mi Moleskine de hoy.