Sol Macaluso ha incendiado la casa contando lo que les dijo Ion Aramendi a los de la cueva. “Sois el alma de Gran Hermano”, dijo el presentador a los habitantes del paleolítico después de que, uno a uno y sin poder pactar una postura común, fueran todos rechazando abandonar para siempre esa vida de privaciones a cambio de restar 10.000 euros al premio final. El comentario se explica solo al tratarse de un grupo cada día más al límite por las condiciones de vida a las que están sometidos. Necesitaban algún acicate y después de tener el de la cesta de comida, algo de lo que hablo en el Moleskine de hoy (vídeo al pie de este escrito), les vino igualmente bien ese mensaje de ánimo por parte del presentador del debate.
¿Qué podía fallar en todo lo que digo? Pues que uno de los cavernícolas contase en la casa VIP lo que les dijeron. Y que alguien entre estos lo difundiera con evidente intención de meter cizaña. El informador de la cueva, a su paso por la casa hermana, fue Gustavo Guillermo. Este concursante está teniendo perfil bajo (me atrevería a decir que bajísimo), lo cual puede estar relacionado con el duelo que aún guarda por la muerte de la que fue su jefa durante más de tres décadas. En la medida que vaya quitándose el luto no me extrañaría que se mostrase como un concursante manipulador. Me lo hace pensar que vaya con dimes y diretes como este que no se trata de otra cosa sino de unas necesarias palabras de ánimo por parte de Aramendi.
Bastó con que se enterase de la movida Oriana Marzoli, primera persona en saberlo por boca de Sol, para que ambas aprovechasen para poner el grito en el cielo. También se mostró solidaria a la queja la sombra de Oriana, a la sazón novia de Rodri Fuertes (que no Fuentes), llamada Marta Castro. Como dice Iván Madrazo, ganador de Gran Hermano 10, las concursantes del futuro de este programa deben saber que posiblemente vayan a ser antes novias de Rodri. Para Oriana no son el alma por estar cantando y bailando. “Yo no vengo a cantar, saltar ni bailar”, afirmaba, y seguidamente se iba con Pilar Llori al jardín para hacer unas ensayadas coreografías estilo TikTok, mientras Laura Bozzo grababa con el nuevo móvil que tienen en la casa (en ambas casas, en realidad).
El encierro les hace ser especialmente susceptibles, lo cual explicaría el mosqueo por las palabras de Ion Aramendi. Esto ha servido para quitar un poco las telerañas que no dejaban ver bien a dos concursantes. Gustavo y Sol podrían tener una personalidad distinta a la que han mostrado hasta el momento. La indiscreción de uno (pretendida o no) así como la labor amplificadora de la otra hacen pensar que, sean o no alma de Gran Hermano, igual tampoco son almas tan cándidas como parecía en un principio.
Si en la casa les hace alterar un mensaje de ánimo a los concursantes que habitan la cueva, estos no parecen necesitar ninguna excusa para transmitir un clima de tensión más incómodo a cada minuto. Ayer parecía que todo se derrumbaba en la medida que Albert Infante iba señalando compañeros, aunque antes Luca Dazi se había dirigido a él de mala manera, lo cual generó el correspondiente reproche. Luca pidió perdón a Albert y terminaron dándose un abrazo entre todos. Y es ellos son muy de abrazos, aunque igual debemos intentar que el gesto no enmascare la realidad. Susana Bianca expresaba sus dudas de que fuera del todo real lo que están viviendo ahí. Coincido con su duda, creo que completamente razonable, aunque molestase a la hiperactiva Carmen Alcayde.
Tras hacer las paces, Albert hablaba entre susurros con Alcayde y ponía en su diana a Gustavo y Susana. “Han aprovechado para meter cizaña”, afirmó. ¡Pues menudo cuadro de concursantes cizañeros tenemos! Si el señalamiento a estos compañeros era más bien negativo, el de Michael era todo lo contrario, incluso el de Dazi, con quien había chocado primero. Según Albert, Dazi estuvo desacertado, pero ha sido totalmente sincero. Sobre Michael, sospecho que siente cierta fascinación hacia este concursante. Albert dice que no había llorado nunca antes y ahí dentro viene a llorar en horas alternas. Anoche lamentaba que Carmen le hubiera tenido que defender, lo cual no sé si estará dispuesta a hacer muchas más veces.
Todavía quedarían un par de episodios más del drama que montó anoche Infante. En otra charla con Dazi volvieron a desatar nudos entre los dos. “Somos dos maricones en una cueva”, decía Albert, a lo que añadía: “Lo han hecho a posta”. Este tenía guardadas unas disculpas, en su caso a Susana y Gustavo. Ellos no lo sabían, pero había estado haciéndoles un traje hablando con Carmen. Era innecesario que se disculpase por llamarles “metemierda” porque ellos no se habían enterado, pero supongo que así se quedaba más tranquilo. Además, aclaró no lo pensaba a pesar de haberlo verbalizado y los ofendidos aceptaron sus disculpas.
Laura sigue sin integrarse bien en el grupo. Ayer salían de la cocina Sol Macaluso, Jessica Bueno y Marta Castro para consultar si parecía bien que hicieran lentejas y hoy arroz. En el grupo no estaba Laura, que saltaba diciendo: “¿A mí no me preguntas? Mi opinión no importa”. De nuevo una piel fina y susceptible, aunque no lo hubiera dicho de la presentadora. Sol decía después que no estaba agobiada, pero sí cansada. Lo entiendo, pero tal vez debería tomar la precaución de consultar a todos cuando de lo que se trata es de consultar. Con especial precaución de no dejar aparte a Laura.
La situación que relato fue aprovechada por Pedro García Aguado para volver a arremeter contra Laura Bozzo. Se nota que es mediador solo de profesión. En realidad, parece un pirómano que trabaja de bombero. En lugar de templar los ánimos y ayudar a no predisponer a la casa contra una concursante poco conocida en nuestro país, lo que hace es cargar las tintas en su contra. “Se cree que es la jefa de la casa”, afirmaba Pedro. ¿Qué necesidad? Aun cuando fuera verdad, si se trata solamente de eso tampoco parece algo tan grave. Igual es peor ir a un reality, saber que no vas a durar más de cinco días y pasar el rato haciendo elíptica o completamente desaparecido. Y cuando dice algo es, casi siempre, para atacar a Bozzo.
La peruana también parece moverse bien como víctima, uno de los papeles más fáciles y rentables para un concursante de reality. Como siempre digo, lo único necesario es que sea verdad. O sea, que esté justificado ponerse esa vitola. Ayer Laura se quejaba de que pensaran de ella que es una “vieja loca”, pero nadie dijo tal cosa refiriéndose a ella. Cuando se dio cuenta de su error lo quiso arreglar matizando que nadie de ahí dentro lo piensa, ergo se refería a la gente de fuera. Siendo así todos pueden quejarse de la opinión que alguna vez les dio alguien, de forma directa o a través de cualquier medio. Las redes sociales amplifican las críticas y cohíben a quien no está preparado. Estoy seguro de que alguien como Laura tiene suficiente entrenamiento para sortear las críticas de la gente. Por otra parte, puede que sea vieja, pero no parece en absoluto que esté loca.
Demasiado rápido están sucediendo algunas cosas, como apunté ayer. Al menos para mi gusto. Que Alex Caniggia se haga rapar parte del pelo la primera semana tal vez sea quemar las naves de manera precipitada. Bien es verdad que se guarda algún as en la manga. Por ejemplo, teñirse de colores el pelo que le queda. Parece claro que no tiene un proyecto capilar concreto, más allá de tener un vídeo para la gala de esta noche, aunque ellos desconocen su existencia. A ver si así deja de protestar Oriana porque les están haciendo poco casito y apenas conectan con ellos. Sus comparaciones respecto a la edición italiana del concurso me parecen una descortesía para el equipo que hace nuestro Gran Hermano. Oriana abre la boca y sube el pan.
No sé si Pedro García Aguado saldrá de la casa esta noche o si lo hará el jueves. Su figura de infiltrado me sigue generando dudas, como expreso en el vídeo de hoy.