“Te quiero más que a nada, y lo que me haces sentir es lo más grande que he vivido, de verdad. Puedes confiar en mí, no te voy a hacer nunca daño”. La honda reflexión anterior era hecha por Zeus Montiel a Susana Bianca, blanco de sus flechas amorosas. Le estaba prometiendo amor eterno, poco más o menos, lo cual es más de lo que ella le ha dicho nunca, aunque tampoco se ha quedado muy lejos. El viernes, poco antes de pasarse un buen rato llorando bajo las sábanas, la modelo le decía entre un beso y otro: “Te amo. Dios mío, no sé explicar todo lo que siento”. Tanto edulcorante me va a hacer subir la glucosa en sangre.
La altisonancia con la que afronta el comienzo de su relación esta pareja se corresponde con la actitud sumisa y entregada del cantante. Zeus no desaprovecha la ocasión para acariciar a su amada, ya sea el brazo, como la pierna o el costado. Cuando no está peinando sus cabellos con los dedos o haciendo cosquillitas en el brazo. A menudo acompaña a tan entregada actitud con la mirada perdida en el infinito. Apenas la deja tranquila y cuando ella ayuda a Jessica en la cocina él está enfrente dándole conversación, mientras que si friega los cacharros ayuda en tal labor.
Susana hace sus confidencias a Jessica Bueno, por lo general. A esta amiga le ha contado que está agobiada y a veces le molesta hasta que acaricie su pelo. Dice incluso estar molesta porque duerme a su lado, cuando es ella quien se cambió de habitación. Entiendo que si no se lo dice al propio Zeus, siendo tan clara y directa como afirma ser, es por no hacerle sentir molesto. Aunque, como decía mi madre, más vale ponerse una vez rojo que ciento amarillo. Basta con hablar desde el cariño y cuidando las palabras para que él entienda la razón del agobio y sepa asumirlo como algo normal. Lo que cuesta más procesar es que Susana cuestione la sexualidad de Zeus con media casa delante y sin pudor de ningún tipo.
Jessica Bueno me parece un pedazo de pan de lo buena e inocente que es, aunque a veces pienso si no le faltarán los mismos dos hervores que echo a faltar en Zeus. Con todo, celebro su conversación abierta y sin tabúes con Susana sobre la falta de respuesta del cantante ante ciertos estímulos. Estamos hablando de una respuesta sexual semiautomática que Jessica supo explicar muy bien poniéndose como ejemplo. “Si Pablo me abraza por la espalda enseguida le siento”, confesaba. Introducía así el asunto de algo que Susana sigue esperando. Según su propia confesión, Zeus no ha tenido ni una sola erección, por mucho que hayan estado cerca, incluso besándose apasionadamente.
No quisiera faltar a la concursante, pero Susana abrazando parece a veces una boa constrictor, a punto de romperle los huesos al afortunado que cae en sus brazos, y besando más bien parece ser una pitón birmana, de esas que engullen ratas enteras, cuando no otras especies de mayor tamaño, como un cervatillo. Bambi temblaría de miedo si se encuentra en la selva con Susana. No seré yo quien critique a la concursante por contar estas cosas, entre otras cosas porque gracias a eso tengo argumentos para este escrito. Pero contrasta la entrega de Zeus Montiel y sus palabras, tan ampulosas como grandilocuentes, con esos comentarios de Susana Bianca que no le dejan en buen lugar y para muchos supondrán un cuestionamiento de su virilidad.
La hombría no se mide en una erección. Tampoco procede el comentario de Luitingo sobre si no será Zeus hermafrodita. Más bien me parece un mito de la adolescencia, aunque entonces lo decíamos en broma y nadie creía que eso existiera (prescindan de venir a contarme casuística los especialistas en hermafroditas). Ya que están poniendo imágenes a los concursantes, algunas de ellas para todo el grupo, no estaría mal que le hicieran ver a Zeus estos momentos tan divertidos para Jessica, en los que Susana llega a decir que ni siquiera le nota bulto bajo el calzoncillo. Si ni así da una leve muestra de carácter entenderé que no responde a estímulos de ningún tipo, y no solamente los sexuales.
Susana quiere atar tan en corto a Zeus que escenifica un enfado monumental porque este se ha hecho unas fotos con Alex. Que el hijo de la Montiel parezca asumir sin rechistar ese intento de control da idea de hasta qué punto está abducido por la modelo. ¿Qué será lo siguiente? Da la impresión de que Susana ha encontrado la horma de su zapato, un chico sin personalidad, dispuesto a algo tan humillante como limitar sus relaciones personales solo a quien ella le autoriza.
Sospecho que de los tres nuevos habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra se quedarán dos, con lo cual sí se cubrirán las dos plazas libres por abandono. En algún momento pensé que solo entraría un nuevo concursante reemplazando a Karina al haber introducido la novedad de la vida extra. Visto lo visto lo más fácil es que nadie pague por devolver al concurso a un expulsado. Se me antoja cada vez más difícil puesto que el concursante elegido pensará que si ninguno de sus compañeros lo hizo no va a destacar tomando tan arriesgada decisión. Solo si un futuro elegido no entiende bien que se lo llevan ofreciendo a todos desde la primera expulsión y está dispuesto a jugar podría haber vida extra para alguien.
También podría pasar que solo se quedase Yiya del Guillén, Naomi Asensi o José Antonio Avilés. Uno de ellos tiene fija plaza de concursante, y puede que sean finalmente dos, como digo. Por lo visto esta primera noche, es Avilés quien más se lo ha trabajado. Puso un poco la casa del revés preguntando a Michael Terlizzi si en su participación en Grande Fratello (el GH italiano) también tuvo un homosexual rondándole, con lo que estaría repitiendo ahora un esquema de concurso similar. Susana aplaudió la intervención del nuevo habitante y eso encendió a Michael. Yiya ya había entrado metiendo un poco el dedo en el ojo a Susana y a Jessica, aunque es difícil no perderse en su lenguaje enrevesado y poco claro. Naomi casi ni se hizo notar.
No tengo duda de que la entrada de estos nuevos invitados ya va a dinamizar la casa. Más aún cuando se conviertan, quienes sean y cuántos sean, en concursantes. El tema del italiano y AlbertInfante está empezando a perjudicar a este último por hartazgo. Era un peligro que corría desde un principio, pero lo compensaba con momentos de diversión y un temperamento que era pegamento para la relación entre los distintos concursantes. Su carácter expansivo hacía bien a todos, pero mucho me temo que ha empezado a cansar. Anoche se salvaron Jessica Bueno y Zeus Montiel, siguiendo Albert nominado, lo cual es muestra de una cierta caída en la aceptación del espectador.
Haría bien la “Infanta” en hacer caso de los buenos consejos que le estuvo dando este fin de semana Laura Bozzo. Como una auténtica madre, le habló con franqueza, sin ocultar nada, con un discurso plagado de verdades incontestables. En resumen, le pedía que dejase ya de dar la matraca con Michael Terlizzi. Cada vez que Albert Infante dice “no estoy enamorado de Michael, ni quiero tener nada sexual con él” muere un perrito hetero. Todo adopta tintes de burla desde que ha contado que le gusta ligar con chicos heterosexuales. Cada uno con sus gustos, pero que no siga mintiéndose a sí mismo. Por su bien lo digo.
Carmen Alcayde no es leal ni con ella misma. Está haciendo lo peor que puede hacer un concursante de Gran Hermano. El doble juego sin gracia, cuyo único objetivo es congraciarse con todo el mundo y que nadie le nomine, tiene siempre un mal final. Debería pensar que quien decide su permanencia en el concurso es la audiencia y pocas cosas cuentan con menos aprobación por parte del espectador que esa doblez de Carmen y el absurdo propósito de quedar bien con todos. Ella está con su grupo y cuando puede se va un rato al otro para que no digan. Y no es eso lo peor.
Si solo fuera esforzarse por pasar ratos con todos tendría un pase. Lo malo es que no tiene reparo en criticar a Laura Bozzo o a Alex Caniggia. Está empezando a emprender una campaña contra este último. Apuesto a que hará todo lo que pueda para que Laura se ponga en contra del argentino. Carmen consiente que su grupo tenga una líder, incluso que esta se bañe desnuda de madrugada junto a Albert porque ambos se salvaron de la expulsión, pero le empieza a incomodar que haya otro líder en el grupo. Lo que le inquieta de Alex es que no sea mediocre y esté haciendo un concurso inteligente. Todo lo contrario que ella.
Anoche los porcentajes ciegos estaban así antes de salvarse Jessica y Zeus: 34 %, 26 %. 25 %, 7 %, 5 % y 3 %.
En el Moleskine de hoy hablo, entre otras cosas, de Laura Bozzo y su reconocible papel de lobo con piel de cordero.