Se fundieron el premio final, que originalmente consistía en 150.000 euros, de los que al final de la noche solo quedaban 30.600. ¿Cómo ha podido bajar tanto? Pues muy sencillo, Jessica Bueno pujó 75.100 para saber de sus hijos y José Antonio Avilés remató la noche gastando 12.000 euros para dejar de estar nominado y meter en su lugar a un compañero. En total se fundieron en una noche 87.100 euros del premio final. Si a esa enorme cantidad le sumamos los 25.000 que gastó Zeus Montiel para tener a Susana Bianca de vuelta en la casa, tenemos que los habitantes que duermen en el dormitorio azul se han pulido el premio, habiendo llegado a gastar 112.100 euros.
Si el importe del premio hubiera sido en esta edición igual que en anteriores, ya deberían más de 12.000 euros. Imagino que el programa calculó que añadir 50.000 euros al premio era suficiente para sufragar los gastos que hicieran algunos concursantes. La sorpresa de anoche no entraba dentro de lo previsible. La puja se enfrió llegando a la cifra mencionada y después de haber enloquecido. Cada concursante había decidido aquello por lo que luego tendría que pujar. La mayoría eligieron saber de sus familiares (padres, madres e hijos, en su mayoría) o personas cercanas (las Campos, en el caso de Gustavo Guillermo). José Antonio Avilés era la excepción al haber elegido un jamón.
Dos de mis momentos preferidos de la puja fueron cuando Avilés ofrecía 10.000 euros por el jamón (que luego actualizaría con 32.000) y los 50.000 que se atrevió a ofrecer Susana por hablar con su padre. Menudo abuso lo de esta concursante, por la que Zeus hizo el primer gasto importante. Pocos estarán en desacuerdo con la idea de que esta pareja marcó un hito esencial y nada de lo de anoche hubiera sucedido si no hubieran hecho el primer gasto importante. Se abrió la veda y anoche muchas de las pujas se hicieron como venganza a ese dispendio.
Jessica Bueno, Marta Castro, Susana Bianca, Michael Terlizzi, José Antonio Avilés, Laura Bozzo, Carmen Alcayde, Naomi Asensi y Alex Caniggia hicieron sus pujas. Solo Javier Fernández, Gustavo Guillermo y Zeus Montiel se mantuvieron al margen. Jessica fue la primera en levantar su tablilla por los 100 euros con que se inició la subasta, y también la última en pujar. Por 75.100 euros pudo escuchar a su hijo mayor (nada de los otros dos) calculo que durante unos 20 segundos. El segundo de tiempo sale a 3.755 euros, una cantidad exorbitada de dinero para tan exigua recompensa.
Es una maravillosa contradicción que quienes mantuvieron durante días la decisión colegiada de no tocar un dinero que no se sabe para quien será, hayan vaciado el premio en dos semanas consecutivas. Mirando atrás en el tiempo, hace tan solo dos semanas que se echaban encima de Alex Caniggia por lograr la impunidad al ser el único que pujaba por ella 100 ridículos euros. Se quejaron amargamente por 100 euros y llevan dos semanas arrasando.
Si Javier ya estaba deseando irse, no quiero imaginar lo que estará pasando ahora por su cabeza sabiendo que el ganador logrará un premio tan pequeño. Más de uno tendrá ganas de abandonar, aunque todavía podemos ver alguna actividad con la que puedan recuperar parte del premio perdido. Jessica quiso explicar por qué había hecho una puja tan alta, a la que le había precedido la de Laura por 100 euros menos. Su intención principal no parecía estar relacionada con ver y/o escuchar a sus hijos, sino con evitar que volvieran a ganar los del equipo naranja. En esa subasta entraban en juego las ganas de cada uno por tener noticias de sus seres queridos. Y en idéntica medida vengarse de los gastos anteriores, ninguno tan bestia como el de Jessica.
De forma inesperada, Jessica se convirtió en una de las grandes protagonistas de la velada. Por un lado, por saltar la banca y dejar al ganador casi sin premio. Del otro, por convertir la expulsión de Luitingo en un drama. Por unas cosas o por otras Jessica se pasa todas las galas llorando. Anoche se rompía tras despedir a Luitingo, al encontrarse ambos en el confesionario y tanto antes como después de escuchar a su hijo en una brevísima grabación. Preguntada por las razones para hacer tal gasto hablaba de que algunos compañeros no piensan en los demás. Pero ella y Luitingo no pensaron en Pilar Llori ni un poquito durante días. Tampoco en el novio de Jessica. Pero porque no les ha dado la real gana.
A Pilar Llori le costaba entender por qué habían establecido ese extraño juego entre Jessica Bueno y Luitingo. A modo de servicio público, tengo a bien explicárselo a la exconcursante para que salga de todas sus dudas. Verás, Pilar, Luitingo ha estado tonteando con Jessica porque pensaba que eso podía ayudarle a salvarse de la expulsión. Lo repito por si acaso: Luitingo ha estado tonteando con Jessica porque pensaba que eso podía ayudarle a salvarse de la expulsión. Por eso le pregunta a ella si está dispuesta a dejarse llevar o escribe la palabra “beso” en su brazo.
Lo que no podía esperarse Luitingo es que iba a terminar saliendo de la casa con un 67 % de los votos. Su rostro reflejaba incredulidad cuando Marta Flich le comunicaba que era el expulsado. Todo al revés. Pensaba que sus maniobras estaban sirviendo para subir el porcentaje de su rival, pero el que iba engordando era el suyo. Es lo que tiene hacer trampas burlándose de la audiencia. Con razón le puse el mote de “Luitongo”.
Luitingo dijo en la casa que se arrodillarían ante él cuando se enterasen de lo que había hecho por el grupo. Se refería a no gastar dinero para dar una vida extra a Pilar. Pues bien, el karma quiso que anoche fuera él quien se arrodillara nada más pisar el suelo del plató. Lo hizo a los pies de su padre, todo un símbolo de la adoración que siente por él. En realidad, aterrizó en plató. Luego vendría algún momento tenso con Pilar, sobre todo cuando le pusieron las duras palabras de su hermana. Aunque más tenso estaba el padre, un humorista con ninguna gracia.
Con todo, la gala de anoche fue de nuevo un hito en la historia del programa. Me tuvo pegado a mi asiento y no pude disfrutar más esa enloquecida subasta que he vuelto a ver dos veces, igual que he repetido en bucle la caída de Luitingo o el cariñoso abrazo de Alex Caniggia a Carmen Alcayde al volver esta de la sala de expulsión. Ayer me preguntaba una amiga cómo estaba viendo este Gran Hermano VIP. ¿Cómo lo voy a ver estando Laura Bozzo y Alex Caniggia? Es todo pura fantasía y yo sigo pensando si no estaré soñando.
Inéditas nominaciones al tener que ponerse de acuerdo ambos grupos para dar dos nombres cada uno. Así, en principio, quedarían igual número de nominados en cada grupo, muy probablemente lo mismo que hubiera pasado de nominar individualmente. Al haber pactado las nominaciones ambos grupos el resultado no varío demasiado, aunque había tantas posibilidades de que los azules metieran a dos como tres del equipo rival. Una de las claves era lo que hiciera Javier Fernández, que en algún momento avisó de su pasó al team naranja. No se llegó a materializar porque cuando la presentadora preguntó si alguien más se unía a los cuatro leones Javier permaneció en silencio.
Como estaba previsto, el team naranja nominó a Avilés y Marta; mientras el team azul se decantaba por Naomi y Carmen. Por fin se han dado cuenta de que Alex, y también en parte Laura, no van a salir, por lo cual darles votos es tirar una nominación. En el dos contra dos el voto hubiera estado igualmente dividido en un grupo como en el otro, aunque se me antoja que José Antonio Avilés tenía las de perder. Hizo bien este concursante en aceptar el reto de pagar por salir de la terna de nominados por el “módico” precio de 12.000 euros (fijado por la audiencia). Ya en el ‘confe’, y de manera secreta, tenía que decidir el concursante quién pasaba a estar nominado en su lugar. Eligió a Javier porque lleva días pidiendo que le nominen y deseando irse.
Los nominados definitivos son: Carmen Alcayde, Javier Fernández, Marta Castro y Naomí Asensi. Así las cosas, creo que Marta tiene muchas papeletas para ser la próxima expulsada, una vez más del dormitorio azul. Ella también lo piensa. A Javier todavía no vamos a darle el gusto de hacer lo que desea y Carmen se salvó anoche con un tercio de los votos frente a Luitingo. Por su parte, Naomí habría salido por ser la nueva y dar escaso juego si no fuera porque Marta se ha ganado fuertemente una imagen antipática para buena parte de la audiencia. ¿Sabes, gordi?
José Antonio Avilés debe creer que su papel está siendo importantísimo en el desarrollo del programa, pero la verdad es que todos se están riendo de él y sus exagerados intentos por ser el protagonista en todo momento. De esto hablo en el Moleskine de hoy.